PAMPLONA, CUENCA DE
Comarca de fronteras imprecisas que tiene como centro a Pamplona. Limita con la Navarra Húmeda al N y NO, los Valles Pirenaicos al NE, la Cuenca de Lumbier-Aoiz al E y la Navarra Media al S y SO. Tradicionalmente se llamaba Cuenca al espacio desde el que se oían las campanas de la catedral. Históricamente esta denominación hace referencia a la hondonada rodeada de montañas -Ezcaba, San Miguel de Miravalles, Alaiz, Reniega o el Perdón y Sarvil- que se divisa desde la capital de Navarra; en este sentido comprende los ayuntamientos de Pamplona, Barañáin, Burlada, Huarte y Villava y parte de las cendeas de Ansoáin, Iza, Cizur, Galar y Olza, de los valles de Echauri, Aranguren, Egüés y Elorz, y del concejo de Tiebas.
Geología
Forma una depresión morfológica enmarcada entre los relieves calcáreos de la sierra de Sarvil y la estructura diapírica de Anoz, por el Oeste, y la cuenca de Lumbier por el Este. El límite septentrional coincide con un crestón de calcarenitas y margas que pasa por Erice y Arre, y el meridional lo forman las sierras del Perdón y de Alaiz. La cuenca en sentido geológico es mucho más amplia que la actual.
Litológicamente se puede diferenciar un conjunto de margas grises del Biarritziense (margas de Pamplona) que, en la base, comporta niveles turbidíticos intercalados formando lentejones, que se desplazan en “relevos” hacia el NO (barras de Huarte, San Cristóbal, Berriosuso, Añézcar). En la parte superior, existen también niveles de areniscas de carácter turbidítico, que forman los resaltes de las sierras de Tajonar, Tabar, Góngolaz y Ardanaz y que, a veces, producen pequeñas discordancias (areniscas de Cizur, Tajonar). Le sigue una serie de margas del Priaboniense (Eoceno superior) muy semejantes a las de Pamplona (margas de Ilundáin). En los niveles altos se encuentran especies tales como la Plicatula pamplonensis y pequeños ostreidos.
En el Eoceno terminal, el mar se retiró hacia el NO. En el borde meridional de la cuenca sedimentaria quedó una extensa zona con un mar restringido de alta salinidad, comunicado deficientemente con el mar abierto, en la que se depositaron anhidrita, sales sódicas y potásicas que dieron lugar al yacimiento que explota Potasas de Subiza, y sobre estas evaporitas, margas rojas lacustres (margas fajeadas). Por encima se disponen unos niveles de arenisca con “ripple-marks” de carácter litoral (areniscas de Galar) que reflejan una corta invasión marina. Dichos depósitos pusieron fin a la sedimentación eocena.
En el Oligoceno, el mar se retiró definitivamente y se establecieron condiciones lacustres, bajo las cuales se depositaron las margas rojas y grises con yesos y algún nivel de sal que afloran al Sur (yesos de Undiano).
Ésta formación está recubierta de forma discordante por los conglomerados del Perdón que pertenecen al Oligoceno-Mioceno (Chattiense-Aquitaniense).
El sondeo de Muru-Astráin, al encontrar bajo el Triásico de nuevo Eoceno y Paleoceno, sugiere la existencia de una unidad alóctona, en la que estaría integrada la cuenca de Pamplona. El desplazamiento, que en la zona de las potasas ha podido alcanzar los 15 km, está relacionado con la orogénesis alpina, cuya fase principal tuvo lugar en esta zona al final del Oligoceno. Posteriormente en el Mioceno se produjo una reactivación de la misma. Existen, por lo menos, cuatro niveles de terrazas aluviales formadas por gravas, arenas, limos y arcillas, de las que el tercero (terraza de Pamplona) se correlaciona frecuentemente con glacis (glacis de Esparza y Beriáin). Los derrubios de ladera tienen gran desarrollo en la falda Norte de la sierra del Perdón, donde se acumulan los cantos rodados procedentes de los conglomerados.
Entre Ibero y Echauri existen tres niveles de terrazas formadas por tobas. Probablemente sean debidas a diversos emplazamientos del actual manantial termal de Ibero, con un alto contenido en bicarbonato cálcico.
Clima
El carácter submediterráneo de su clima autoriza a encuadrarla entre dos límites bioclimáticos: el del olivo al S y el de los prados naturales al N. Al S, las sierras de Alaiz y el Perdón constituyen fronteras muy netas; los olivos penetran únicamente y de modo residual en el extremo SO de la cuenca, aprovechando el microclima casi mediterráneo originado por el escarpe de Sarvil y los montes de Vidaurreta. Al N, donde los cambios son mucho más graduales, cabe incluir como valles marginales los de Ezcabarte y Juslapeña, y el S de Esteríbar, en los que los prados, indicadores del ambiente atlántico, son muy escasos y en conjunto se parecen más a los valles de la Cuenca que a los de la Navarra Húmeda. Aunque su adscripción a la Cuenca es muy discutible, se suele incluir también el valle de Oláibar. Y a efectos estadísticos es inevitable añadir el valle de Gulina, que forma un solo ayuntamiento con la cendea de Iza pero cuyas características geográficas lo asemejan más a la Navarra Húmeda, y el concejo de Muruarte de Reta, claramente vinculado a la Navarra Media, aunque perteneciente al municipio de Tiebas. Así considerada, la Cuenca tiene unas 55.903 Ha, de las que 17.204 (el 30,8%) son de propiedad comunal.
La depresión está avenada por el Arga, que la recorre de E a O y recibe al Ulzama, Elorz y Araquil. Su clima submediterráneo se refleja en estos medios anuales: 800-1.400 mm de precipitación en 80-140 días; 10°-13°C de temperatura; 1 a 3 meses de aridez estival y 600-725 mm de evapotranspiración potencial. La vegetación, muy variada como consecuencia de su situación en una encrucijada bioclimática, está representada principalmente por robledales secos y encinares, a los que acompañan pequeños hayedos en las umbrías y en las mayores alturas y bosques de pino silvestre al N y NE. Completan la superficie forestal arbolada unas 2.528 Ha de pinos de repoblación.
La Cuenca de Pamplona es una comarca esencialmente agrícola con un paisaje de campos abiertos dedicados al cultivo de cereales cuyos rendimientos se sitúan entre los más elevados de Navarra; salvo los forrajes, en aumento, los restantes cultivos herbáceos de secano han decaído sensiblemente (leguminosas-grano, patata) o prácticamente han desaparecido (remolacha, maíz). Esta misma suerte ha corrido la vid, que ocupó una extensión considerable antes de la filoxera: 2.695 Ha en 1891, 852,9 Ha en 1950 y tan sólo 22 en 1983. En la mayoría de los concejos se ha llevado a cabo la concentración parcelaria que, entre 1957 y 1984, ha afectado a unas 15.998 Ha (alrededor el 57% de las tierras de labor).
El poblamiento se resuelve en un conjunto de aldeas (generalmente son concejos) casi todas menores de 100 habitantes que han ido perdiendo población a lo largo del siglo XX, especialmente durante el decenio de 1960, y una aglomeración urbana dominante -238.700 habitantes en 1981 equivalentes al 47% de la población total de Navarra- formada por Pamplona y unos cuantos núcleos periféricos -Burlada, Barañáin, Villava, Ansoáin, Berriozar, Huarte, Cizur Mayor, Beriáin y Noáin son los más populosos- que han crecido enormemente en razón del desarrollo industrial y urbano de la capital navarra. Es lógico, por tanto, que el número total de habitantes de la comarca casi se haya triplicado desde mediados del siglo (93.560 habitantes en 1950, y 243.992 en 1986), pero, excluida el área metropolitana, la población rural ha experimentado un fuerte descenso (12.637 habitantes en 1950 y 7.182 en 1981).
La industrialización ha afectado intensamente a gran parte de la Cuenca, en particular a los núcleos más cercanos a Pamplona, y a los mejor ubicados. Según el Catálogo de la Industria de Navarra de 1982 había 480 empresas de más de 5 obreros que sumaban un total de 23.802 trabajadores, número que se redujo sensiblemente tras la desaparición de Potasas de Navarra en 1985. La instalación de fábricas, almacenes, granjas y servicios de ámbito comarcal o provincial -clínica, aeropuerto, aduana TIR, mercado mayorista, complejos deportivos y comerciales, etc.- y la construcción de bloques de pisos y de viviendas unifamiliares, son los hechos más relevantes de las transformaciones paisajísticas ocurridas desde 1965.
Aparte su entidad natural, la Cuenca de Pamplona ha tenido carácter de unidad administrativa durante siglos como arciprestazgo eclesiástico, que en 1802 abarcaba 6 pueblos sueltos, 5 valles y 5 cendeas: respectivamente, Villava, Huarte, Burlada, Gorraiz, Olaz y Sarriguren; Egüés, Aranguren, Elorz, Echauri y Ollo; Galar, Cizur, Olza, Iza y Ansoáin (Mancomunidad*. Área Metropolitana*).