CARTULARIOS
CARTULARIOS
Códices manuscritos en los que se copiaban documentos recibidos por una institución eclesiástica o secular, relativos normalmente a bienes, posesiones o privilegios, agrupados para evitar la pérdida de los títulos justificativos de sus derechos. Se les dieron diversas denominaciones como las de Becerro o Tumbo. Suele predominar una ordenación geográfica de los documentos, aunque a veces es cronológica. Nacieron en Alemania en el siglo IX (Frisinga, Fulda), de donde pasaron a Italia. En el siglo XI se extendieron por toda Europa y llegaron a Navarra (cartulario de San Martín de Roncal, hoy perdido). En la actualidad el más antiguo de los cartularios navarros conservados es el Becerro Antiguo de Leire* (primera mitad del siglo XII), al que siguen el de Fitero* (segunda mitad del XII), el de Irache* y el Libro Redondo de la Catedral de Pamplona (siglo XIII), los del enfermero* (siglo XIV) y el chantre* (siglo XV) del cabildo pamplonés, y el de La Oliva* (siglo XVI). Los últimos corresponden al siglo XVIII. Bajo Teobaldo I* se elaboró en la corte regia un primer cartulario, se hizo otro bajo Felipe III* de Francia otros dos en el reinado de Carlos III*; del primero se conserva también una copla posterior.
Los mal llamados cartularios de Carlos II* y de su hermano el infante Luis* son en realidad registros de cancillería.