OTEIZA
Categoría histórica: Villa.
Categoría administrativa: Municipio.
Partido Judicial: Estella.
Merindad: Estella.
Comarca geográfica: La Solana.
Población (1986): 957 habitantes de hecho, 972 de derecho.
Superficie: 48,4 km2
Densidad: 19,3 hab/km2
Altitud en el núcleo de viviendas: 510 m.
Distancia a Pamplona: 51 km.
Comunicaciones: Situado en la comarcal NA-132, Estella-Tafalla-Sangüesa que se une cerca de Villatuerta con la general N-111, Pamplona-Logroño.
Geografía
Limita al N con Villatuerta, al E con este municipio, Mendigorría y Larraga, al S con Lerín y al O con Allo, Dicastillo, Morentin y Aberin (con los dos primeros y parte del tercero, el Ega le sirve de frontera).
Desde el punto de vista geomorfológico el territorio es llano, sobresaliendo una serie de colinas (Santa Bárbara 581 m al N; la Colina en que se asienta la villa de Oteiza 513 m; San Bartolomé 520 m al E, y altos de San Marcos 492, 507 m al S) que marcan el interfluvio Ega-Arga. Afloran las arcillas y areniscas con paleocanales del Mioceno (facies de Ujué) y las arcillas con areniscas, limos y al S yesos del Oligo-Mioceno; ambas series están suavemente plegadas en sinclinales y anticlinales y parcialmente recubiertas por materiales cuaternarios.
El clima y la vegetación corresponden al dominio mediterráneo en su variedad continental. Los principales valores metereológicos medios anuales son: 12°-13°C de temperatura, 400-600 mm de precipitaciones, caídas en 60-100 días, y 700-725 mm de evapotranspiración potencial. La cubierta vegetal arbórea -encinas, quejigos-que cubrió el término, está muy degradada por intervención abusiva y multisecular de pastores, labradores, etc.
Cerca del 80% de la población activa del municipio realiza labores agropecuarias, si bien únicamente el 55% de la población ocupada en el municipio tiene una plena dedicación a dichas labores y de esta una parte es de Lerín.
Salvo pequeños huertos familiares, todo el espacio agrícola es de secano. En él, los cereales ocupan el primer lugar y la cebada supera en extensión al trigo. Del resto de los cultivos herbáceos cabe destacar la veza (en regresión) entre los forrajes, el girasol (de 21 Ha en 1983 a 400 en 1984) y la colza entre los cultivos industriales, el espárrago y el guisante verde y algunas leguminosas. En cuanto a los cultivos leñosos, hay unos 3.000 árboles frutales diseminados (entre los que destaca el almendro), 12 Ha de viñedo y 50 de olivar. Estos últimos cultivos han sufrido un gran retroceso; a fines del s XIX, antes de la filoxera, la vid ocupaba 307 Ha, más 11 Ha en cultivo asociado con el olivo; éste último llegó a cubrir 145 Ha en 1906. El descenso rápido se ha producido después de 1970, debido principalmente a la Concentración Parcelaria que se realizó en 1973 en Oteiza y en 1981 en el término de Baigorri; el total de hectáreas concentradas fue de 4.306 y afectó a 751 propietarios reduciendo a 1.092 las 4.834 parcelas hasta entonces existentes.
El ganado de labor prácticamente ha desaparecido; en 1920 había 24 cabezas de vacuno, 61 de caballar, 164 de mular y 77 de asnal, y en 1982, 7 de mular y 5 de asnal. El bovino de granjería, que nunca fue importante, ascendía a 92 reses en 1982. El lanar, de raza rasa aragonesa, había disminuido a 380 cabezas (1.080 en 1950), y el cabrío bajó de 271 a 30 en el mismo período. La cría industrial de porcino sumaba 718 cabezas, las aves de corral 1.520 y las conejas reproductoras 450. En 1906 se fundó una Cooperativa agrícola Caja Rural, en 1946 una Bodega Cooperativa y un trujal Cooperativo “San Francisco Javier”, en 1947 una Cooperativa Agrícola “Santa Bárbara”, en 1959 una Cooperativa del Campo HSL, y en 1980 se formó y construyó una Sociedad Cooperativa Limitada Cerealista “La Solana”.
La existencia de un monte abierto y leñoso relativamente extenso poco propicio para la extracción de madera, hace que los cortes de ésta no sobrepasen los 150 metros cúbicos anuales. Los comunales ocupan 550 Ha (11,6% de la superficie censada).
El sector secundario de Oteiza abarca la distribución de energía, dos forjas de metales, un trujal de aceite, una carpintería mecánica y dos empresas de la construcción que empleaban en 1984 a 36 personas.
El sector servicios empleaba a 60 personas, que se distribuyen en 29 centros de trabajo. Destacan las actividades de: comercio (15 empleados), sanidad (8), transporte (7), venta de bebidas (6), administración local y orden público (6), banca y ahorro (4) y enseñanza (4). Otras actividades del sector existentes en el municipio son: reparación de vehículos, venta de carburantes, comunicaciones, servicios religiosos y servicios personales y domésticos.
La población activa del municipio se elevaba a 357 personas, de las cuales 70 se hallaban en desempleo y 125 tenían su puesto de trabajo fuera del municipio.
Desempleo registrado (31.3.1987): 77 personas.
Presupuesto municipal (1987): 61.014.000 ptas.
Heráldica municipal
Trae de gules y un castillo de oro ardiendo, y entre las llamas una mano, en su color natural, sosteniendo unas llaves de oro puestas en sotuer. Recuerda este blasón el incendio y destrucción que sufrió por los partidarios del Príncipe de Viana y el valor y fidelidad de sus defensores.
Casa Consistorial
Fue construida en 1982, con diseño moderno y funcional. Ocupa el mismo solar de la precedente, que fue derribada. El edificio anterior había sido construido en el siglo XVIII y constaba de dos cuerpos y ático. El Ayuntamiento está regido por alcalde y ocho concejales.
En su término se localiza el asentamiento arqueológico de Tuturmendia* y de Florín*. También existe noticia del hallazgo de una serie de inscripciones romanas, uno de cuyos textos hace referencia a bandidos de la zona. De los alrededores de la ermita de San Tirso procede un miliario romano.
El rey Sancho de Peñalén donó (1074) al monasterio de Irache las rentas de sus mezquinos en el lugar y derechos sobre su iglesia de San Salvador. Dos años más tarde, el abad de Irache recibió en permuta del de San Juan de la Peña una heredad en la villa.
El noble García Almoravid disfrutó de rentas de collazos del lugar hasta que le fueron confiscadas por la Corona tras la guerra de la Navarrería (1276-1278), momento en el que ascendían a 65 sueldos 13 cahices y medio de trigo y otros tantos de cebada y vena. A su vez, Irache siguió percibiendo en la villa la pecha de sus labradores, con quienes sostuvo un pleito que fue sentenciado en 1315. En ese mismo siglo la claustría de la catedral de Pamplona poseía heredades en su término. El rey Juan II enfranqueció (1456) a sus vecinos de la pecha que debían a la Corona por los servicios prestados en la guerra civil.
Contaba en 1366 con 34 fuegos que fueron aumentando a 49 en 1427, 93 en 1553 y 58 en 1646. Tenía 458 habitantes en 1786 y 1042 en 1857. Su iglesia parroquial estaba dedicada a San Miguel tras incorporarse en 1736 la consagrada a San Salvador (Baigorri*).
En 1291 ya figuraba incluida en La Solana*, aunque en la Baja Edad Media se la relacionaba dentro de las villas de la Ribera estellesa. Durante la Edad Moderna y hasta 1845 volvió a estar en el valle, pero con su condición peculiar de villa. Ese año pasó a ser municipio de régimen común y poco tiempo después (1852) Baigorri* pasó a ser jurisdicción de Oteiza.
Tuvo dos parroquias hasta 1736 en que, por amenazar ruina, la del Salvador se agregó a la de San Miguel. En ésta había en 1802 párroco y cuatro beneficiados; el primero era presentado por los vecinos, y los otros cuatro por el párroco o el rey según el mes en que vacaban.
En 1847 tenía dos escuelas, una de niños, frecuentada por unos 40 y dotada con dos mil reales, y la otra de niñas, a la que solían acudir otras tantas y cuya maestra percibía 1.200; funcionaba un molino harinero.
En 1885 se tiene constancia de la existencia de un Hospital en el Barrio de la Plaza, que se mantenía mediante limosnas.
En los años veinte de nuestro siglo había en funcionamiento un molino de aceite y la villa contaba además con fábrica de gaseosas.
Arte
En la Parroquia de San Miguel se advierten varias etapas constructivas diferentes. El espacio de la nave parece corresponderse con el de la primitiva iglesia románica de la que no quedan restos, mientras que el crucero con su bóveda estrellada, las dos capillas laterales cubiertas por bóvedas de terceletes y la cabecera poligonal sobre la que voltea una bóveda gallonada de nervios pertenecen a la ampliación del siglo XVI. De esta centuria data también el espacio de la sacristía, más tarde cubierta con una media naranja rebajada articulada por fajas radiales. Semejantes a ella son las cúpulas rebajadas de las dos capillas laterales añadidas en el Barroco por el lado del Evangelio. Estas obras se deben a la labor del cantero de Arróniz Francisco de Ibarra en los años 1704-1705, igual que la remodelación de la nave que se articula ahora en cinco tramos por medio de arcos fajones y bóvedas de cañón con lunetos; por las mismas fechas se construyó la bóveda rebajada del sotocoro y, quizás, el pórtico, si bien éste se decoró con temas geométricos en el último tercio del siglo XVIII. En la torre, obra de sillería igual que el resto del edificio, trabajó el cantero de Mendavia Martín de Cerrote durante el primer tercio del siglo XVII.
El retablo mayor, de estilo barroco tardío, está presidido por una talla de San Miguel, obra de cierta calidad igual que las imágenes de San Pedro y San Pablo, todas ellas de estilo barroco; en el ático se aprovecha un Crucificado del primer tercio del siglo XVI con rasgos goticistas. De hacia 1780 son los dos retablos gemelos de la Virgen del Rosario y de San José, así como la sillería de coro. Se guarda también en esta parroquia una imagen románica de la virgen del Patrocinio que, junto a la pila bautismal, parece resto de la iglesia primitiva. Quedan asimismo otras varias esculturas de diferentes épocas, algunas de ellas procedentes de la iglesia de Baigorri, a saber: San Nicolás de Tolentino y San Francisco de Asís, de estilo romanista, y Santa Gertrudis y la Virgen del Carmen, obras de estilo popular de mediados del siglo XVIII.
La Ermita del Salvador o de Santa Bárbara tiene una planta de cruz latina con nave única de dos tramos, brazos del crucero rectos y cabecera poligonal, construido todo ello en sillar y mampostería a lo largo del siglo XVI. Todas las cubiertas, tanto las de cañón como la de arista que voltea sobre el crucero son añadidos neoclásicos de los años finales del siglo XVIII, igual que la portada a los pies de la nave. A esta última etapa pertenece también todo el conjunto de retablos.
La Ermita de San Tirso, de estilo popular y de cronología incierta, engloba entre sus muros un miliario de piedra de la época de Adriano.
Toponimia menor
Abajo, balsa; Bacicadorría, término; Baigorri, término y población; Balsa de Abajo, barranco; Cabaña de Achuri, término; Echevarría, corral; Egarisun, término; Escobal, término; Esparza, casa; García, casa; Garoz, fuente; Gómez, corral; Goñi, casa; Guadañón, corral; Hesbelza, barranco; Labori, término; Lanzola, barranco; Lizharra, término; Matazarra, término; Matazorra, corral; Maurete, barranco; Nueva, balsa; Nuevos, corrales; Ozálaz, barranco; Ozáldez, barranco; Portazgo, casa; Prado, barranco; el Raso, balsa; la Salada, corral; San Bartolomé, alto; San Cristóbal, barranco; San Tirso, ermita; Villa, corral; Zamaca, barranco; Baigorri, camino.