FONTELLAS
Categoría histórica: Villa.
Categoría administrativa: Municipio.
Partido Judicial: Tudela.
Merindad: Tudela.
Comarca geográfica: Ribera del Ebro.
Población (1986): 482 habitantes de hecho, 490 de derecho.
Superficie 22,4 km2
Densidad: 21,5 h/km2
Altitud en el núcleo de viviendas: 277 m
Distancia a Pamplona: 98 km
Comunicaciones: Situado muy cerca de la N-232, Alfaro-Tudela-Zaragoza, a la accede por un tramo de carretera local.
Gentilicio: Fontellero.
Geografía
Limita al N con Tudela y Cabanillas, al E con Ribaforada, al S con Ablitas y al O con este municipio y Tudela. Su término se halla atravesado por los canales de Lodosa e Imperial (el último comienza en él). Se extiende desde el Ebro (unos 255 m), que hace de muga con Cabanillas, hasta el Volandín (370 m) en la muga de Ablitas, y se puede dividir en dos mitades desde el punto de vista geomorfológico: la más cercana al Ebro, formada por los aluviones de las terrazas y de la baja llanura aluvial o de inundación, y la más alejada que corresponde a los terrenos de facies limo-arcillosa con intercalaciones de areniscas y colorido rojizo pertenecientes al Mioceno. Los valores medios anuales de las principales variables meteorológicas son: 14º de temperatura, 499 mm de precipitaciones, caídas en unos 55 días y 750 mm de evapotranspiración potencial; la frecuencia e intensidad del cierzo, las fuertes oscilaciones térmicas, la irregularidad de las lluvias, que caen sobre todo en las estaciones equinocciales, y la acusada sequía estival indican que Fontellas tiene el clima mediterráneo-continental propio de la Depresión del Ebro. El paisaje natural ha sido profundamente transformado por el hombre hasta el punto de que la superficie forestal arbolada equivale solamente al 0,1% de la superficie municipal.
El 46,2% del terreno cultivado es de regadío y el 53,8% de secano. En el primero dominan los cultivos herbáceos sobre los leñosos; destacan los cereales, maíz sobre todo, las hortalizas (alcachofa, espárrago), la alfalfa, la patata y los frutales (melocotonero, sobre todo). La vid y el olivo han desaparecido, tanto en el regadío como en secano, y ya no queda en éste más que el cultivo de cereales (cebada, trigo); espárrago y frutales.
El ganado de labor llegó a sumar 19 cabezas de caballar, 95 de mular y 4 de asnal en 1935; hoy ha desaparecido. De la restante ganadería destaca la bovina de leche y carne y sobre todo la porcina, así como la cría de pollos (14.000, en 1984). Los comunales se extienden sobre 519 Ha (23,7% de la superficie total censada), todas ellas de secano cultivado.
El sector agrario ocupaba (1984) el 62% de los 260 empleos del municipio. La población activa ocupada en el término se elevaba a 162 personas, de las que 98 realizaban tareas agrarias como actividad complementaria de un trabajo principal. En el sector agrario únicamente 62 personas se dedicaban a él como actividad principal.
El sector servicios ocupaba a 70 personas distribuidas en 30 establecimientos. Están representadas todas las actividades, excepto los servicios personales y el transporte de mercancías por carretera. Las más destacables son el comercio (29 empleados), con 10 personas ocupadas en comercio al por mayor (existe una cooperativa); la hostelería y bebidas (11 empleados) y la administración local, enseñanza y sanidad (10 empleados). El sector industrial empleaba a 30 personas ubicadas en 9 establecimientos artesanales.
La población activa del municipio se cifraba en 168 personas; 15 tenían su puesto de trabajo en otros municipios.
Desempleo registrado (31.3.87): 33 personas.
Presupuesto municipal (1987): 18.044.000 pts.
Heráldica municipal
Trae de plata y un castillo de gules terrazado de sínople, donjonado de tres torres, la de en medio mayor, cada una con tres almenas de lo mismo, adjurado de tres puertas. En los flancos diestro y siniestro del centro, dos tejas de gules y en punta tres fuentes de azur en fondo de sínople. Tal era su antiguo sello, que pende de la carta de unidad que todos los representantes de los municipios navarros firmaron en Puente la Reina el año 1327. Es éste un blasón de los que se denominan parlantes, por las fuentes y tejas, que simbolizan el nombre del pueblo. En el siglo XIX utilizó un sello distinto, consistente en cuatro estrellas en cruz.
Casa Consistorial
Situada en la Plaza de los Fueros, fue construida a comienzos del siglo XX. Ha sufrido diferentes reformas, siendo la más destacada la realizada en 1935. Es un edificio exento, de arquitectura popular, con fachadas revocadas y pintadas.
El Ayuntamiento está regido por alcalde y seis concejales.
En su término existen yacimientos arqueológicos de diferentes épocas, en los lugares de El Pedriñal*, el Castellar* y El Bocal*.
Existía ya como núcleo de población cuando se produjo la reconquista de la comarca de Tudela (1119), a cuya área de irradiación jurídica fue asignado por el rey Alfonso I el Batallador. Por otra parte, su mezquita y sus diezmos eclesiásticos quedaron vinculados (1121) al cabildo de Santa María de Tudela. En las hostilidades con Aragón parece que la villa, perdida durante algún tiempo, fue definitivamente recuperada por Sancho VI el Sabio (1156). Lugar primero de señorío nobiliario, Teobaldo I la incorporó por permuta (1238) al patrimonio de la Corona. Sin embargo, Carlos II lo dio con carácter vitalicio (1361) a Marín Enríquez de Lacarra y después (1368) a Rodrigo de Uriz.
Más adelante Carlos III lo entregó con la jurisdicción baja y media a su hijo natural Godofre (1413), pero Juan II lo adjudicó luego (1429) a Pedro Sebastián, vecino de Sangüesa, como reintegro de su préstamo por la dote de Teresa de Arellano, mujer del citado Godofre. Sacado a subasta por deudas de su nuevo titular, el señorío fue adquirido (1438) por Sancho de Eslava, vecino de Tudela, quien a su vez lo enajenó seguidamente a Martín de Peralta. Más de la mitad de los vecinos eran en aquellos siglos campesinos dependientes de origen moro. Los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén poseyeron heredades en su término desde el siglo XIII.
Fontellas permaneció como villa de señorío hasta la primera mitad del siglo XIX, en que ese régimen desapareció; Juan de Gante, señor de la localidad, compró la jurisdicción criminal en 1633 por 1.000 ducados. Como otras tierras meridionales de Navarra, la villa fue segregada del viejo reino en 1822 para incorporarla a la provincia de Zaragoza; pero en 1823 al derogarse toda la obra legislativa del Trienio Constitucional (1820-1823), volvió definitivamente a Navarra.
Palacio
El antiguo palacio de este lugar, desaparecido, aparecía como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. Hacia 1520, reinando ya Carlos V, el palaciano ostentaba la condición de gentilhombre remisionado, viviendo a la sazón en Pamplona. En 1605 pertenecía a Diego de Gante, el cual cobraba una gracia de acostamiento de 30.000 maravedís anuales, que en 1615 le fueron aumentados a 50.000. Su hijo José Diego de Gante compró al rey la jurisdicción criminal del término. En 1728, ordenó el Real Consejo que a Francisco de Gante se le guardasen las preeminencias y exenciones propias de los palacios de cabo de armería por su casa de Fontellas. Don José Joaquín Vélaz de Medrano y Gante fue creado marqués de Fontellas por Carlos IV en 1793. Poco después, en 1802, el vizconde de Azpa se titulaba señor de Fontellas y de su palacio de cabo de armería.
Arte
El edificio más notable de esta villa es la Parroquia del Rosario, localizada en el centro de la población. Fue construida a mediados del siglo XVI conforme al estilo Reyes Católicos, con una nave de tres tramos coronada en cabecera pentagonal y cubierta estrellada con claves decoradas con rosetones de follaje. La iglesia sufrió una reforma en la segunda mitad del siglo XIX que afectó tanto al interior, con la incorporación de dos capillas laterales, como al exterior, con la construcción de la fachada de ladrillo. Presidiendo el templo se alza el retablo mayor, cuya traza manierista cabe fechar en la primera mitad del siglo XVII se vio ligeramente alterado a finales de esta centuria y posteriormente en el siglo XIX. La iconografía que contiene, tanto de escultura como de pintura, ha sido transformada. En la casa parroquial se custodia una talla de la Inmaculada, romanista de comienzos del siglo XVII.
Arquitectura civil
Alejado del pueblo se localiza el poblado del Bocal, donde destaca el Palacio de Carlos V, rodeado de un agradable jardín. Se trata de un edificio del siglo XVI, aunque muy modificado en el XIX, principalmente en la fachada. En ella se sucede un basamento de piedra y dos cuerpos de ladrillo, apareciendo retrasado el frente central con respecto a las torres que los flanquean, unidas por un pórtico. Característica de la arquitectura de la zona es la galería de arquillos que culmina el palacio. Teniendo como centro este edificio, se construyó en el siglo XVIII el poblado con calles rectas y viviendas bajas entre las que destaca la iglesia neoclásica. Merecen mencionarse como obra de ingeniería dos presas sobre el río Ebro, una del siglo XVI llevada a cabo por Gil de Morlanes y otra del siglo XVIII, realizada bajo el patrocinio del canónigo aragonés Ramón de Pignatelli. En su término se encuentra la ermita de San Carlos Borromeo.
Bibliografía
M.C. García Gaínza, C. Heredia Moreno, J. Rivas Carmona, M. Orbe Sivatte, Catálogo Monumental de Navarra. Merindad de Tudela (Pamplona, 1980).
Esparcimiento
Las fiestas patronales en honor de la Virgen del Rosario se celebran del 31 de agosto al 5 de septiembre.
Toponimia menor
el Barranco, acequia; Bocal, camino; el Bocal, término y barrio; Bonameson, término; Carlos V, palacio; Castellar, término y camino; la Catalana, término y camino; Corral Nuevo, término; Fontellas, venta; la Gimena, término; el Moral, acequia; la Noria, camino; Patio, término; el Peñón, camino; Pignatelli, presa; la Poza, camino; Soto la Mejana, término; Tarcia, término; Valpertuna, término y camino.