ANDOSILLA

Categoría histórica: Villa.

Categoría administrativa: Municipio.

Partido Judicial: Estella.

Merindad: Estella.

Comarca geográfica: Ribera del Ebro en la Ribera Estellesa.

Población (1986): 2.475 habitantes de hecho. 2.504 de derecho.

Superficie: 518 km2

Densidad: 47´8 h/km2

Altitud en núcleo de viviendas: 332 m

Distancia a Pamplona: 73 km

Comunicaciones: situado al final de la comarcal NA-122 Estella-Andosilla, enlace con la comarcal NA-134 Eje del Ebro, de Tudela a Logroño.

Gentilicio: Andosillejo, andosillero, andosillano.

Geografía

Limita al N con Lerín, al E con Falces y Peralta, al S con San Adrián y Calahorra (Rioja) y al O con Sartaguda y Cárcar.

Desde el punto de vista geológico el término se halla recorrido, en dirección NO a SE, por un anticlinal, cuyo eje pasa junto al pueblo, y dos sinclinales, y está formado principalmente por yesos, alternantes con margas, del Oligoceno y Oligo-Mioceno. Se exceptúa la franja de aluviones que acompaña al Ebro y sobre todo al Ega, y que se halla escalonada en varios niveles de terraza. La erosión ha modelado en los flancos del anticlinal y de los sinclinales una serie de crestas yesíferas de 400-500 m separadas por vallonadas margosas; el Ega discurre a 300-315 m de altitud.

Clima y vegetación son de tipo mediterráneo. El promedio anual de las precipitaciones, caídas en 50-60 días, es de 400-450 mm, el de la temperatura 13º-14º C y el de la evapo-transpiración potencial, 725-750 mm. El verano es seco y el cierzo sopla con frecuencia e intensidad. Prácticamente no queda nada de la cubierta vegetal originaria, que fue destruida sobre todo por agricultores y ganaderos. Hay 44 Ha de chopos y 45 de pinos, principalmente de repoblación (p. halepensis).

La propiedad comunal se extiende sobre 874 Ha (17,5% de la superficie censada) de las que 285 son de secano, 462 de pastos y 125 de monte maderable.

El regadío supone nada más que el 8% de la superficie cultivada y se dedica en primer lugar a la producción de hortalizas, entre las que destacan la alcachofa, el tomate y la coliflor. Hay también alrededor de 100 Ha de frutales en plantación regular y varios cientos de árboles diseminados (melocotonero, peral); el almendro es el que ocupa más extensión, 80 Ha en producción y 40 que aún no producen. Los restantes cultivos herbáceos de regadío (patata, alfalfa, remolacha, etc.) tienen importancia secundaria. En el secano la cebada cubre casi la totalidad de la superficie dedicada a los cereales; se sigue practicando el sistema del año y vez. La veza para grano y forraje alcanzó 130 Ha en 1982 y el espárrago de secano nada menos que 330 Ha en 1983. Ese mismo año había 650 Ha de viñas, cifra que no difería mucho de la existente antes de la filoxera, pero que era inferior a la de 1961 (814 Ha); siempre predominó el viñedo puro sobre el mezclado con el olivar. También este cultivo se halla en retroceso (35 Ha 1984, 58 en 1920, p. ej.). La ganadería estabulada e “industrial” tenía mediana importancia en 1982: 429 cabezas de ganado bovino (262 de pardo-alpina, 91 de frisona, 52 de lidia), 176 cerdos landrace, 18.000 pollos y 1.500 gallinas. El ganado lanar ascendía a 2.235 reses de raza rasa aragonesa. Posteriormente ha experimentado una importante reducción. La mecanización de las labores agrícolas ha hecho que el ganado de labor, que en 1935, p. ej., contaba con 208 cabezas de caballar, 269 de mular y 43 de asnal, se hubiera reducido a 4, 30 y 3, respectivamente en 1982. El 30 de enero de 1910 se fundó una Cooperativa Agrícola-Caja rural, el 1 de enero de 1947 la Bodega Cooperativa San Isidro, el 15 de octubre de 1947 el Trujal Cooperativo San Veremundo y recientemente (1979) la Sociedad Cooperativa Limitada Agrícola Ribega.

El término municipal tiene 875 puestos de trabajo (1984). Hay 358 personas con dedicación agraria como actividad principal. El sector industrial y la construcción disponen de 306 empleos y de 211 el sector servicios.

En el sector agrario, a las 358 personas con dedicación principal, de las cuales 61 son familiares de aquellos con plena ocupación, deben añadirse también otros 190 familiares en tareas estacionales y 102 personas que se ocupan en explotaciones hortícolas, como actividad secundaria.

El mayor número de explotaciones (259) está dedicado al cultivo del cereal de secano (cebada) y el espárrago, junto con la vid. Otro número menor de explotaciones agrarias (100) se centra en el regadío (alcachofa, tomate, pimiento y patata) con ayuda del espárrago en secano, la vid y algo de frutal.

Dentro de la exportación del ganado existen 6 granjas dedicadas a ganado vacuno (1), porcino (1) y ovino (1) y al engorde de aves (2).

En la industria destaca, por el nivel de empleo, la agraria con 161 puestos de trabajo de los cuales 111 pertenecen a la conservera, y 77 a otras actividades. En el subsector de la construcción el empleo se eleva a 68 personas.

En los servicios, destaca la actividad del comercio con 64 puestos de trabajo, de los cuales 44 son de venta al detalle. En establecimientos de bebidas y hostelería se ocupan 20 personas. Similar nivel de actividad tiene lugar en la reparación y transportes y comunicaciones con 23 y 26 puestos de trabajo respectivamente.

Las actividades de administración local, enseñanza y sanidad, emplean a 43 personas, la banca y ahorro a 12 y 33 el resto de las actividades terciarias.

La población activa de Andosilla se acerca a 900 personas, de las cuales 52 buscan su primer empleo.

La actividad de producción del municipio tiene su base en 514 centros.

La agricultura, con 367 explotaciones presenta el mayor número de centros por sector.

Le sigue en importancia el sector servicios con 107 establecimientos de los que 43 pertenecen al comercio (27 al por menor); 10 a venta de bebidas y hostelería, otros tantos a talleres de reparación y 17 a la actividad de transporte y comunicaciones. Hay 9 establecimientos en la actividad de instituciones financieras, seguros y servicios.

La administración local y seguridad social, enseñanza y sanidad se desarrollan en 6 centros de actividad. Los demás servicios se prestan en otros 12 centros.

Desempleo registrado (31.3.1987): 132 personas.

Presupuesto municipal (1987): 68.510.000 ptas.

Heráldica municipal

Trae de gules y una silla de montar de oro. En bordura de gules las cadenas de Navarra. Con estos mismos colores y metales aparece en un documento del siglo XVI, que fija los límites entre Andosilla, Azagra y Funes, e igualmente en las vidrieras del palacio de la Diputación. En la fachada del Ayuntamiento se grabaron dos sillas, una sobre otra, pretendiendo hacer un blasón parlante (dos sillas), pero sin tener en cuenta la Historia y la tradición.

Casa consistorial

Se encuentra en la parte alta de la villa, sobre la plaza de D. López del Val. Su construcción data del siglo XVIII. En el año 1956 se consolidó el edificio, según diseño del aparejador Victoriano del Val. Su ayuntamiento está regido por alcalde y diez concejales.

Aunque en su término se hayan encontrado restos arqueológicos antiguos, no tienen ningún fundamento las hipótesis seudoeruditas que identifican el lugar con el centro e convocatoria de los “Andelonenses”, citado por Plinio el Viejo y ubicado sin dudas en Andión. Como Cárcar y desde sus reductos de cuevas, pudo ser una de las avanzadas del reino de Pamplona frente al Islam durante el siglo X. En la siguiente centuria consta ya, en ocasiones, como una de las “tenencias” u honores de la monarquía. Villa de señorío realengo, el proceso repoblador había culminado cuando el rey Sancho VII el Fuerte normalizó por fuero (1210) las prestaciones de sus labradores: debían entregar globalmente al año una pecha de 600 sueldos, 100 cahices de trigo y otros tantos de cebada, y situar estas especies en Peralta; sólo debían rendir “labores” personales en el reforzamiento de las “cuevas” y los “claveros” regios serían en adelante vecinos de la propia villa. El registro de 1280 consta además una exacción anual fija en concepto de “lezda”, quizá por los derechos del tráfico de mercancías con Castilla. También se contemplan las tasas notariales de los judíos, pero la minoría hebrea debió de quedar eliminada de momento por la matanza de 1328. La iglesia, bajo la advocación de los santos Julián y Basilia y confirmada en 1144 a la catedral de Pamplona, fue transferida sin embargo en patronato por el rey Carlos III (1408) a favor de Pierres de Peralta el Viejo, quien recibió poco después (1414) el señorío perpetuo de la villa con la jurisdicción baja y mediana. Con todo, fue luego inscrita en el condado de Lerín; en 1495 volvía a albergar vecinos judíos, en número de 11 familias, una séptima parte de la población. El señorío recayó ulteriormente en la casa de los marqueses de Falces que, hacia 1800, todavía nombraban el alcalde a propuesta de los vecinos. Con la desaparición del Antiguo Régimen en la primera mitad del siglo XIX, el condado dejó de existir.

En 1849 se le calculaban 40.000 robadas de término, de ellas 16.000 en cultivo, las cuales se sembraba la mitad cada año: 4.500 con grano, 200 de legumbres, 40 de hortalizas y 800 de prados y pastos artificiales, 1.000 de pastos naturales, 800 de bosque y maleza y 80 concejiles. Los propietarios cultivaban 10.000 robadas y unas 6.000 estaban en arrendamiento. Había un molino harinero, otro de aceite y algunos telares de lienzos ordinarios.

En el primer tercio del siglo XX ya funcionaba un hospital sostenido por la caridad pública y contaba con varios comercios, algunos talleres de construcción de carros, hojalatería, calzado, sastrería, carpintería, fábricas de chocolate, dos molinos harineros, cuatro de aceite, trujales, fábricas de conservas, fábricas de harina, comisionistas y traficantes de cereales.

Es patria del militar carlista Díaz de Rada*.

Arte

En la parte alta del pueblo se emplaza la parroquia de San Julián y Santa Basilisa, fábrica gótico-renacentista de ladrillo, típica de la Ribera del Ebro. Fue construida a partir de 1.543 con trazas de Martín de Oyarzábal y Juan de Aguerri y según estos proyectos presenta nave única con capillas entre los contrafuertes, crucero que no destaca en planta aunque sí en alzados y cabecera pentagonal. Su espacio se cubre por bóvedas góticas de nervios mixtilíneos, con esquema estrellado en los dos tramos de la nave y el central del crucero, mientras que en los brazos de éste se reducen a simples rombos y en las capillas laterales a sexpartitas muy simplificadas. En la cabecera hay una bóveda gallonada con nervios en forma de estrella de siete puntas. Tienen estas cubiertas claves y ménsulas decorativas según modelos platerescos. En estas últimas figuran escenas franciscanas, querubines, bustos en tondos, cartelas con mascarones o calaveras. A finales del siglo XVII se amplió el templo con una nave de bóvedas de aristas por el lado del Evangelio, coincidiendo con la erección de la nueva sacristía, junto a la cabecera, que según los documentos parroquiales se hizo en 1695 por el maestro de Falces Damián Romeo. En la actualidad, esta dependencia está totalmente transformada y han desaparecido sus bóvedas con yeserías que fueron talladas en 1697 por Sebastián de Portu, escultor de Calahorra, según el modelo de la iglesia del Portal de Villafranca. Por último, en la segunda mitad del siglo XVIII, se hizo el coro alto de los piés, elevado sobre cuatro columnas acanaladas y con decoración rococó. Al exterior, la parroquia se configura como un imponente bloque de ladrillo, con una esbelta torre a los piés de varios cuerpos prismáticos y uno octogonal de remate, que sirve de campanario. Aquéllos se remontan a 1586 y se deben al maestro Pedro de Izaguirre, mientras que el cuerpo de campanas pertenece a una reforma barroca, que en 1752 llevó a cabo Juan Ángel de Igaregui. También destaca al exterior un pórtico del siglo XVII, que protege la puerta del lado de la Epístola con dos cuerpos sucesivos de arquerías y vanos rectos, engalanados con las típicas labores geométricas de las obras barrocas de la Ribera. Preside el templo parroquial un grandioso retablo mayor romanista, que puede considerarse una de las muestras más representativas del arte de Bernabé Imberto, reputado escultor del taller de Estella, quien lo realizó a partir de 1597. Inspirado en el retablo de Santa María de Tafalla y con evidentes analogías con el de Mendigorría, también de Imberto, ofrece una traza manierista de compleja arquitectura. En su alzado se sucede un pedestal y un alto banco encuadrado por robustas ménsulas en sus extremos, más dos cuerpos de tres calles y dos entrecalles intermedias. Estos últimos los forman columnas jónicas y compuestas de fustes entorchados o lisos con anillos decorativos, debidos a una reforma del siglo XVIII, lo mismo que otros ornatos de la calle central, que desentonan con el aspecto original del retablo; culmina el conjunto un ático triple con la parte central incorporando el medio punto que remata el segundo cuerpo, sobre el que monta un pedestal y un frontón curvo envuelto en volutas. Dicha arquitectura sirve de marco a una riquísima iconografía de relieves y bultos de figuras romanistas con potentes anatomías al estilo miguelangelesco de Juan de Anchieta, sobre todo en relación con el retablo de Tafalla, va citado. Abundan las escenas de los titulares, San Julián y Santa Basilisa, cuyas tallas ocupan el nicho principal del primer cuerpo, sucediéndose sobre ellos un Cristo Resucitado y el Calvario. También forma parte del retablo el primitivo sagrario romanista, aunque reformado en época neoclásica, en cuya puerta figura un bello relieve del Descendimiento. Sirven de colaterales los altares romanistas de San Sebastián y Nuestra Señora de la Cerca, antiguamente de la virgen del Rosario, ambos al estilo de Imberto, aunque sólo está documentado como suyo el primero. Su traza es una versión simplificada de la del retablo mayor y tanto uno como otro aparecen repletos de figuras miguelangelescas, si bien el de Nuestra Señora de la Cerca lo preside una talla gótica del siglo XIII de esta titulación. La iglesia se enriquece asimismo con los retablos barrocos de la Inmaculada y San Ramón Nonato, que llevan lienzos de sus titulares del siglo XVIII, y con la sillería rococó del coro. Dentro del tesoro parroquial, formado por diversas piezas de plata, sobresalen varios cálices de traza purista de la primera mitad del siglo XVII y otro de esquema semejante pero americano del siglo XVIII. Fuera del pueblo se encuentra la Ermita de la Santa Cruz, construcción moderna aunque alberga un Crucificado romanista de hacia 1600, de calidad estimable, que puede adscribirse al Círculo de Bernabé Imberto.

Órgano

Cuenta con un ejemplar neoclásico.

El movimiento neoclásico se refleja un poco tardíamente en Navarra en cuanto a las cajas de sus órganos (1797 hasta finales del siglo XIX). Parece que sus tracistas no acaban de aceptar la nueva estética de Ventura Rodríguez en la fachada de la catedral de Pamplona, y ello a pesar de la presencia activa de A. S. Ochandátegui por Navarra, donde aparece, incluso, asegurando coros y órganos construidos con anterioridad.

Esta nueva corriente artística, juzgada por algunos despectivamente como “fría” y sin imaginación, hoy en día está en revisión. Habría que verla en todo caso, desde las coordenadas estéticas, sociales, etc. de la época: su hermosa caja (1799) es obra del arquitecto y escultor Miguel Zufía, “vezino de Larraga” y el órgano fue realizado en la misma fecha por el conocido Diego Gómez de Larraga.

Arquitectura civil

En el casco viejo de la población, agrupado en la ladera de la colina que preside la parroquia de San Julián y Santa Basilisa, abundan los palacios barrocos de ladrillo, propios de la Ribera, muchos de ellos con escudos en sus fachadas. Son característicos los inmuebles de la calle Palacio, San Francisco Javier o Nueva.

Castillo

En época medieval, Andosilla estuvo defendida por una torre o castillo, y un sistema de cuevas excavadas en la peña, que servían de refugio inaccesible en caso de peligro. Ya en el fuero de 1210 dispuso Sancho el Fuerte que los vecinos trabajasen cuando fuese necesario en la fortificación de las cuevas.

En 1276, Martín Ruiz de Aibar prestó homenaje a la reina Juana en manos de Imberto de Belpuch, por éste y otros cinco castillos. Al año siguiente, lo renovaría Lope González de Andosilla. La retenencia estaba dotada en 1321 con 100 sueldos y 25 cahices de trigo, siendo alcaide Roger de Alamaña. En 1357, el merino informaba al recibidor que Pedro Ximénez de Ugarra, alcaide de las cuevas, residía en ellas. Estas inspecciones solían hacerse periódicamente, y caso de advertir negligencia no se abonaba la asignación. No obstante, en 1361, el infante Luis ordenó que se le pagase, pese a que durante la guerra entre Castilla y Aragón estuvo ausente, al servicio del arzobispo de Zaragoza.

En 1366, los vecinos trabajaban en la fortificación del castillo y cuevas, por temor al paso de las Grandes Compañías. Por entonces se vio la posibilidad de convertir en fortaleza un cortijo que había junto al castillo, para refugio de los vecinos, en 1385, el castillo y la villa que se hallaban como rehenes, en poder de Castilla, a cargo de Tello González de Aguilar, fueron restituidos a Navarra, dando poder para ello el rey Juan I al cardenal Pedro de Luna. Veinte años más tarde no tenía retenencia ni guarnición.

En 1415, se consignó en la documentación de Comptos que las cuevas, a la sazón, no las guardaba nadie, en virtud de una ordenanza del rey. Más tarde, en 1430, con motivo de la guerra con Castilla, defendió la villa y el castillo Juan de Aibar, con 3 hombres de a caballo y 12 ballesteros de a pie. En 1459 fue incendiada la villa por los castellanos.

A finales del siglo XV, la villa y el castillo habían pasado ya a pertenecer al dilatado patrimonio del conde de Lerín. Anteriormente habían pertenecido a la casa de Peralta.

Hasta principios de nuestro siglo se conservaron en pie restos de la antigua torre y lienzos de muralla, que al fin fueron derribados ante el peligro de posibles desprendimientos que causasen daños en el Arrabal. Todavía subsisten, al final de la calle llamada del Torreón, algunos vestigios de piedra y argamasa, que pudieron pertenecer al basamento de la torre y muros aledaños.

Cultura y esparcimiento

Las fiestas patronales en honor de la Virgen de la Cerca se celebran del 7 al 15 de Septiembre.

Toponimia menor

Abriel, el, término; Bocamontón, término; Cabezuelos, los, términos; Campiestros, término; Canales, alto; Cantera, término; Caramanzana, término; Carasol, alto; Carrasquillo, el, término; Común, el, término; Cuesta Marín, término; Entrical, el, término y camino; Espartal, término; Falda de Unsón, término; Forcos, los, término; Friego, el, término; Hilagar, el, término; Lomba, la, término y camino; Mancho, camino; Molino, acequia; Navas, las, camino; Palomas, las, casa; Pedrillo, hoya; Peñarroya, término; Peñas, las, camino; Planas, las, término; Planillos, término; Portilla de las Cabras, término; Portilla, la, término; Portillo de la Plana, término; Poso, camino; Quemados, los, camino; Resa, la, camino; Romaleda, camino; Rotura, la, término; Royales, camino y balsa; Serrechuela, la, término; Soto de Enmedio, camino; Soto, el, término; Suertes, las, término y camino; Suertes Viejas, término; Ticiego, camino; Tiñosilla, la, término; Valderresa, término; Vallaluenga, arroyo; Valles, las, alto; Vejera, la, camino; Vallacuera, barranco.