OBANOS
Categoría histórica: Villa.
Categoría administrativa: Municipio.
Partido Judicial: Pamplona.
Merindad: Pamplona.
Comarca geográfica: Valdizarbe.
Población (1986): 621 habitantes de hecho, 696 de derecho.
Superficie: 19,8 km2
Densidad: 31,4 hab/km2
Altitud en el núcleo de viviendas: 412 m.
Distancia a Pamplona: 21,3 km.
Comunicaciones: Carretera local con salida a la general N-111, Pamplona-Logroño.
Gentilicio: Obanés, obanense.
Geografía
Limita al N con Legarda, al E con Muruzábal, Enériz y Añorbe, al S con Artajona y Mendigorría y al O con Puente la Reina.
Abarca tres partes bien diferenciadas de N a S: el piedemonte del Perdón formado por afloramientos detríticos oligoceno-miocénicos (areniscas, margas y limos fluviales) recubiertos por los aluviones de los glacis; el valle del río Robo, que ha dejado a una y otra orilla en sus desbordamientos ricas tierras de cultivo; y las Nequeas, donde afloran los yesos y margas, con algún nivel de sal del Oligoceno Inferior, en posición cabalgante sobre la unidad anterior. Un perfil N-S del terreno sería del siguiente tenor: 480 m al N, 360 m en el Robo, 530 m cerca de San Guillermo, 380 m en el arroyo Salado, 360 m en el arroyo Nequeas y 513 m en los Altos de Ibarbero.
El clima de Obanos, como el de Valdizarbe en general, es de tipo mediterráneo, pero más húmedo que en la Ribera y menos caluroso en verano. Los principales datos medios anuales son: 13°-14°C de temperatura, 500-800 mm de precipitaciones, caídas en 70-90 días, y 700-725 mm de evapotranspiración potencial.
Antes del poblamiento humano la mayor parte del territorio municipal estaría cubierto por un bosque de carrascas, del que prácticamente no queda ya ningún resto; en las partes más húmedas habría quejigos. Hoy el bosque se reduce a las pequeñas extensiones de pinares de pino negro y laricio de Austria repoblados artificialmente.
Los sectores secundario y primario son, por este orden, los más importantes. Obanos cuenta con 246 empleos, de los cuales 61 son a tiempo parcial en labores agropecuarias, desempeñados por trabajadores con otra actividad principal.
El sector secundario ocupa a 86 personas en 17 establecimientos. La industria manufacturera, con 12 empresas, ocupa a 61 personas que trabajan en la elaboración de productos alimentarios (4 empleados); industria textil (26 empleados); de la madera corcho (7); industrias del papel (4); de productos del caucho (9); fabricación de productos de hormigón (5) e industrias metálicas (2). La construcción emplea a 25 trabajadores en 5 empresas, de las cuales dos son de instalación, montaje y acabado de edificios.
Realizan tareas agropecuarias 100 personas, 39 de ellas como ocupación principal. En el terreno de labor los cultivos herbáceos de secano aventajan a los leñosos y el regadío se reduce a unas 12 Ha. No siempre fue así, ya que antes de la filoxera, en 1891, la vid ocupaba 737 Ha y la tierra de labor de secano 387. Aquélla nunca se recuperó del todo después de la crisis mencionada, alcanzó las 307 Ha en 1920, la cifra más alta de nuestro siglo; en 1983 sumaba 120 Ha. Este retroceso de la vid fue paralelo al progreso de los cereales (cebada, trigo), que hoy acaparan las tres cuartas partes de las tierras destinadas a cultivos herbáceos. El resto lo ocupan la colza, alfalfa, veza forrajera y hortalizas y otras producciones menos importantes. El olivo está en trance de desaparición total; nunca ocupó extensiones importantes: como máximo, 20 Ha. La concentración parcelaria se llevó a cabo en 1973 y afectó a 739 Ha y 252 propietarios; las 1.254 parcelas hasta entonces existentes quedaron reducidas a 354. El 23 de diciembre de 1906 se fundó la Caja Rural y el 28 de abril de 1951 la Bodega Cooperativa de Nuestra Señora de Arnotegui, todavía en funcionamiento. La ganadería es hoy más importante que hace años y sobre todo distinta: en 1982 había, según el Censo General Ganadero, 85 vacas frisonas, principalmente dedicadas a la producción de leche, 966 ovejas churras, 605 cerdos, 10.260 ponedoras selectas y 6.000 broilers. El ganado de labor, que en 1935 tenía 22 cabezas de bovino, 80 de caballar, 90 de mular y 46 de asnal, quedaba reducido en la misma fecha a 6 de caballar y 10 de mular. Después de la filoxera, la población no ha dejado de disminuir; ello indica lo profunda que fue aquella crisis agraria. El terreno comunal de Obanos ocupa 663 Ha (33,8% de la superficie censada del municipio) abarcando el 80% de los pastizales y el 8% de las tierras de cultivo.
El sector servicios emplea a 60 personas en 30 centros de trabajo, las actividades más importantes son: comercio (11 empleados); hostelería y bebidas (9); enseñanza (8); sanidad (6) y transporte (5). La población activa de Obanos se eleva a 238 personas, de las cuales 50 se hallan en paro y de éstas 12 buscan su primer empleo.
Desempleo registrado (31.3.1987): 35 personas.
Presupuesto municipal (1987): 26.034.000 ptas.
Heráldica municipal
Desde el año 1841 usaba un sello en el que todo el campo estaba ocupado por una flor de lis. El año 1912 adoptó la villa el actual: partido en mantel. Primero de azur, un libro abierto con doce manos apoyadas en sus bordes como en actitud de prestar juramento y una gran cruz de Lorena de gules en su centro. 2.° de gules y un caballero de azur con la espada en alto sobre caballo siniestrado. 3.° de gules y una flor de lis de azur. Los dos primeros cuarteles corresponden al anverso y reverso, respectivamente, del sello céreo usado por los infanzones de Obanos. En las vidrieras del palacio de la Diputación sólo figura el primer cuartel, llevando en bordura la leyenda de los infanzones: pro libertate patria gens libera state.
Casa Consistorial
De construcción moderna, en piedra, de planta y piso y con adornos en forja, se levanta en la plaza de los Fueros junto a la iglesia, al mesón y a un arco de piedra utilizado en las representaciones del Misterio de San Guillén y Santa Felicia que tuvo como escenario esta plaza. Su ayuntamiento está regido por alcalde y seis concejales.
Fue villa de señorío realengo cuya pecha anual sumaba en 1280 la cantidad de 180 sueldos más 50 cahíces de trigo. El monasterio de Leire desde 1084, el de Irache desde 1104 y los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, desde el siglo XIII, poseyeron heredades en su término. La iglesia estaba directamente vinculada desde 1100 a la catedral de Pamplona por precepto del papa Pascual II.
A finales del siglo XI las rentas de su iglesia pertenecían al obispo de Pamplona, quien las cedió al cabildo* de la catedral para sufragar sus gastos de vestuario. Esta finalidad hizo que luego fueran asignadas al arcedianato* de la cámara. Una sentencia arbitral ratificó esta situación y denegó las pretensiones de los vecinos que deseaban recuperarlas. El monarca poseía salinas en la villa, que permanecieron en poder de la corona hasta que el Príncipe de Viana* las donó a Menaut de Santa María (1448), y Juan II a Martín de Navascués. Las Juntas de infanzones*, nacidas para perseguir desórdenes en la Cuenca de Pamplona a principios del siglo XIII, se extendieron pronto a otras zonas de Navarra y se convirtieron en una organización política para la defensa de los fueros de éste y otros grupos sociales. Antes de 1234 su centro se trasladó a Obanos, donde se celebraban las reuniones generales. La junta se articuló en comarcas y una de ellas, que abarcaba sobre todo los valles de Ilzarbe*, Orba* y Aibar*, recibió también el nombre de comarca de Obanos. El movimiento se disolvió en 1328. Confundiendo estos datos se ha creído que toda la población del lugar era infanzona, pero en realidad existían pecheros del rey. Aunque ya a mediados del siglo XIII el rey cedió temporalmente la pecha a algún magnate, fue en la segunda mitad del XIV cuando estas donaciones, por tiempo indefinido o para toda la vida, se hicieron habituales y continuas. En 1407 la pecha y el lugar fueron incluidos dentro del vizcondado de Muruzábal*, creado por Carlos III* para su hermano bastardo Leonel*, fundador del linaje de los Navarra*. A pesar de que los barones de Muruzábal o de Valdizarbe (desde 1424) fueron agramonteses, Obanos fue beamontés* y como tal colaboró en el cerco de Mendigorría* de 1474.
Tras la conquista de Navarra por Fernando el Católico (1512) se mantuvo como villa dentro de Valdizarbe*. Como tal, tenía autoridades propias y separadas. Hasta las reformas municipales de 1835-1845 la gobernaba un alcalde, que nombraba el virrey a propuesta del pueblo. Y, desde esas reformas, fue ayuntamiento de régimen común.
Hasta la reforma eclesiástica del siglo XIX el abad de la parroquia era el arcediano de cámara de Pamplona, quien designaba un vicario para la cura de almas; aparte, en 1802 había cuatro beneficiados.
En 1847 contaba con dos escuelas, una de niños, frecuentada por cien y asistida por un maestro que percibía 1.280 reales y 130 robos de trigo al año y por un ayudante que cobraba 1.460 y veinte respectivamente, y la otra de niñas, a la que acudían de setenta a ochenta y cuya maestra recibía 621 reales. Funcionaba un molino harinero y se elaboraba sal por desecación, hasta unos 3.000 robos por quinquenio.
Hacia 1920 contaba con un molino con motor hidráulico y un pequeño hospital.
Arte
En el centro de la población, junto a la plaza, se levanta la parroquia de San Juan Bautista, trasladada y reedificada en 1912 en estilo neogótico aprovechando escasos elementos de la anterior, como la portada de ingreso, propia del gótico pleno del siglo XIV. No se conservan los antiguos retablos, ni el mayor, pintado en 1595 por Juan de Landa, ni los colaterales, obra de Martín Echeverría, estofados por J. Martínez de Beasoáin; tampoco una talla de la Inmaculada, obra de Domingo de Segura con interesante iconografía. Buena muestra de la importancia medieval de la villa son las tres imágenes marianas conservadas: Nuestra Señora de Arnotegui y Nuestra Señora la Blanca, románicas, y Nuestra Señora de Jerusalén, gótica. Durante la reedificación de la parroquia suplió sus funciones la ermita dieciochesca de El Salvador. Resulta muy interesante la variada arquitectura civil, con algún elemento gótico y grandes casas de cantería o ladrillo, algunas con arcadas en el piso superior.
Bibliografía
J. Clavería, Iconografía y santuarios de la Virgen en Navarra, (Pamplona, 1941), vol. I, págs. 237-239, y 244; M.C. García Gainza, La Escultura romanista en Navarra, (Pamplona, 1969), págs. 55 y 154; J.R. Castro, Cuadernos de arte navarro de escultura, (Pamplona, 1949), pág. 58; F. Pérez Ollo, Ermitas de Navarra, Pamplona, 1983, págs. 180-181; J. Caro Baroja, La casa en Navarra, (Pamplona, 1983), vol. II, pág. 500.
Toponimia menor
Alto, corral; Aonara, barranco; Arnotegui, alto y ermita; Astagaray, barranco; Ayuntamiento, cortijo; Beceberna, término; Cabaña blanca, término, Cañaleta, barranco; Capanacunca, barranco; Garesbidea, camino, Ibarbero, altos; Ilurrieta, arroyo; Lechería, arroyo; Loyola, corral; Morales, corral y caserío; Muruzábal, camino; Nequeas, arroyo; Orcea, término; Prado, arroyo; Salado, arroyo; San Guillermo, ermita; San Lorenzo, ermita y barranco; la Tejería, arroyo; Unatermín, término; Yesala, arroyo; Zabalegui, corral.