SARTAGUDA
Categoría histórica: Villa.
Categoría administrativa: Municipio.
Partido Judicial: Estella.
Merindad: Estella.
Comarca geográfica: Ribera del Ebro.
Población (1986): 1.431 habitantes de hecho, 1438 de derecho.
Superficie: 14,8 km2.
Densidad: 96,7 hab/km2.
Altitud en el núcleo de viviendas: 336 m.
Distancia a Pamplona: 82 km.
Comunicaciones: Carretera local que enlaza con la comarcal NA-134; Eje del Ebro, en las cercanías de Lodosa.
Gentilicio: Sartagudés.
Geografía
Limita al N y O con Lodosa, al E con Cárcar y Andosilla y al S con Pradejón (Rioja).
Dos unidades geomorfológicas pueden distinguirse en su territorio: al N afloran los yesos con arcillas de la Formación de Lerín (Oligoceno-Mioceno), plegados en un sinclinal, y al S los aluviones de las terrazas del Ebro. Aquella parte culmina a 422 m y ésta se halla a 310-320 m.
El clima se caracteriza por las fuertes oscilaciones térmicas entre los inviernos, que son fríos (media de enero 4,2º C) y los veranos, que son calurosos( media de julio, 21,9°C), y por la escasez e irregularidad de las precipitaciones (497 mm anuales, caídos en 50-60 días). El verano es seco y la evapotranspiración potencial anual asciende a 713 mm. Prácticamente no queda nada de la vegetación de tipo mediterráneo que cubría espontáneamente el término municipal antes de su destrucción por el hombre. En la actualidad hay algunas choperas fluviales y pinos de repoblación.
En el sector agropecuario realizan labores más de 400 personas, lo que supone el 90% de la población activa del municipio. De ellas 324 lo hacen como ocupación principal, lo que supone el 68% de la población ocupada en el municipio. Aproximadamente la mitad de las tierras agrícolas son de regadío. En él ocupan las mayores extensiones la patata de media estación, las hortalizas y los frutales (melocotonero, peral, manzano en plantación regular). En el secano la cebada es el cultivo más importante, le siguen a gran distancia, el espárrago, la veza forrajera, el almendro y la vid. Esta última ha retrocedido desde los años 60: 64 Ha, en 1891, 92 en 1961 y 36 en 1981. El olivo ha desaparecido, mientras que en 1891 se le dedicaron nada menos que 65 Ha.
La ganadería ha tenido siempre escasa importancia. La cabaña ovina ascendía en 1982 a 795 cabezas de raza rasa aragonesa, la caprina era inexistente, mientras que llegó hasta 225 reses en 1950, la porcina de raza Landrace es hoy -gracias a la explotación industrializada y estabulada- superior a la de tiempos pasados y la bovina ascendía a 95 cabezas, dedicadas a la producción de leche y carne. Como en todas partes, el ganado de labor ha experimentado, gracias a la mecanización del cultivo, un descenso considerable: en 1935 había 131 cabezas de caballar, 115 de mutar y 53 de asnal (además de 10 de bovino) y en 1982 sólo 15 de caballar y 3 de mular. El 15 de abril de 1959 se fundó la Cooperativa Conservera de Productos Agrarios San Isidro y antes, el 3 de junio de 1946, se había fundado una Cooperativa del Campo de la Hermandad Sindical de Labradores.
El terreno comunal ocupa 859 Ha (60% de la superficie censada del municipio), cubriendo el 45% de las tierras de cultivo y el total de los pastizales y del terreno forestal.
El sector secundario ocupa a 98 trabajadores en 13 establecimientos, que se corresponden con las actividades de distribución de agua y energía (3 empleados), conservas vegetales (70), fabricación de pan (2), industria de la madera (9), industria metálica (1), fabricación de productos de la construcción en hormigón (3) y empresas del ramo de la construcción (11).
El sector servicios emplea a 105 trabajadores en 56 establecimientos, las actividades principales son: comercio (40 empleados), administración local y orden público (14), reparación de vehículos (13), enseñanza (8), transportes (8), banca y ahorro (6) y hostelería y venta de bebidas (5).
La población activa de Sartaguda era en 1984 de 544 personas, de las cuales 16 se hallaban en desempleo y 9 buscaban su primer empleo.
Desempleo registrado (31.3.87): 38 personas.
Presupuesto municipal (1987): 53.503.000 pts.
Heráldica municipal
El escudo actual lo viene usando desde el año 1923, previa consulta a la Diputación Foral de Navarra y son las armas de los Zubiza, señores que fueron de la villa: Trae de oro y el jefe de sable. En sus sellos antiguos se representa un castillo, símbolo de la casa fuerte que el rey poseía en la villa.
Casa Consistorial
Fue construida hacia 1600. Ha experimentado sucesivas reformas. La más inmediata se llevó a cabo en 1954, acondicionando su interior y revistiendo la fachada principal de ladrillo caravista.
Consta de planta baja y una elevada, articulándose en estructura simétrica, destacándose el balcón central en la planta noble. Originariamente fue Casa del Duque del Infantado. Tuvo la sede anterior en otro edificio situado en la Plaza de los Fueros, ya derruido. El Ayuntamiento está regido por alcalde y ocho concejales.
En su término se localiza el yacimiento romano de la Cerradilla*.
Consta ya en 1063-1064 (“Sartiacuta”) como “tenencia del reino, encomendada al “senior” Iñigo Sánchez. Fue lugar de señorío nobiliario hasta que sus titulares, Martín Pérez de Subiza y sus hermanos, lo dieron (1222) al rey Sancho VII el Fuerte. Tras poseerlo en el siglo XIV el linaje de los Medrano, Carlos III lo dio a Carlos de Beaumont y luego al mariscal Martín Enríquez de Lacarra, quien lo tenía en 1406. Despoblado por causa de las guerras civiles, su término fue enajenado por los monarcas Catalina y Juan III (1508) a su acreedor Juan de Arellano. Poseyeron heredades en su término el monasterio de Irache desde mediados del siglo XI y los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén desde 1231. El papa Lucio II confirmó (1144) los derechos de la sede episcopal pamplonesa sobre la iglesia local.
Al comenzar el siglo XIX sólo se hallaba sometida a régimen señorial la llamada “casa fuerte de Sartaguda”, que se hallaba a la otra parte del Ebro y pertenecía al marqués de Castelví, que ponía por ello el alcalde pedáneo.
Al desaparecer las jurisdicciones señoriales, todo el término de Sartaguda (el que correspondía a la “casa fuerte” antes citada, que aparece al mediar el siglo con el nombre de La Torre y la calificación de “castillo”) quedó dentro de la jurisdicción de las autoridades de la villa.
A comienzos del XIX se regaban novecientas fanegas de tierra y trescientas peonadas de viña y en el cauce de la acequia había un molino harinero con dos piedras.
En 1849 los molinos eran dos; la villa tenía escuela, dotada con 1.100 reales y veinte fanegas de trigo al año; tenía tres dehesas.
A comienzos del siglo XX las escuelas eran ya dos y funcionaban algunas fábricas de conservas vegetales.
Arte
En la plaza de los Fueros todavía se mantiene en pie la antigua parroquia de Nuestra Señora del Rosario, edificio barroco construido en el siglo XVIII para sustituir una iglesia anterior del XVI, emplazada en la calle Nueva. El mal estado de este templo y su poca capacidad obligaron a erigir la parroquia barroca, cuyas obras se llevaron a cabo entre 1.741 y 1.769 de acuerdo con las trazas de Vicente Arizu, interviniendo también José Peñalba, maestro albañil de Peralta, quien se ocupó de la terminación del edificio. Éste es de una sola nave con cinco tramos marcados por dobles pilastras cajeadas y amplia cabecera recta, delante de la cual hay una especie de crucero con dos hornacinas de medio punto, poco profundas, conectadas al primer tramo de la nave. Bóveda de medio cañón con lunetos y fajones cubren este recinto.
Estas sencillas estructuras tienen unos exteriores poco complejos, formando un compacto bloque de ladrillo con basamento de sillar, según es propio de la arquitectura del valle del Ebro. Sus muros se jalonan por contrafuertes prismáticos de idénticos materiales, que en su desarrollo se cortan poco antes de alcanzarla cornisa moldurada de remate. En contraste con esta pureza volumétrica, la fachada principal se ajusta a un proyecto mucho más decorativo. Se compone de dos cuerpos de sillar y ladrillo respectivamente, articulados en sus extremos por pilastras de orden toscano, culminándose el conjunto en un frontón triangular, también de ladrillo, abierto en óculo central. Marca el eje una portada de piedra con medio punto de almohadillado alternante, ceñido entre dos pilastras cajeadas con bolas de remate. Estos adornos centran la hornacina superior -donde hay una escultura de la Virgen del Rosario-, formada igualmente por pilastrillas cajeadas, que en este caso sustentan un frontón curvo roto y envuelto en volutas con pirámides a ambos lados. Encima de ella queda un óculo coronado por cruz, que se acompaña de otras pirámides, repetidas también en la culminación de la fachada, todo ello labrado en piedra para resaltar sobre el fondo de ladrillo.
Por el lado de la Epístola se adosa la torre, obra que realizó José Peñalba. Presenta un alto basamento de sillería y dos cuerpos cuadrados de ladrillo con medios puntos ente pilastras y vistosos pedestales con labores geométricas cortadas en el ladrillo, muy típicas del barroco de la Ribera de Navarra. Un sencillo chapitel piramidal cubre la torre. La iglesia barroca resultaba insuficiente para las necesidades de la población, por lo que se tuvo que construir la parroquia nueva de la Virgen del Rosario, inaugurada en 1969. A ella no sólo se ha trasladado el culto, sino también gran parte del exorno de la antigua parroquia. En la capilla bautismal se ha aprovechado el retablo de la Virgen de los Remedios, obra barroca de hacia 1740 compuesta por columnas salomónicas y ricamente decorada a base de follajes. El retablo alberga la talla sedente de la Virgen titular, anteriormente venerada en su desaparecida ermita. Es una escultura romanista de finales del siglo XVI y puede relacionarse con la producción de Bernabé Imberto. Mención especial merece un Crucificado de tamaño mayor que el natural, fechable a principios del siglo XVII y posible talla de Juan de Biniés, artista que según se sabe documentalmente hizo un retablo para esta villa. De estilo romanista tardío con avances hacia el naturalismo, destaca por una hermosa anatomía de potente torso y una extraordinaria cabeza de rostro sereno, enmarcado por cabellera y barba de plásticos mechones. No menos interesante es un lienzo de Cristo, Aguardando la Crucifixión, pintura del siglo XVII atribuible a Eugenio Caxes por la semejanza con la otra de este pintor que se guarda en la Universidad de Barcelona. Actualmente se conserva en el Museo Diocesano de Pamplona.
Bibliografía
M. C. García Gainza, M. C. Heredia Moreno, J. Rivas Carmona y M. Orbe Sivatte, Catálogo Monumental de Navarra II. Merindad de Estella. Vol II. (Pamplona, 1983). T. López Selles, Contribución a un catálogo de ermitas de Navarra. Merindad de Estella. “” 1983. J. Clavería Arangua Iconografía y santuarios de la Virgen en Navarra. Vol II. (Madrid, 1944). J. R. Castro, Cuadernos de este navarro. Escultura. (Pamplona, 1949).
Toponimia menor
Cumbrero, casa; el Cumbrero, término; Enmedio, balsa; la Esparraguera, término; Espartal, término y camino; Fábrica, canal; las Madrazas, término; Madre, arroyo; Mesilla, alto; Pieza Corral, término; las Pinillas, camino; Rantillo, vivero; Río, camino; Río Nuevo, acequia; las Robadas, camino; el Vivero, casa.