SANTESTEBAN
Categoría histórica: Villa.
Categoría administrativa: Municipio.
Partido Judicial: Pamplona.
Merindad: Pamplona.
Comarca geografía: Valle de Santesteban.
Población (1986): 1.123 habitantes de hecho, 1.167 de derecho.
Superficie: 94 km2.
Densidad: 123,4 hab/km2.
Altitud en el núcleo de viviendas: 123 m.
Distancia a Pamplona: 53 km.
Comunicaciones: Situada en la comarcal NA-170, Lecumberri-Leiza-Santesteban, que enlaza a poca distancia de este municipio en la general N-121 A, Pamplona-Behovia.
Gentilicio: Doneztebarra.
Geografía
Limita el N con Sumbilla, el E con Bértiz-Arana, al S con Donamaría y Oiz y al O con Elgorriaga.
La parte N y más extensa del municipio forma parte de la cobertera detrítica permotriásica del macizo paleozoico de las Cinco Villas (Asquin, 521 m) que el río Bidasoa atraviesa mediante estrecha garganta en el primer tramo de su recorrido S-N a partir de la villa de Santesteban; está formada por conglomerados, areniscas y arcillas de colorido rojizo y se encuentra muy fracturada. La parte S pertenece a la depresión o corredor sinclinal del Ezcurra (depresión intermedia de Lamare) y está constituida por flysch del Cretácico Superior. Hay también, casi en el contacto de ambas unidades geomorfológicas, un pequeño afloramiento de ofitas.
El clima es de tipo templado-oceánico: lluvias abundantes y regulares, ausencia de aridez, oscilaciones moderadas de la temperatura. Algunos de sus valores medios anuales son: 13,7° C de temperatura (enero 7,2° y agosto 20,8°), 1.852 mm de precipitaciones, caídas en unos 170 días, y 727 mm de evapotranspiración potencial.
Forma parte de la provincia vegetal atlántica, entre cuyos árboles planicaducifolios aquí predominan los castaños y robles sobre las hayas, ya que la altitud general del territorio es inferior a la del piso de estas últimas. Hay también unas 300 Ha de bosques de repoblación, hecha esta con pino insigne y roble americano, principalmente. La landa o matorral atlántico (brezos, helechos, tojos) y los pastizales ocupan con la mitad de la superficie municipal. Prados cercados, piezas de cultivo y helechales son las piezas más importantes de los paisajes agrarios.
La industria y los servicios son el pilar de su actividad. El sector secundario ocupa el 51% de la población ocupada en el municipio. Consta de 21 establecimientos, que ocupan a 242 trabajadores. Las actividades que lo configuran son: industria de la madera (41 empleados), empresas de la construcción (84), distribución de energía (5), tapicería y confección (7), industrias alimenticias (4) e industrias metálicas (4).
El sector servicios emplea a 198 personas en 99 establecimientos. Las actividades más importantes son: comercio (41 empleados); enseñanza (31); transporte (24); reparaciones (24); servicios personales y domésticos (22); administración local y orden público (16); banca y ahorro (14) y venta de bebidas y hostelería (13).
Realiza tareas agropecuarias el 33% de la mano de obra del municipio, si bien sólo el 9% de la población ocupada en él tiene plena dedicación a dichas tareas. Estas vienen determinadas por los usos del suelo que muestran su orientación ganadera. Entre los cultivos dominan los forrajeros: praderas polifitas, alfalfa, maíz, nabo, remolacha, etc. El tradicional policultivo intensivo de maíz-judía-nabo está desapareciendo, hay 8 Ha de patata de media estación y 1 de hortalizas. Hay también unos cientos de frutales diseminados (el manzano es el más importante). La ganadería tiene escaso peso socio-económico; en 1982 había 74 cabezas de bovino (62 frisonas y 12 de cruces), 586 ovejas lachas, 86 cerdos landrace, etc. Algo mayor, aunque no mucha, fue la importancia que tuvo en tiempos pasados.
El aprovechamiento forestal también es importante, junto a los montes Asquin, Oteizuyana y Ameztia, se disfruta el de las producciones de los montes Bidasoa, Berroarán y Cocorrico, estos tres con una extensión de 3.623 Ha. La producción de estos tres últimos montes oscila alrededor de los 8.500 – 9.000 metros cúbicos de madera, de los que corresponden a Santesteban aproximadamente 3.200. El terreno comunal alcanza una extensión de 249 Ha (28,8% de la superficie censada sin acería).
La población activa de Santesteban se elevaba en 1984 a 377 personas, de las cuales se encontraban en paro 50 y unas 150 personas foráneas tenían su puesto de trabajo en el municipio.
Desempleo registrado (31.3.87): 107 personas.
Presupuesto municipal (1987): 66.603.000 ptas.
Heráldica municipal
De azur y sobre un terreno abrupto un árbol, todo en su color natural, atravesado en su base por un jabalí de sable siniestrado. En el cantón derecho del jefe una estrella de oro de ocho puntas.
Casa Consistorial
Sus características constructivas son propias de los palacios del Baztán y Bidasoa. Su sede anterior se situó en una pequeña plaza junto a la iglesia, con galería de arcos en su primer cuerpo.
El Ayuntamiento está regido por alcalde y ocho concejales.
A lo largo de la Edad Media y Moderna constituye el centro de la división administrativa denominada valle de Lerín o Santesteban de Lerín. Contribuyó al erario público (1280) con 24 sueldos y 9 dineros en concepto de pecha, más 450 cahíces de cebada por el grano que se llevaba desde Orzórroz. García Pérez de Acx que poseía (1380) los molinos de Lizarráun, situados en el término de la villa, ofreció al monarca, Carlos II, la mitad de lo que producían si obligaba a los pobladores a moler en dichos molinos. El soberano aceptó, pero su hijo, Carlos III, anuló la sentencia. Este rey les concedió (1421) el fuero de Pamplona y su heredera, doña Leonor, les eximió (1467) del pago de la pecha capital, la cual ascendió a cuatro libras y doce sueldos. Juan y Catalina liberaron (1497) a la villa del tributo de la eyurdea y del censo sobre la pesca del río Bidasoa; además, otorgaron a sus vecinos el privilegio de elegir un alcalde de entre los hidalgos y un almirante de entre los francos. Parece ser que, a mediados del siglo XV, obtuvo el “status” de buena villa con asiento en Cortes, sin embargo no se registra su asistencia a las convocatorias ordinarias hasta 1525.
La villa contaba en 1366, con una población de 41 fuegos. Poco después sufrió un incendio (1387) en el que se destruyeron muchas casas, pero, se recuperó pronto, habida cuenta de los 68 fuegos, todos francos e hidalgos, que constaban para 1427 y de los 81 fuegos de 1553. Sin embargo, hubo un descenso acusado en 1646 con 69 fuegos. En 1786 se apreció un nuevo ascenso con 550 habitantes que pasaron en 1824, a 718 habitantes. Para 1857 contaba con 694 habitantes.
La iglesia parroquial, bajo la advocación de San Pedro, pertenece al obispado de Bayona hasta 1567. En su término se localiza la ermita de San Miguel in Excelsis.
El rey Sancho VI el Sabio actualizó por “fuero” (1192) las prestaciones señoriales de los vecinos del valle de Santesteban de Lerín. Al trasladarse a su emplazamiento definitivo, la villa recibió de Carlos III el fuero de Jaca-Pamplona (1421) y obtuvo también asiento o representación en las Cortes del Reino.
Fue cabeza del valle, del que se fueron segregando en el siglo XVII el valle de Bertizarana y la villa de Sumbilla, y en 1845 Ituren, Zubieta, Elgorriaga, Gaztelu, Donamaría, Urroz y Olz.
En esta última fecha, los pueblos pasaron a formar ayuntamientos independientes, uno cada uno, salvo Donamaría y Gaztelu que se reunieron en uno sólo.
Las comunicaciones del valle mejoraron mucho justo cuando desapareció como comunidad, en los años cuarenta del siglo XIX, en que se construyó la carretera de Pamplona a Vera.
Poco antes de disgregarse el valle funcionaban en todo él dos molinos harineros de una piedra y tres de dos piedras, además de una ferrería que en 1847 elaboró 7.049 quintales de hierro. En Elgorriaga había dos minas de sal a las que se atribuía una producción algo superior a los 20.000 robos anuales.
Uno de los molinos se encontraba en la villa de Santesteban, que contaba asimismo en 1847 con dos alfarerías. Celebraba dos ferias al año, una en mayo y otra en noviembre, y dos mercados cada mes, principalmente de ganado vacuno y lanar.
Tenía además dos escuelas: una de niños, frecuentada por 64 y dotada con tres mil reales, y la otra de niñas con 40 alumnas y 414 reales de dotación; aunque las niñas daban además una retribución personal a la maestra. Servían la iglesia un párroco y dos beneficiados.
En los comienzos del siglo XX contó con el ferrocarril* del Bidasoa y, en los años veinte tenía dos centrales eléctricas, puesto de carabineros, central de los autobuses de línea de la sociedad “Aurrerá”; había doble servicio diario a Pamplona, Elizondo, Irún y San Sebastián.
Palacio
Consta como de cabo de armería en una relación remitida en 1723 por la Cámara de Comptos a la Cámara de Castilla, por orden de Felipe V. Por entonces pertenecía a don Antonio de Ozcáriz. El escudo de este solar era cuartelado: primero y cuarto, un árbol atravesado por un jabalí; segundo y tercero, una estrella de ocho puntas. Se cita ya este palacio en un rolde del año 1637.
Arte
La iglesia parroquial de San Pedro es un edificio de grandes dimensiones, fue levantado y ampliado en diversas épocas, especialmente en los siglos XVI y XVIII. Aunque en principio fue de nave única, más tarde se le añadieron dos capillas laterales. La existencia de poderosos pilares de sección circular le da casi el aspecto de iglesia de tres naves. La cabecera es semicircular. Se cubre con bóveda de lunetos en el último tramo, con bóveda de arista en el tramo central, y con cúpula sobre pechinas (con pinturas de los Evangelistas) en el inmediato a la cabecera; ésta lleva cubierta de cuarto de esfera. El crucero y las dos capillas añadidas se cubren con bóveda de lunetos. Al exterior tiene pórtico con una sencilla puerta de ingreso hacia el lado de la epístola. A los pies hay otra portada de líneas clásicas, de 1775. La torre se halla junto a la cabecera, al lado de la epístola. El primer cuerpo, de piedra de sillería, pasa por ser la torre del antiguo castillo de los señores de Lerín. En 1854 se le añadieron dos cuerpos más, enlucidos; la cubierta es de cuatro aguas. Los retablos que quedan son barrocos, del siglo XVIII. El mayor consta de banco, dos cuerpos y coronamiento, dividido todo en cinco calles, marcadas por seis columnas salomónicas de fuste decorado con follaje. Termina con un ático. La escultura, de tallas, es desigual y de diversas procedencias. En la calle central, sobre una Inmaculada moderna, están las tallas de San Esteban y San Pedro, finalizando con el Calvario. En los lados del crucero se hallan otros dos retablos, el de la epístola con un sagrario romanista. La caja del órgano, un “Caville Coll” de 1887, es de estilo rococó. La parroquia posee una cruz procesional gótica, de plata.
Bibliografía
T. Biurrun, El arte románico en Navarra, (Pamplona. 1936), p. 710. Varios, Navarra, guía y mapa. (Pamplona, 1986), p. 113.
Órgano
Cuenta con un ejemplar rococó. Este estilo, que afecta sobre todo a los aspectos decorativos, está muy presente en las cajas de los órganos. De esta época (segunda mitad del s. XVIII) quedan muchos, y son los de fachadas más llamativas y fastuosas.
Aunque se cambió la estructura del órgano, se mantuvo la caja.
Al finalizar las funciones religiosas de algunas fiestas importantes se formaba un cortejo precedido por el alcalde y el párroco. Al son de una melodía tocada por el txistulari se encaminaba a la Plaza en donde todos eran invitados a pan y vino. A continuación bailaban el Trapatán, danza circular en la que intervenían muchachos y muchachas, entre aquellos los mayordomos de la juventud.
En Carnaval solía interpretarse el Zaragi dantza, o baile del odre, al que golpeaban los dantzaris con sus makilas o palos. Todos los años se ondea la bandera de la villa al son de txistu ante el Santísimo Sacramento el día del Corpus Christi, y el día del Sagrado Corazón ante su imagen. Un síndico municipal es el encartado de esta ceremonia. (Danza*).
Además de sus ferias de ganado, a Santesteban le cabe el privilegio de ser una de las pocas localidades que ha conseguido la pervivencia del juego de Guante, modalidad de pelota en plaza libre.
Toponimia menor
Alto de la Cruz, término; Ameztia, regata; Asquín, alto; Borda de Oxácar, regata; Gaztelu, camino; Juan Pedro, caserío; la Junta, casa; Nocisenea, caserío; Olabidea, caserío; Oteiza, palacio y barrio; San Miguel, ermita; Santa Leocadia, camino; Santesteban, cantera; Topillaberro, alto; Urzalayeta, caserío.