FELIPE IV DE NAVARRA (II DE ESPAÑA)
FELIPE IV DE NAVARRA (II de España)
(Valladolid, 1527-El Escorial, 1598). Hijo de Carlos IV de Navarra (I de España) y de Isabel de Portugal. Juró como heredero guardar y hacer guardar las leyes del reino, ante las cortes de Tudela de 1551. Entró a reinar en Navarra con la abdicación de Carlos I en 1556.
Al igual que su padre, se mostró respetuoso del régimen navarro y sus instituciones se consolidaron notablemente bajo su reino (aparece la Diputación; se reconoce el derecho de sobrecarta; se consolidan las Cortes*). Al mismo tiempo, las nuevas circunstancias políticas y religiosas aconsejaron al rey una importante redefinición de las fronteras*; modificación de los límites diocesanos en 1567; extranjería de los navarros de Ultrapuertos en 1583.
Felipe II tuvo ciertos escrúpulos sobre la posesión de Navarra. Entre 1556 y 1562 negoció con Antonio de Borbón*, marido de Juana III de Albret*, un arreglo de la cuestión de Navarra, aunque sin gran convencimiento. En un papel adjunto a su testamento de 1594 se lamentaba de no haber cumplido el encargo de su padre de examinar si era preciso compensar en algo a los Albret o, incluso, restituir el trono navarro, por lo que se lo transmitía a su hijo. Incluso, en el verano de 1598, durante la agonía del rey, corrió entre los círculos navarros de la corte el rumor de que Felipe pensaba dejar en manos del papa el arbitraje sobre la cuestión de Navarra, lo cual alarmó enormemente a la Diputación, que llegó a enviar una enérgica protesta.
Como rey, Felipe visitó Navarra en noviembre de 1592. Desde Logroño, por Viana y Estella, llegó a Pamplona, donde inspeccionó las obras de la ciudadela y asistió al juramento de su heredero Felipe, partiendo luego hacia Aragón por Tafalla y Tudela.