CASTEJÓN
Categoría histórica: Lugar.
Categoría administrativa: Municipio.
Partido Judicial: Tudela.
Merindad: Tudela.
Comarca geográfica: Ribera del Ebro.
Población (1986): 3.132 habitantes de hecho, 3.332 de derecho.
Superficie: 18,5 km2
Densidad: 169,3 hab/km2
Altitud en el núcleo de viviendas: 273 m
Distancia a Pamplona: 78 km
Comunicaciones: Situado en la N-113, Pamplona-Madrid.
Gentilicio: Castejonero.
Geografía física
Es un municipio pequeño, limita con Valtierra por el N, Tudela por el E y S, Corella por el SO y Alfaro (Rioja) por el O. La totalidad del término está ocupada por los aluviones cuaternarios y actuales dejados por el Ebro. El carácter meandriforme y cambiante de su cauce explica que no forme frontera siempre con Valtierra. Desde la baja llanura aluvial de inundación (260 m), el terreno asciende por el S hasta los 320 m, formando diversos niveles de terrazas fluviales.
El clima es el mediterráneo-continental de la Depresión del Ebro, caracterizado, sobre todo, por la aridez estival, los acusados contrastes de temperatura y la intensidad y frecuencia con que sopla el cierzo. Los principales valores medios anuales son: 400-450 mm de precipitaciones, caídas en 50-60 días, 750-800 mm de evapotranspiración potencial y 14°-16º C de temperatura. La vegetación potencial, también perteneciente a la región mediterránea, ha sido fuertemente alterada por el hombre.
Es un municipio con una estructura productiva basada en el sector terciario y en la industria principalmente. En 1984 contaba con 928 puestos de trabajo, de ellos 584 lo hacían en 94 establecimientos de servicios.
La actividad más importante corresponde al transporte, que empleaba a cerca de 350 personas en 8 centros de trabajo; el ferroviario absorbía más del 95% del empleo de dicha actividad. Las actividades de administración local, orden público, enseñanza y sanidad ocupaban a 65 empleados distribuidos en 10 centros, tres de los cuales eran de enseñanza y uno de sanidad. Otra actividad terciaria importante es la del comercio, que ocupaban a 63 personas, 18 en el comercio al por mayor y la intermediación comercial.
El sector industrial empleaba a 308 personas distribuidas en 32 establecimientos, 197 trabajaban en la industria manufacturera y 111 en la construcción. Las actividades más importantes eran las de extracción y la fabricación de productos para la construcción, que agrupaban a 76 trabajadores, en 5 empresas, así como la industria de la madera y el mueble, que ocupaban a 63 personas en dos centros de trabajo.
El sector de la construcción consta de 9 empresas, 4 de las cuales son de instalación y montaje de edificios y obras.
La agricultura en Castejón se caracteriza por la explotación del regadío en régimen intensivo. Cuenta con una superficie regada que ocupa el 76,3% del total cultivado, dedicada fundamentalmente a cereales y forrajeras. El secano es fundamentalmente cerealista (trigo, cebada). La vid se cultiva más en regadío que en secano; no siempre fue así: se le dedicaron 2 Ha en regadío y 10 Ha en secano en 1935 y 56 y 28 Ha, respectivamente, en 1970. El olivo nunca figuró en las superficies catastrales. El almendro ocupaba 20 Ha en 1983, en plantación regular, y había más de 7.000 árboles diseminados. La ganadería tiene poca importancia fuera de la de carácter industrial (cerdos, gallinas reproductoras y ponedoras selectas). Tampoco la tuvo mayor en épocas pasadas. Como en todas partes, el ganado de labor ha sido sustituido por la maquinaria: en 1950 había 27 cabezas de caballar, 17 de mular y 15 de asnal 7, 2 y 3 respectivamente en 1982. Los comunales ocupan el 20% de la superficie del municipio, en su mayor parte regadío.
Buscaban su primer empleo en el municipio (1984) 105 personas.
Desempleo registrado (31.3.1987): 295 personas.
Presupuesto municipal (1987): 103.589.000 pts.
Heráldica municipal
En 1953 la Diputación Foral le concedió el actual: Cuartelado en cruz. l.° y 4.° de gules y un castillo de oro aclarado de gules. 2.° y 3.° de plata y tres fajas de sable. En 1923, también la Diputación le dotó de otro escudo consistente en las cadenas de Navarra, llevando en el centro una locomotora como signo de progreso. Durante la II República lo cambió por otro en el que figuraba una barca tripulada por un remero.
Casa Consistorial
La Casa Consistorial, construida en el siglo XX, sin estilo arquitectónico definido y siguiendo la línea estructural de las construcciones que le rodean, ha sido sometida una reforma en su interior y repristinación de su fachada. El Ayuntamiento está regido por alcalde y diez concejales.
Arqueología
En su término se localiza una serie de asentamientos arqueológicos de diversas épocas en los lugares denominados Cerro de la Brea*, Cerro del Soto*, El Castillo* y el Montecillo*. También dentro del municipio se realizaron excavaciones en las que se encontraron diversos restos de época romana (objetos de bronce, monedas, cerámica etc.).
Aparece expresamente inscrito en el área de vigencia del fuero otorgado por el rey Alfonso I el Batallador a Tudela a raíz de su reconquista (1229). Con todo, no se segrego de Corella, como municipio propio hasta 1929, y durante toda la Edad Media fue lugar de señorío. En 1350 poseía 16 fuegos; 4 en 1366, uno de ellos hidalgo; 14 habitantes en 1786 y sólo 8 en 1824. Parece que lo poseyó primero el linaje de Rada hasta que Sancho VII el Fuerte lo incorporó al patrimonio de la Corona (1222). Teobaldo I lo concedió como feudo hereditario a Guillermo Pérez de Castejón (1244); de éste descendía quizá Martín Gil de Atrosillo, obligado a entregar el lugar por 2.200 libras a la reina Juana II (1344), a quien no había prestado el preceptivo homenaje. Carlos II lo volvió a encomendar (1351) por 1.000 libras al caballero aragonés Juan Jiménez de Urrea y su esposa María Jiménez de Atrosillo. Ante el peligro que las hostilidades entre Castilla y Aragón suponían para la plaza, el infante Luis la transfirió al navarro Pedro Martínez de Urniza (1360), con los correspondientes emolumentos, incluidos los devengados por el frontón; se liberó, sin embargo, de su pecha a los labradores damnificados por las correrías castellanas. Después de haberlo otorgado a su chambelán Martín de Aibar, Carlos III transfirió el señorío a su ahijado Carlos de Beaumont (1399), hija de alférez del mismo nombre y de María Jiménez de Buil o Atrosillo, descendiente ésta probablemente de los antiguos titulares aragoneses del lugar. Este recargó luego en Luis, hermano de Carlos, el cual lo cambió (1453) a otro de sus hermanos, el prior sanjuanista Juan de Beaumont, por las villas de Atondo, Murco y Orcoyen. Siguió luego vinculado al mismo linaje de los Beaumont.
En 1672, la ciudad de Tudela había vendido a la villa de Arguedas el soto llamado de la Barca. Castejón permaneció sometida a régimen señorial hasta la primera mitad del siglo XIX en que ese régimen desapareció. En 1802 no tenía tierra de cultivo, sino sólo de pastos.
En 1850 contaba con una sola casa habitada por pastores y una venta perteneciente a la Diputación. Con la reforma administrativa de los años se había integrado en el ayuntamiento de Valtierra, del que luego pasó a Corella; se constituyó en concejo en 1922 y se segregó como ayuntamiento propio en 1927.
La suerte de Castejón cambió por lo demás con la construcción del empalme que unía Pamplona con la línea ferroviaria del Ebro, en 1859-1861. Tras la guerra de 1872-1876, empezaron a multiplicarse los edificios alrededor de la estación.
Castillo
El primitivo pueblo de Castejón estuvo defendido por un castillo que servía de defensa frente a los castellanos. En 1222 hubo algunas diferencias sobre el señorío de la villa y el castillo, entre Bartolomé Jiménez de Rada y el rey Sancho el Fuerte, que terminaron con el sometimiento de aquél y consecuente homenaje de fidelidad. Nuevo homenaje prestó Guillén Périz de Castejón en 1244 a Teobaldo I, por sí y por sus herederos. En 1344 tenía el señorío Martín Gil de Atrosillo, a quien se lo embargó el rey Felipe de Evreux, en compensación de cierta deuda y por no haberle prestado el homenaje preceptivo. Carlos II lo restituyó, junto con el pontón que existía al pie del castillo, en 1351, a Juan Jiménez de Urrea y María Jiménez de Atrosillo. Con ocasión de la guerra de 1360, ante el peligro de un ataque castellano por ser Urrea aragonés, el infante Luis le requirió a que se pusiese un alcaide navarro, y no habiéndolo hecho, lo ocupó por las armas, confiando la guarda a Pedro Martínez de Urniza. En los últimos años del siglo XIV tenía la villa y castillo Martín de Aibar, a quien se lo tomó Carlos III para darlo a su ahijado Carlos de Beaumont, nieto del infante Luis, e hijo del alférez del Reino. En 1453, en época de las luchas civiles, poseía pueblo y fortaleza Luis de Beaumont, que lo permutó con su hermano Juan, prior de San Juan en Navarra, por Orcoyen, Atondo y Murco. Posiblemente el castillo habría resultado dañado por entonces.
En 1802 el señorío pertenecía al marqués de Santacara, que nombraba al alcalde.
La Parroquia de San Francisco Javier fue inaugurada en el año 1944 pero guarda en su interior un pequeño retablo manierista de hacia 1570 procedente de Ollogoyen y un copón de plata del año 1776 con punzones de Méjico y del ensayador mejicano Diego González de la Cueva.
Arquitectura civil
La trama urbanística se moderna, con calles trazadas a cordel y edificios de nueva planta. Destaca, sin embargo, en el conjunto el palacio de los vizcondes de Quirós, construido en el año 1675 por el maestro de obras de Corella Francisco Monje.
Toponimia menor
Casa del Melonar, camino; Malacena, término; Malasena, corral; Melonar, barranco; Paso de Esparza, camino; Pozo, corral; Rincón, el, corral.