ARIA
Categoría histórica: Lugar.
Categoría administrativa: Municipio.
Partido Judicial: Aoiz.
Merindad: Sangüesa.
Comarca geográfica: Valle de Aézcoa.
Población (1987): 72 habitantes de derecho.
Superficie: 8,1 km2
Densidad: 8,4 h/km2
Altitud en núcleo de viviendas: 858 m
Distancia a Pamplona: 60,5 km
Comunicaciones: Carretera local con enlace a la comarcal NA-140 Burguete-Isaba.
Geografía física
Limita al N con Orbaiceta, al E con Orbara y Villanueva de Aézcoa, al S con Arive y al O con Garralda.
La casi totalidad de los terrenos datan del Eoceno Inferior y están formados por el típico flysch margocalcáreo del Pirineo navarro. Únicamente en el corazón de un anticlinal afloran al N las calizas dolomíticas del Paleoceno y las margas del Cretácico Superior. La estructura es igualmente típica del Pirineo: pliegues tumbados y cabalgantes hacia el S.
El clima es en su conjunto subatlántico de montaña, con valores meteorológicos medios anuales siguientes: unos 9º C de temperatura, 1.600 mm de precipitaciones, caídas en 130 días, y entre 550 y 600 mm. de evapotranspiración potencial. La superficie forestal arbolada asciende a 332 Ha, de las cuales 263 son de hayedo, 60 de robledal y 9 de pinar. Robles en las partes bajas y hayas en las partes altas cubrirían todo el territorio antes de la aparición del hombre, que ha talado, rozado mediante quemas, roturado y replantado con pinos, de suerte que hoy los pastos y el bojeral ocupan una gran superficie.
Economía
Los terrenos comunales ocupan 589 Ha (71,8% de la superficie) de las cuales 322 son de monte maderable y el resto pastizales.
Se ha realizado la concentración parcelaria (Garralda*).
La patata tardía de siembra y los cereales son casi los únicos cultivos. Los prados artificiales aumentaron de 66 Ha en 1891 a 107 en 1961, para disminuir más tarde en beneficio del cultivo de la patata.
La principal riqueza es la ganadería. Aunque menos que a principios del siglo XX, en que había 834 cabezas de raza churra, aún tiene importancia la ganadería lanar de raza rasa aragonesa y churra. La bovina es de raza pirenaica y pardo alpina, se dedica principalmente a carne. Hay también unas docenas de cerdos, gallinas y conejas. En cuanto al ganado de labor, que en 1920 constaba de 21 bueyes y 33 vacas de cría y labor, 24 caballos y 34 yeguas de cría y labor, de 15 cabezas de mular y 2 de asnal, quedó reducido a un caballo y tres mulas en 1982.
Dispone de una población activa ocupada de 45 personas, las cuales se agrupan en su mayor parte en el sector agrario. Este ocupa a 40 trabajadores y a 29 familiares de estos. La base productiva de las explotaciones es la actividad ganadera, de engorde de terneros. La industria ocupa a 2 personas y el sector servicios a 3 empleados.
Tasa de desempleo (31.3.1987): 3 personas. Presupuesto municipal (1987): 13.418.000 pts.
Heráldica municipal
Trae de plata y un encino de sínople a cuyo tronco está atravesado un jabalí de sable. Bordura de gules. Este escudo es el blasón privativo del valle de Aézcoa y al propio tiempo de cada uno de sus pueblos.
Casa consistorial
El edificio es de reciente construcción. Consta de un sótano, tres plantas elevadas y porche. En sus fachadas exteriores alterna como elementos, el revoco y la piedra. Su arquitectura se integra en la tradicional de la zona.
El Ayuntamiento está regido por alcalde y cuatro concejales. La secretaría está compartida con Garralda.
Antiguo lugar de señorío realengo que en la Edad Media liquidaba su pecha anual conjuntamente con las demás poblaciones de la tierra de Aézcoa. El mismo procedimiento se siguió en la exacción del “rediezmo” de 1268. Debía en 1427 dos florines anuales por el aprovechamiento de una bustaliza.
Hasta la primera mitad del siglo XIX lo gobernaban el alcalde (capitán a guerra) del valle y un regidor elegido entre los vecinos del lugar. En 1849 tenía escuela, dotada con 600 reales anuales, y el terreno de cultivo se reducía a 259 robadas. Sus bosques daban madera apropiada para la construcción civil y náutica. Los caminos se hallaban en mal estado. La producción agrícola era insuficiente para el consumo de sus habitantes y la compensaba con la exportación de su producción ganadera. Se practicaba la hilatura de lanas para elaborar paño burdo, del que se vestían los vecinos.
Los habitantes del pueblo, así como el resto de los habitantes del valle, eran nobles. Aria fue reducido a cenizas por los franceses en 1794, durante la guerra contra la Convención*. En 1845, cuando el valle de Aézcoa se fraccionó, Aria quedó como ayuntamiento independiente. Ya entrado nuestro siglo, Aria tenía tratantes de ganado y algunos talleres.
Arte
La Iglesia de San Andrés apóstol es un edificio realizado en piedra, tiene una nave dividida en dos tramos más la cabecera de testero recto. Se cubre con bóveda de crucería simple el primer tramo de la nave y con bóveda de crucería estrellada en el resto. La capilla bautismal se aloja en la planta baja de la torre situada a los pies del templo; a ella se accede desde el exterior y comunica con el interior de la nave.
La puerta de ingreso se sitúa en el lado de la epístola. Presenta arco de medio punto y carece de tímpano.
La pila bautismal, en su capilla, es de piedra y decora su copa con arquerías ciegas de medio punto, según tradición románica.
En esta localidad, tal y como sucede en otros lugares del mismo valle de Aézcoa, abundan los hórreos o graneros sobre pilotes pétreos, situados al lado o en el frente de algunas viviendas.
Cultura
Fiestas patronales el 30 de noviembre, San Andrés y Pascua de Pentecostés.
Ermitas
En su término se encontraban las ermitas de Santiago y San Miguel, desaparecidas.
Toponimia menor
Anzadelera, barranco; Aria, bordas; Arriberri, término; Astadar, barranco; Auchumetelea, término; Auzanzarro, barranco; Belategui, embalse; Bulcharrería, término; Celaya, alto; Erodoa, alto; Joaquín, borda; Laronduzquia, término; Oyarandi-Ama, término.