INGURUTXO
INGURUTXO
Danza social en la que intervienen hombres y mujeres que con diversos nombres se ha bailado en casi toda Navarra.
El de Leiza, es quizá, el más importante por sus variadas melodías y por su coreografía. La responsabilidad de la danza con todo su ceremonial es del hombre, y la mujer recibe su homenaje. Se compone de tres partes distintas: Soka dantza o danza de la cuerda, Inguru aundi o danza circular grande e Inguru txiki o danza circular pequeña.
La Sokadantza es la invitación al baile, los muchachos en cadena hacen su presentación en la plaza conducidos por los dos mayordomos de la juventud en el primero y último puesto y sus servidores. Son estos dos personajes los que destacándose de la fila bailan un Belauntziko y a continuación el segundo y penúltimo dantzari van en busca de la muchacha elegida para pareja del primer bailarín que baila en su homenaje. Con el mismo ceremonial se trae a otra muchacha para el otro mayordomo que también baila en su honor y así hasta completar todas las parejas.
Posteriormente, bailan sueltos, frente a frente, con los brazos en alto y unidos por pañuelos, alrededor de la plaza, en sentido inverso a las agujas del reloj. Forman un puente como rito seleccionador, bajo el que pasan todas las parejas y continúan haciendo otras evoluciones. En el rito selectivo, si los dantzaris del arco bajaran los brazos, era señal de que impedían a alguno la participación en la danza. Una melodía cantada en vasco recuerda las luchas entre Leiza y Areso.
Solo dos parejas, la primera y la última, inician el baile alrededor de la plaza con la melodía del Inguru aundi, les siguen en la segunda vuelta las demás y forman un túnel para el rito seleccionador de las muchachas. La tercera parte de la danza es el Inguru txiki, las parejas danzan sueltas con los brazos en alto alrededor de la plaza. Aquí finalizaba antiguamente, pero se le añadieron otras dos partes que no son indígenas, pero que tuvieron mucha aceptación: el Fandango, especie de jota sin canción que se baila en un gran círculo, y la Porrusalda, danza muy rápida con las parejas enfrentadas. Se bailaba en las fiestas de la villa por la tarde comenzando a las cinco, y una vez finalizado, participaba en el baile todo el pueblo hasta que, entre dos luces, le ponía fin el toque de campana de la torre parroquial: tres campanadas intermitentes y espaciadas y algunas seguidas y rápidas.