MARCILLA
Categoría histórica: Villa.
Categoría administrativa: Municipio.
Partido Judicial: Tafalla.
Merindad: Olite.
Comarca geográfica: Bajo Aragón.
Población (1986): 2.358 habitantes de hecho, 2.420 de derecho.
Superficie: 21,9 km2
Densidad: 107,7 hab/km2
Altitud en el núcleo de viviendas: 290 m
Distancia a Pamplona: 63 km
Comunicaciones: Situado en la comarcal NA-128, Caparroso-Peralta, que cerca de Caparroso se une con la general N-121, Pamplona-Tudela.
Gentilicio: Marcillan.
Geografía
Limita al N con Falces, al E con Olite y Caparroso, al S con Villafranca y al O con Funes y Peralta. Su término municipal es alargado y estrecho y se orienta arqueadamente de N a S; lo atraviesa de E a O por su parte meridional el río Aragón.
Casi en su totalidad, el territorio perteneciente a Marcilla está formado por los aluviones que en el Cuaternario fue dejando con sus inundaciones el Aragón. Dichos aluviones recubren los sedimentos continentales oligo-miocénicos típicos de la Ribera y se hallan escalonados en diversos niveles de terrazas. El punto más alto del término está a 374 m, en el N, y el más bajo en el Aragón, a unos 280 m.
Los caracteres climáticos son inviernos fríos (media de enero 5, 4.º C), veranos calurosos (media de agosto 22° C), precipitaciones escasas aleatorias (460 mm de media al año), verano seco y cierzo frecuente. El clima es, en conjunto, claramente árido (evapotranspiración potencial media, unos 750 mm). La vegetación natural es de tipo xerófilo.
Economía
Municipio de estructura productiva equilibrada entre los tres sectores económicos. El secundario emplea a 336 trabajadores (40% de la población ocupada en el municipio) sobre un total de 836, aquellos se distribuyen en 20 establecimientos.
La actividad más importante en el municipio es la industria agroalimentaria, que con siete empresas ocupa a 262 trabajadores, de ellos 155 en la industria de conservas vegetales (4 establecimientos). Destaca una planta de congelados de verduras con más de 100 empleados. El volumen de productos hortícolas y frutas tratado por las cuatro conserveras se estima en 12.000 toneladas año. Otras actividades del ramo son el sacrificio de reses (3 empleados), la industria del azúcar (20) y la fabricación de productos para la alimentación animal (55). Dentro del sector también son destacables la construcción de maquinaria agrícola (4); confección textil (20); e industrias de la madera (4). La distribución de agua ocupa a 2 trabajadores en dos centros. El subsector de la construcción ocupa, en 7 empresas a 42 trabajadores.
El sector agropecuario emplea a 303 personas, de ellas 248 con dedicación exclusiva.
Casi las tres cuartas partes del término están cultivadas, debido a la topografía llana y los suelos aluviales. Secano y regadío tienen una extensión parecida, aunque el segundo es algo más reducido.
Casi todo está ocupado por cultivos herbáceos; sólo hay 13 Ha de frutales (melocotonero y manzano). Las pocas viñas y olivares que tradicionalmente había en él, hace años que desaparecieron. Entre los cultivos herbáceos destacan por su importancia las hortalizas (guisante, coliflor, tomate, pimiento, etc.), que abastecen a una importante industria de alimentos congelados y conservas vegetales, los cereales (en especial el trigo y maíz), la remolacha aunque mucho menos que antes de cerrar la fábrica azucarera, instalada cerca de la estación de f.c.), alfalfa (también menos que hace unos años), etc. Los cereales de secano y en especial la cebada y el trigo tienen menos importancia que en casi todos los pueblos de la Ribera. Los espárragos de secano han adquirido en cambio un gran desarrollo. A unas 35 Ha ascienden las viñas, cuando antes de la filoxera ocupaban una superficie seis veces mayor (208 Ha en 1891). En cuanto a la ganadería, la más importante era en 1982 la menor, lanar (2.215 reses) y de cerda en cría industrial (2.602). El ganado bovino se ha incrementado bastante (sobre todo el de engorde): 72 cabezas en total había en 1920 y algo más de 2.000 en 1982, de ellas unas 200 de ganado bravo; en dicha fecha había también 150 cabras, 2.600 gallinas ponedoras y 30.000 broilers. El ganado de labor y cría y labor disminuyó a medida que la mecanización progresaba, de suerte que las 100 cabezas de ganado caballar, 112 de mular y 20 de asnal que había en 1920, quedaron reducidas en 1982 a 3, 20 y 2, respectivamente.
El terreno comunal ocupa 313 Ha (14,7% de la superficie censada), de las cuales 64 son de secano, 45 de regadío intensivo, 3 de extensivo, 36 de viñas y 20 de pastos.
El sector servicios ocupa a 252 personas distribuidas en 96 centros de trabajo.
Las actividades más importantes de dicho sector son: comercio (69 empleados); transporte (26); enseñanza (19); reparación de vehículos (17); hostelería y venta de bebidas (13); banca y ahorro (12); administración local y orden público (21).
La población activa de Marcilla era en 1984 de 890 personas, de las cuales 105 se encontraban en paro (68 de estas últimas buscaban su primer empleo).
Desempleo registrado (31.3.1987): 100 personas.
Presupuesto municipal (1987): 110.910.000 ptas.
Heráldica municipal
Hasta el año 1942 su sello y escudo eran cuartelados en cruz: 1.° las cadenas de Navarra de oro. 2.° una cepa. 3.° un castillo. 4.° una pilastra. En dicho año se tomó el acuerdo de cambiarlo, resultando el que usa en la actualidad: Trae de azur y un castillo en la parte superior. En punta una cepa con su fruto en su color natural. En bordura de gules las cadenas de Navarra que Sancho el Fuerte donó a Marcilla. En las vidrieras del palacio de la Diputación figura uno distinto. De azur y una escena bíblica en que la mujer pecadora es presentada a Cristo, surmontada de la palabra AVE en fondo de plata. Por timbre una corona abierta.
Casa Consistorial
Fue construida en el año 1980, sobre el solar resultante del derribo de otra anterior.
Consta de cuatro cuerpos, con tres fachadas al exterior. En su fachada principal tiene un porche conformado por cuatro arcos iguales, separados por gruesos pilares.
Los paramentos exteriores, construidos en ladrillo caravista, observan una perfecta simetría con suave juego de volúmenes en recercado de vanos, que se traduce en equilibrada armonía.
Se desarrollan en el edificio otras actividades como biblioteca pública, hogar del jubilado, servicios de ATS y viviendas de funcionarios.
El Ayuntamiento está formado por alcalde y diez concejales.
Por los servicios de vigilancia que prestaba en el valle de Funes, el rey Alfonso el Batallador concedió a sus pobladores el libre aprovechamiento de aguas para hacer un molino (1102). Extendió después al lugar el derecho de Calahorra (1110); desarrollado posteriormente en el llamado fuero de Viguera y Val de Funes. Las rentas pertenecientes desde su fundación (1160) al monasterio de religiosas benedictinas, cuando éstas fueron desterradas (1407) pasaron al magnate Pierres de Peralta, que por donación de Carlos III era señor de la villa. Ésta pasó ulteriormente a sus descendientes los marqueses de Falces.
Como señor de la villa, el marqués era quien nombraba el alcalde y los tres regidores hasta la primera mitad del XIX. En cambio, el cura vicario de la parroquia y sus dos beneficiados eran de provisión real y del cabildo de Barbastro, que tenía la calidad de abad de la villa y percibía por lo mismo la mitad de sus diezmos; la presentación la ejercía uno u otro según el mes en que se diera la vacante.
Marcilla tenía privilegio de feria para los ocho últimos días de septiembre y en 1847 tenía escuela de niños, frecuentada por cuarenta y dotada con 2.000 reales, y escuela de niñas, con treinta y mil respectivamente. Para ir a Caparroso había puente, y barca para cruzar hacia Villafranca; los caminos principales, que se encontraban en buen estado, conducían a Villafranca, Peralta y Tafalla.
Había una fábrica de jabón, un molino de harina y cuatro de aceite, la feria era del 29 de septiembre al 8 de octubre.
Como pocos pueblos de Navarra, Marcilla registró un espectacular desarrollo demográfico y económico durante el siglo XIX y el XX. Además de la vía férrea de Pamplona, con estación a dos kilómetros del pueblo, en los años veinte tenía una gran fábrica azucarera, expresión del auge remolachero de comienzos de siglo; sendas fábricas de alcohol y de harinas, dos de gaseosas y hielo, una de conservas vegetales y dos centrales eléctricas. Subsistía una fundación para el mantenimiento del hospital, presente desde antiguo en la vida de la villa. En 1912 se había formado la comisión local de la Cruz Roja, que contaba con numerosos socios y un moderno material sanitario.
Monasterio de Santa María: En este lugar la reina Sancha, esposa de Sancho VI el Sabio, fundó hacia 1160 un monasterio de monjas cistercienses. Según una confirmación de dicho monarca (1181) se le había dotado con la propia villa y poseía otros bienes en los valles de Guesálaz y Yerri, vendidos posteriormente a la corona (1252). Bajo el abadiado de doña Blanca, hija natural de Sancho VII el Fuerte, parece haber conocido la época de mayor esplendor. Posteriormente la disciplina conventual se fue relajando y los edificios quedaron casi abandonados, hasta que se produjo la disolución de la comunidad (1405) y la incorporación del monasterio al de la Oliva. Se convirtió así en un priorato de monjes de creciente importancia. Se le sumaron nuevas rentas (1422) y finalmente fue erigido en abadía (1605) de patronato regio; su abad formó parte desde entonces del brazo eclesiástico en las Cortes del reino. Una saneada economía permitió la construcción de nuevas dependencias (1755) y el abandono de las antiguas, en estado ruinoso. Las exclaustraciones de 1809 y 1820 establecieron sendos paréntesis en la vida conventual, que quedó definitivamente interrumpida con la supresión de la comunidad y la desamortización de sus bienes (1835). Los agustinos recoletos compraron luego las antiguas dependencias monásticas (1864) instalando en ellas un seminario de misiones.
Castillo
La fortaleza señorial que aún puede admirarse en el centro de la localidad se edificó, al parecer, en los últimos años del reinado de Carlos III el Noble. En 1424, este monarca dio a mosén Pierres de Peralta materiales para las obras, y poco después, mil libras con el mismo fin. Hacia 1429, Juan II y doña Blanca dieron al citado mosén Pierres el señorío de la villa. Desde que en 1513 Fernando el Católico instituyó el marquesado de Falces en favor de don Alonso de Peralta, fue este castillo núcleo y cabeza de dicho marquesado, uno de los estados o señoríos más importantes y dilatados del Reino.
Es conocida la leyenda, según la cual la marquesa Ana de Velasco se enfrentó valerosamente en 1516 a las gentes de armas del coronel Villalba, impidiendo que se llevase a cabo la demolición de la fortaleza, decretada por el cardenal Cisneros.
El castillo-palacio, hermoso ejemplar de fortificación gótica, fue construido en ladrillo sobre taludes de piedra, que pudieran datar de época anterior. Hacia 1980, el castillo fue adquirido por la Diputación Foral para su restauración.
Arte
El monasterio de Santa María es un conjunto arquitectónico en ladrillo construido en el último cuarto del s. XVIII, en un estilo barroco-clasicista. La iglesia, situada en el centro del complejo arquitectónico, tiene planta de cruz latina, con nave del crucero saliente y profunda cabecera rectangular. El crucero, con esquinas ochavadas, se cubre con cúpula semiesférica, mientras el resto de los tramos lo hacen con cúpulas elípticas rebajadas. Los muros aparecen recorridos por rítmicas pilastras pareadas en orden compuesto. Los sobrios motivos decorativos en estuco muestran una conjunción de lenguaje rococó y protoneoclásico, destacando los ángeles que sostienen cartelas rococó sobre las hornacinas de los chaflanes del crucero y las guirnaldas laureadas en torno a los óculos de iluminación.
Los retablos, de la segunda mitad del siglo XIX, son de aire neobarroco. El mayor contiene una imagen gótica hispanoflamenca (segunda mitad del siglo XV) de la Virgen Blanca, de rostro dulce y ángulos plegados en la túnica, que presenta policromía barroca.
La Iglesia parroquial de San Bartolomé es un edificio neoclásico (fines del siglo XVIII) que conserva en la nave los dos primeros tramos del edificio anterior protogótico, cubiertos con cañón apuntado, sobre arcos fajones. En su interior hay algunos retablos barrocos (s. XVII y XVIII) de escultura y pintura, dos tallas del s. XVI avanzado -una Virgen con el Niño y un Crucificado- y una imagen de la Virgen gótica arcaizante (s. XIII), modificada por la restauración.
El castillo es de planta cuadrangular con muros de ladrillo sobre base de piedra. Tres torres en la fachada principal y tres menores en la parte posterior rodeadas por foso. En el interior hay un antiguo patio de armas.
La Ermita de Nuestra Señora del Plu se encuentra entre las casas del pueblo. La imagen es titular gótica, muy restaurada.
Esparcimiento
Las fiestas patronales en honor de San Bartolomé se celebran el 24 de agosto.
Toponimia menor
La azucarera, barrio; Barandalla, barrio; Campo Bajo, término y acequia; el común, término; Convento, convento; la Escalera, término; Harinera San José, barrio; la Huerta, término; Marcilla, río; Montico, corral; Ormaz, término; Planilla, cañada; la Planilla, término; la Planilla, camino; la Presa, casa; el Presón, término; el Puente, camino; el Ramalijo, término; Río Mayor, acequia; la Serna, cañada; el Soto, término y barrio; Torres, barrio; Valtraviesa, término y camino; la Vicaría, término.