LEITZA
Categoría histórica: Villa.
Categoría administrativa: Municipio.
Partido Judicial: Pamplona.
Comarca geográfica: Leizarán.
Población (1.986): 3.136 habitantes de hecho; 3.176 de derecho.
Superficie: 98,1 km2
Densidad: 32 hab/km2
Altitud en el núcleo de viviendas: 669 m.
Distancia a Pamplona: 38,5 km
Comunicaciones: Carretera comarcal N-170, Lekunberri-Leiza-Santesteban que se une cerca de Lekunberri con la nacional N-130, Pamplona-San Sebastián.
Gentilicio: Leitzarra o Leizatarra.
Geografía
Limita al N con Goizueta, el E con Ezcurra y Basaburúa Mayor, al S con Larráun y al O con Areso y Berástegui (Guipúzcoa). En su término se distinguen tres unidades geomorfológicas: el macizo paleozoico de las Cinco Villas, formado principalmente por esquistos del Carbonífero parcialmente recubiertos por el Trías Inferior detrítico, tiene un relieve caótico, de cumbres suaves (en torno a 800 m), laderas empinadas y gargantas profundas, con fallas abundantes que han facilitado, en algunos lugares, el afloramiento de ofitas; la depresión intermedia ha sido excavada por la erosión en el flysch del Cretácico Superior y se prolonga hacia el E por el río Ezcurra y hacia el O hasta a frontera guipuzcoana (400-500 m); en ella se encuentra Leiza; las montañas del S pertenecen a lo que Lamare llamó el manto de los mármoles; está formado por calizas y margas apizarradas, más o menos metamorfizadas, del Jurásico y Cretácico Inferior principalmente, y culmina a 800-1000 m (Guraz, 955 m; Corneta, 1054 m).
Llueve mucho, con regularidad intermensual e interanual bastante grande, las oscilaciones de la temperatura son moderadas, no hay ningún mes seco; todas estas son características del clima templado-atlántico, más o menos modificado con la altitud. Algunos datos medios anuales son: 12º-13ºC de temperatura, 1.600-2.000 mm de precipitaciones, caídas en unos 180 días, y unos 650 mm de evapotranspiración potencial.
El territorio pertenece a la provincia botánica atlántica y estaría en su mayor parte cubierto por hayedos en las partes altas, robledales de Quercus robur en las bajas y castañares en las intermedias. Los hayedos son los bosques más extensos, sobre todo en la parte central del municipio. Los robledales quedan reducidos a diversos islotes, el más importante de los cuales está en el NE. Hay, además, fresnales puros y con mezclas de castaño, roble, haya y aliso. Los bosquetes de repoblación cubren unas 650 Ha de pino insigne, alerce del Japón, etc.
El sector secundario emplea al 70% de la población activa ocupada en el municipio. Esta importancia industrial de Leiza da lugar a que numerosas personas residentes en municipios circundantes tengan su puesto de trabajo en este, lo que supone que más de un tercio de la mano de obra (600 personas) resida en otros municipios. En este sector trabajan 1.185 personas distribuidas en 35 establecimientos. La industria manufacturera ocupa a 1.138 trabajadores en 25 empresas, destaca por el número de empleo la industria del papel (1.073 personas ocupadas). El sector de la construcción ocupa a 47 trabajadores distribuidos en 10 establecimientos, de los cuales 6 son de edificación y obras.
Los servicios ocupan a 299 personas distribuidas en 136 establecimientos. Las actividades con mayor nivel de empleo son: enseñanza 72 personas, comercio 62, hostelería y venta de bebidas 27, transporte 25, administración local y orden público 22 y reparación de vehículos 19.
El sector primario es el de menor nivel del municipio, 194 personas realizan tareas agropecuarias, si bien sólo 121 desempeñan estas labores como dedicación principal. Prados y cultivos destinados a la alimentación del ganado acaparan la mayor parte de la superficie agraria útil. El censo ganadero de 1982 incluía 1.167 cabezas de ganado bovino, 6.466 de lanar, 67 de cabrío, 360 de caballar, 802 de porcino, 13.000 gallinas y 16.000 pollos. El bovino, muy superior a lo que tradicionalmente fue, está formado por vacas de raza frisona (776), parda alpina (188), charolesa (18), pirenaica (65) y procedente de diversos cruces (120). El lanar es de raza lacha y no difiere mucho en cantidad de lo que anualmente hubo a lo largo del siglo XX. El caballar, principalmente formado por yeguas de vientre, es del tipo poney navarro. Gran parte de este ganado ha sido tradicionalmente ganado de monte. En los últimos años ha progresado la estabulación, ha aumentado el número de reses de razas extranjeras y ha aparecido la ganadería industrial porcina y aviar.
En cuanto a los bosques, el haya comprende el 49% de la superficie forestal, las mezclas de frondosas el 30%, el roble el 12%, el castaño el 7% y el pino, el resto. Los cortes de madera suelen oscilar entre 3.800 y 4.500 metros cúbicos por año, de los que el 80% corresponde a madera de haya, el 10% a roble-haya y el resto a madera de pino. El terreno comunal supone el 64% de la superficie agraria, abarcando el 60% de la superficie forestal y el 90% del pastizal.
La población activa de Leiza se cifra en 1.151 personas, de las cuales 122 se hallan en situación de paro y unas 600 personas residen en otros municipios.
Hasta su reciente industrialización en la villa solía vivir algo menos de la mitad de los habitantes del municipio; en los últimos censos supera el 70%. El resto de la población vive en los barrios de Arquisquil*, Erasote*, Erreca*, Gorriztarán y Mayetaldea*
Desempleo registrado (31.3.87): 152 personas.
Presupuesto municipal (1987): 88.727.000 ptas.
Heráldica municipal
Leiza. Según una ejecutoria de nobleza extendida por don Joseph de Guerra y Villega, Rey de Armas de S. M. Felipe V, “las primitivas Armas de Leyza, del Reyno de Navarra …: Son un Escudo en Campo de oro, y sobre él un Roble Verde, al pie un lobo en su color natural, andante; y en torno una Orla sangrienta con ocho Aspas de Oro, cuyas misteriosas y alusivas significaciones manifiestan el alto honor de su sangre pues en el sentir del Fiscal Juan García, el Doctor Insasti y sus comentadores, dicen que el Oro en el Arte Heráldico es viva imagen de la Luz, Poder, Constancia, Sabiduría y Nobleza; sobre que hay Ley promulgada para que ninguna persona pueda poner, gravar y poner Oro en sus escudos de Armas, no siendo de la calidad que va prevenida; el Roble la Fortaleza y el Esfuerzo y la Providencia por haber sido su fruto el primer alimento de los hombres; el Lobo por tropheos de vencimiento y hechos valerosos y parentesco con la esclarecida Casa de los Señores de Vizcaya, como las Aspas por el propio motivo y haber concurrido en la batalla de Baeza, día del Apóstol San Andrés, que la tiene por insignia de su martirio, que fue en ella y este subceso año de 1227, y así el Señor de Vizcaya y sus parientes las pusieron en sus escudos por Orla, a quien los Armistas llaman Sutueres y hoy usa de ellas hasta Casa de Leyza …”.
Casa Consistorial
Fue construida en el siglo XVIII, según planos de Ignacio de Lecuona, y reconstruida en 1917, por Guillermo Izaguirre, de Tolosa.
Edificio con características propias de la zona montañosa, construido en piedra de sillería. En la planta baja tiene una galería de nueve arcos, que conforman un amplio porche.
El ayuntamiento está regido por alcalde y diez concejales.
En su término se sitúa parte de la estación dolménica de Aritz-Ireber* concretamente los dólmenes Bioztain* I y II.
Villa de señorío realengo, cuyas pechas actualizó por “fuero” el rey Sancho VI el Sabio (1192), cifrándolas en cuatro sueldos por vecino. En 1280 abonó por dicho concepto la suma de 96 sueldos. Sufrió un incendió en 1421 y luego fue arrasada por los guipuzcoanos en los incidentes fronterizos con Castilla (1444), por lo que el príncipe Carlos de Viana la liberó del pago de cuarteles durante treinta años. Formó con Areso un sólo municipio (Leizarán), hasta 1770.
Leiza daba posesión mediante elección al alcalde y almirante de su territorio. Con las reformas municipales de 1835-1845 quedó como ayuntamiento de derecho común.
A finales del siglo XVIII había cuatro ferrerías en que se labraban 4.000 quintales de hierro, la mitad de clavazón para la armada. En un martinete se tiraban planchas de cobre y hacían calderas, chocolateros, marmitas y serpentinas para destilar aguardiente. Se trabajaban 52 piezas de márraga de 50 varas cada una en el único telar que había en la villa.
En 1847 tenía escuela, dotada con 4.000 reales; la iglesia contaba con un abad -de provisión del rey y de los vecinos según el mes en que vacaba- y tres beneficiados; quedaban dos ferrerías y la fábrica de cobre, funcionaban además una fábrica de papel, ocho fraguas y tres molinos harineros.
Leiza progresó de manera notable durante la mitad del siglo. En los años veinte contaba con cuatro molinos, telégrafos y teléfonos, puesto de la guardia civil y de carabineros, hospital y dos serrerías, habían recobrado parte de su importancia merced al ferrocarril de Plazaola, directo de Pamplona a San Sebastián.
Castillo
La villa de Leiza contaba en época medieval con una torre o casa fuerte para su defensa, de la que no han quedado vestigios. En 1318 estaba a cargo de ella el merino Juan López de Urroz. Posteriormente, en 1328 aparece como alcaide Fernando Ruiz de Aráiz, que percibía una retenencia de 10 libras y 50 cahíces de trigo anuales. Le sucedió Juan García de Reta, fallecido en 1339, y a éste, Gil García de Yániz.
Carlos II Evreux confió la guarda de la fortaleza en 1364 a Pero de Aguerre. Cinco años después, Martín de Odériz, carpintero de Leiza, llevó a cabo reparaciones que costaron más de 30 libras. Era alcalde a la sazón Adán de Urtubia. Por estos años, la retenencia suponía ya únicamente 8 libras y 40 cahíces. La reina doña Juana confió la guarda en 1371 al escudero Lope Ibáñez de Eraso, señor del palacio de su apellido, y al año siguiente, a García Pérez de Ax, señor de Narbarte.
En 1392 realizó una visita de inspección a la torre el famoso mazonero Martín Pérez de Estella con sus ayudantes. Pese a ello, en 1400 consta que la fortaleza estaba derribada. Unos años más tarde, en 1410, la reina doña Leonor, esposa de Carlos III el Noble, mandó al merino ir a Rentería, a buscar mazoneros para reedificar la torre. En 1429 se hacían obras nuevamente, a cargo de Lope de Cizúrquil, y también en 1450. Por los años 1460-65 aparece como alcaide Martín de Eraso. Posiblemente fue el último, porque en 1471, la fortaleza fue destruida por la artillería de los guipuzcoanos, y ya no volvió a reedificarlos.
La iglesia parroquial de San Miguel Arcángel es un edificio realizado en piedra, de planta de cruz latina, con capillas entre los contrafuertes, que se cubre con bóveda de cañón con lunetos, menos en el crucero que lo hace con bóveda de crucería. Los accesos están localizados en la zona de los pies (1770) y en ambos transeptos, protegidos por un profundo pórtico que se prolonga lateralmente, al que se llega por unas escaleras de carácter monumental.
El mobiliario actual lo constituyen unos cuantos retablos, de factura moderna, distribuidos entre presbiterio y transeptos.
El retablo mayor en un principio estuvo destinado en el transepto del lado de la epístola y al trasladarlo de emplazamiento hubo que ampliarlo lateralmente, incorporando pilastras en sus calles laterales para completar los lados de la cabecera. La mazonería original pertenece al estilo barroco (2.ª mitad del siglo XVII) con empleo de columnas salomónicas decoradas con motivos vegetales y racimos de uva. Se atribuye la obra al maestro arquitecto Miguel de Bengoechea (ca. 1680) y su hijo. Consta de banco, tres calles de dos pisos y coronamiento, todo ello profusamente dorado. En los transeptos, sendos retablos (ca. 1800) de talla, similares en cronología y estilo, dedicados a la Virgen de los Dolores (lado epístola) y a la Virgen del Rosario, enmarcadas por columnas gigantes de orden jónico.
El pueblo conserva tres bellos puentes de piedra sillar y ojo único sobre la regata Leizarán. Se les reconoce con los nombres de puente Kandeletxe, puente Rezuma y puente de Mikelenea.
Sobre la regata Erroizte, entre los campos de Urdola y Sarasain, más próximo a éste y junto a una fuente, se conserva también otro puentecillo de piedra sillar.
En el término se halla la ermita de Santa Cruz.
Su Ingurutxo*, o danza circular que se baila con ocasión de las fiestas patronales de San Tiburcio, 11 de agosto, puede considerarse por sus melodías como el más importante de este tipo en Navarra. Intervienen muchachos y muchachas. Consta de tres partes a las que posteriormente se le añadió un Fandango y una Purrusalda. En una de ellas, el Belauntziko, se cantan en verso las luchas que se tuvieron en épocas lejanas con la villa de Areso. Especial papel desempeñan los mayordomos de la juventud. El último día de las fiestas tenía lugar el Antzara ioku o juego del ganso. *Ingurutxo. *Danza.
Las fiestas patronales en honor de San Tiburcio se celebran del 10 al 15 de agosto.
Toponimia menor
Achuste, término; Arbitrios, casa; Areso, apeadero; Arquisquil, barrio; Arrechulo, término; Baztarla, alto; Bidegorrieta, término; Condizaratz, término; Corneta, término; Erasote, barrio; Erazote, arroyo; Erepel, término; Guraz, término y alto; Huici-Lideta, término; Irueta, término; Irumugarrieta, término; Irusu, alto; Itola, término; Leiza, población (cp.), estación y central eléctrica; Mayeta, barrio; Mugaco Eguíe, término; Plazaola, estación; Sarobeberri, término; Ulízar, alto; Urquizu, término; Urtézar, alto; Zumarreta, término.