SOLANA, LA
Valle histórico de la Merindad y Partido Judicial de Estella, formado por los municipios actuales de Aberin, Morentin, Oteiza, Villatuerta, Ayegui, Arellano y Zúñiga; los cuatro primeros forman la verdadera comarca geográfica de La Solana. Limita al N con Yerri, al E con Cirauqui, Mendigorría y Larraga, al S con Lerín, y al O con Allo, Dicastillo, Ayegui y Estella. Tiene 101,6 km2 y está recorrida por el río Ega de N a S.
El territorio consta de tres unidades geomorfológicas: una montañosa al O que culmina en Montejurra (1.044 m); otra formada por colinas: Musquilda, Santa Bárbara, Maurien, San Bartolomé, San Marcos (estas tres últimas marcan el interfluvio Ega-Arga) en la parte central, y Monteskinza en el NE y por último el resto del territorio, más o menos llano. Afloran masivamente las rocas detríticas (conglomerados, areniscas, arcillas, limos e incluso yesos al S del oligo-mioceno, y areniscas y arcillas con paleocanales del mioceno), suavemente plegados y a veces recubiertas por depósitos cuaternarios.
El clima es mediterráneo, lógicamente degradado con la altitud; con valores anuales medios de 10°-13°C de temperatura, 400-1.200 mm de precipitaciones, caídas en 60-100 días, y 600-725 mm de evapotranspiración potencial. La vegetación original (encinares y quejigos principalmente) fue casi del todo talada y degradada por el hombre, y la repoblación forestal es muy pequeña.
La mayor parte de las tierras cultivadas son de secano. El regadío (unas 100 Ha) se dedica a la producción de alfalfa, patata y diversas hortalizas. El secano siempre fue más herbáceo que leñoso, y la desproporción sigue en aumento; el viñedo cubría 815 Ha y la viña-olivar 482 en 1891, poco antes de la filoxera, de la que no llegaron a recuperarse; el olivo, que alcanzó algo más de 400 Ha en 1935, también se halla en retroceso. De entre los cultivos herbáceos destaca la cebada, seguida del trigo; forrajeras, leguminosas y esparragueras ocupan lugares muy secundarios. La ganadería tiene, como siempre, poca importancia y la moderna maquinaria agrícola casi ha sustituido al ganado de labor (136 tractores, 56 motocultores y 36 cosechadoras automáticas de cereal en 1983). En La Solana se ha hecho la concentración parcelaria y se construyó una gran Sociedad Cooperativa Limitada, de carácter cerealista.
Hasta la década de 1960 era ésta una comarca que vivía de la agricultura; pero debido, sobre todo, a la instalación del polígono industrial en Villatuerta y a la proximidad de Estella, combina la actividad agraria y la industrial, de suerte que en 1981 la población activa se distribuía así: sector secundario 58,2%, sector primario 21,5% y sector terciario 20,3%. El número total de obreros que en 1982, trabajaban en industrias con más de cinco empleados ascendía a 919, de los cuales 907 en Villatuerta (aquí está la principal empresa, dedicada a artes gráficas, con 536 obreros). Sin embargo la población, globalmente, no ha dejado de disminuir, aunque menos que en otras comarcas de Tierra Estella. Éstas son las cifras: 3.230 habitantes en 1860, 3.107 en 1877, 3.027 en 1900, 3.045 en 1910, 3.104 en 1920, 3.225 en 1930, 3.138 en 1940, 3.092 en 1950, 2.697 en 1960, 2.473 en 1965, 2.375 en 1970, 2.246 en 1975, 2.215 en 1981 y 2.271 en 1986. En 1981 la población por edades se estructuraba así: 0-18 años 27,5%, 1835 años 25,5%, 36-65 años 32,8% y más de 65 años 14,2%.
Es una demarcación que ha experimentado numerosas modificaciones a lo largo del tiempo. En 1291 abarcaba Villatuerta, Oteiza, Baigorri, Aberin, Morentin, Barbarin, Dicastillo, Arellano, Allo, Arróniz y Ayegui. En la baja Edad Media Villatuerta y Oteiza no se incluían en el valle, sino que se las relacionaba dentro de las villas de la ribera estellesa. Durante la Edad Moderna y hasta el siglo XIX vuelven a estar en el valle, pero con una situación específica derivada de su condición de villas. Desde finales del siglo XIV Allo y Dicastillo pertenecían a los Beaumont, pero hay que esperar a 1553 para que figuren como pueblos integrantes del condado de Lerín. Arellano también fue pertenencia de la misma familia desde finales del siglo XIV, pero no figuró nunca como integrante del condado. Los tres pueblos alcanzaron la categoría de villas y esto explica que en la organización municipal del Trienio Constitucional (1820) figurasen como municipios aparte, sin depender de la Solana. Arróniz, que era Solana en la Edad Media, figurará como parte integrante del valle de Santesteban* en la Edad Moderna. En 1845 cada uno de los pueblos del valle dio lugar a sendos municipios, salvo Aberin, Arínzano, Echávarri y Muniáin, que formaron uno solo. Baigorri se incorporó a este municipio, pero pronto pasó a ser jurisdicción de Oteiza de la Solana (1852). Hasta entonces, las juntas del valle se celebraban en Morentin.
Al mediar el siglo, cuando el valle se disgregó desde el punto de vista administrativo, cruzaba la Solana el nuevo camino de Lodosa a Estella, por Morentin y Muniáin; había varios molinos de harina y aceite y se producía principalmente trigo, cebada, avena, centeno, vino, aceite, patatas, legumbres y menuceles de todas las clases.