ELIZONDO
Categoría histórica: Lugar.
Categoría administrativa: Lugar y capital del Valle de Baztán.
Partido Judicial: Pamplona.
Merindad: Pamplona.
Comarca geográfica: Pamplona.
Población (1986): 3.109 habitantes de hecho, 3.133 de derecho.
Altitud en el núcleo de viviendas: 200 m
Distancia a Pamplona: 57,5 km
Comunicaciones: Situado en la carretera nacional N-121 B, Pamplona Francia por Baztán.
Gentilicio: Elizondarra, elizondés.
Geografía
Situado a ambos lados del río Baztán. Limita al N con Azpilicueta, al S con Aríztegui de Garzáin, al E con Elvetea, y al O con Lecároz.
Industrias: alimentaria (27 obreros) y del calzado (7).
En su término se localiza parte de la estación dolménica de Errazu-Aldudes*, concretamente los dólmenes de Burga*, Oiza* y Urrixka II*.
Perteneció a la diócesis de Bayona hasta 1567. Sus vecinos eran hidalgos, aunque el rey Carlos III ordenó (1397) que abonase a Toda Martínez 80 florines por el uso de los molinos y otros bienes. Sufrió un importante incendio en 1416. La iglesia parroquial está dedicada a Santiago Apóstol, aunque durante algún tiempo estuvo bajo la advocación de San Pedro.
Tenía en 1801 dos ferias, las dos de tres días, una desde el lunes de pascua de Resurrección y la otra desde San Lucas (19 de octubre); dos molinos, un hospicio y una cárcel. En la parroquia había luminero y una sorora o beata para el aseo de la ropa.
Durante la primera Guerra carlista* desempeñó un papel principal, por la importancia que tenía el Baztan como zona fronteriza y de refugio para de los propios carlistas. Dominada la plaza y fortificada en principio por los cristinos, fue sitiada por los carlistas en febrero y en marzo de 1835, y en ambas ocasiones fue liberada por Espoz y Mina*; pero durante el resto de la guerra el dominio alternó.
En 1847 tenía escuela; acababa de construirse la carretera de Francia. Algunos de sus vecinos se dedicaban a la arriería; las dos ferias eran concurridas; se habían trasladado, una al jueves después de pascua y la otra el jueves de San Simón, en que comenzaban; seguían durando tres días.
Elizondo prosperó de manera notable durante la segunda mitad del siglo XIX. Entrado el XX había ya sucursales bancarias de La Agrícola, el Crédito Navarro, el Banco Vasco y el de San Sebastián (en los años veinte); serrerías mecánicas, cerámica de construcción, explotaciones mineras.
Funcionaban a la sazón la fundación Iturralde e Iriarte, para sostener un asilo de pobres, y la Casa de Misericordia y Hospital del valle; La Casa de Misericordia del Valle de Baztán, sita en Elizondo, tuvo su origen en la manda de dos mil pesos que Bartolomé Iturralde, natural de re dejó en el último tercio del siglo XVIII para que se estableciese una escuela de latinidad o, si ello encontrara obstáculo, se invirtiere en otro destino beneficioso para el valle. La tal escuela encontró dificultades legales y la Junta del Valle pensó comprar el edificio que había sido de los capuchinos en Elizondo para erigir una Casa de Misericordia, cuyo reglamento aprobó el Real Consejo de Navarra (27.2.1787). Las guerras posteriores cegaron la principal fuente de mantenimiento, la caridad pública. A mediados del siglo pasado se pensó reorganizar la casa que se construyó con 170.525 pesetas de capital comunal y para la que el presbítero Francisco Joaquín de Iriarte dejó 1.858.000 reales. Hace un siglo tenía noventa acogidos, con un presupuesto anual de unas 20.000 pesetas. En 1989 sumaba después de las últimas reformas de modernización, 132 camas y la regía un patronato formado por representantes del ayuntamiento y los párrocos de Elizondo y Garzáin.
Francisco Arízcun y su esposa Josefa Irigoyen, marquesa de Iturmenta, donaron (1763) mil pesos sencillos de quince reales de vellón, para el hospital. Y más tarde (1924), María Machintoa dejó en testamento 30.000 pesetas para la Misericordia y otras tantas para el hospital, cuyos réditos sirvieron para sostener uno y otro establecimiento.
En 1916 se había prolongado el ferrocarril del Bidasoa desde Irún a Elizondo, abriéndose además al servicio de viajeros (Ferrocarril*).
Palacios
El palacio de cabo de armería de Echaide, en Elizondo, era uno de los más ilustres solares nobles del Baztán. Aparece como tal entre los remisionados del pago de cuarteles, en la relación formada por el tesorero el año 1513. Pertenecía por entonces a Pedro de Echaide, el cual disfrutaba una merced de acostamiento de 20.000 maravedís al año. En 1567 percibía dicha gracia el nuevo palaciano Martín de Echaide. El año 1651 aparece como poseedor don Juan de Echaide. El palacio aparece en la relación que de ellos hizo en 1723 la Cámara de Comptos; en esa fecha lo poseía don José de Echaide. En el Libro de Armería se registran las armas del señor de este solar: en campo de plata, una cruz llana de gules, cantonada de cuatro eslabones de sable adosados. Tal vez pudieran corresponder al palacio de Echaide-Ealegui, en el valle de Anué.
Existía en Elizondo, aparte del de Echaide, un segundo palacio de cabo de armería, pero no era de los llamados de la nómina antigua, sino mucho más moderno. El año 1731, previo informe del Real Consejo, se despachó una real merced de cabo de armería en favor de la casa de don Miguel de Arizcun, caballero de la orden de Santiago, que unos años después, en 1740, sería favorecido por Felipe V con el título de marqués de Iturbieta. El nuevo marqués añadió entonces al escudo de su casa, cuartelado de Baztán y Mendinueta, un nuevo cuartel con un cañón y una pirámide bombas en su color, sobre fondo de gules. En 1745, solicitaron el rebate de cuarteles el mismo don Miguel y su hermano don Juan Francisco, canónigo.
El palacio de don Miguel de Arizcun, reedificado por él hacia 1730, es conocido todavía como “Palacio de las Gobernadoras” o Arizcunenea.
El palacio de Arrechea, en Elizondo, no tiene nada que ver con el del mismo nombre existente en Oronoz. El de Elizondo era de mayor antigüedad entre los solares nobles baztaneses. En el rolde de remisionados del pago de cuarteles del año 1513 se incluyó a Ximeno de Arrechea, que era su poseedor a la sazón. En 1629 se expidió ejecutorial de sentencia, a favor de Sancho de Ursúa, señor de Arrechea, mandando cesar la ejecución que se le había incoado por impago de cuarteles, por ser la casa exenta en razón de su calidad. El alférez don Juan de Ursúa y Arrechea, hijo del citado don Sancho, percibía, a partir de 1648, un acostamiento de 20.000 maravedís anuales, en premio de sus servicios al rey. En 1745 solicitó exención del repartimiento como solar de cabo de armería. Pertenecía por entonces al mayorazgo de Ursúa, propio de la condesa del Fresno.
La parroquia de Santiago se construyó en las primeras décadas del siglo XX, con una monumental fachada en la que todavía perviven caracteres del eclecticismo; la flanquean dos torres que siguen modelos barrocos.
Arquitectura civil
Al datar la parroquia del siglo XX hace que los edificios civiles adquieran mayor relevancia. El caserío aparece perfectamente ordenado en dos núcleos que dan a ambos lados del río, que es el que impone el trazado rectilíneo de las dos calles principales.
Se conservan en el pueblo, sobre el río Bidasoa, dos viejos puentes de piedra de sillería. Uno para comunicar con Elvetea, y el otro con el barrio antiguo. Un tercer puente fue abatido por la tromba del 2 de junio de 1913.
En el término hay dos ermitas, la de San Pedro y la de Santa Engracia.
Modernamente la carretera de Francia se ha constituido en otro centro de desarrollo importante. La excelente construcción de sus casas, que forman enormes bloques cúbicos de piedra rojiza, habla de la riqueza económica que atravesó el pueblo durante los siglos XVII, XVIII y XIX, en muchos casos ligada a la prosperidad de los indianos. Sin embargo sobre el río se conservan algunas casas con arcos conopiales propios de un gótico final. Con todo, es “Arizcurenea”, palacio barroco del siglo XVIII, el edificio más conocido y notable de Elizondo. Lo mandó construir Miguel de Arizcun, personaje influyente en la época de Patiño. El barroquismo de la fachada viene dado por el movimiento que impone el cuerpo central al retrasarse con respecto a las alas laterales; es en ese mismo cuerpo donde se concentran los motivos decorativos presididos por el fastuoso escudo y frontón de remate. Asimismo merece reseñarse el palacio barroco de Datué, por sus logradas proporciones, así como la casa del Virrey, cuyos modelos serán muy difundidos en la zona. Dentro de la tipología popular destaca “Beramundea”, con un gran arco inferior, dos cuerpos con entramado de madera y gran balcón también de madera. Se cubre con un tejado a dos aguas de grandes dimensiones.
Órgano
Cuenta con un ejemplar de estilo neogótico. A mediados del siglo XIX aparecen las primeras cajas neogóticas, mientras se seguían construyendo. Poco después se fue introduciendo la moda francesa del llamado órgano sinfónico o romántico, que dura hasta bien entrado el siglo XIX.
Para muchos la caja neogótica es un retroceso en la historia organera, un empobrecimiento y una mala imitación sin norte artístico. Para otros ningún estilo es malo de suyo, todo depende del uso que se haga del mismo.
Folklore
La Sagar dantza* o baile de las manzanas y la Mutildantza* son los bailes más importantes de todo el Valle de Baztán.
Existen otras danzas-juego. Bizkar dantza* o baile de la espalda, en el que un danzari pretende dar fuego a un papel que lleva un compañero a la espalda. Irri dantza*, o danza de la risa para divertirse, los jóvenes tocan el suelo con diversas partes del cuerpo. En otros bailes se utiliza una escoba como en el Isats dantza* o un almute en el Saskito dantza*.
Cultura y esparcimiento
Con periodicidad quincenal, en sábado, se celebra feria de ganado equino, vacuno y porcino. También hay mercado de hortalizas, huevos, aves, etc. Además se celebra feria de lanado equino, vacuno y porcino el jueves de Pascua de Resurrección, aunque está en decadencia.
Las fiestas patronales se celebran el 25 de julio.