AUZA
Categoría histórica: Lugar.
Categoría administrativa: Concejo del municipio de Ulzama.
Partido judicial: Pamplona.
Merindad: Pamplona.
Comarca: Valle de Ulzama.
Población (1986): 191 habitantes de hecho, 195 de derecho.
Superficie: 3,57 km2
Altitud: 551 m
Distancia a Pamplona: 26 km Comunicaciones: Carretera local que enlaza con las nacionales; N-130 (Pamplona-San Sebastián) y N-121 A (Pamplona-Behovia).
Geografía
Está situado en una llanura a orillas de un afluente del río Araquil. Limita al NO con Juarbe y al SE con Larráinzar.
Efectuada la concentración parcelaria (1979): 109 Ha, 26 propietarios, 151 parcelas antes y 48 después. Comunes, 244 Ha (166 de monte maderable y 75 de secano).
Aunque ya en 1180 los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén poseían heredades en el término y a mediados del siguiente siglo eran titulares de 7 collazos, el lugar siguió vinculado al patrimonio de la Corona. Aparte de la cuota que pudiera corresponderle en la pecha anual liquidada conjuntamente por el valle, en 1280 devengada 20 sueldos por el concepto peculiar de “caldera”. En aquella época aparece documentado con la grafía “Aoitza”.
Carlos III fijó (1418) la “eyurdea” en 10 sueldos por cada casa; era el único pueblo del valle obligado a aquella prestación, considerada deshonrosa por los demás. En 1427 las rentas del monarca sumaban 125 sueldos.
En 1850 advierten los cronistas que entre sus baldíos había un bosque de hayas que decayó mucho a finales del siglo XVIII “por la extracción de maderas para la Armada Nacional, y por el mucho carbón que suministró a los hospitales militares” en la guerra contra la Convención* de 1793-1795; aunque “se va repoblando por medio de nuevas plantaciones”. “Desde que se ha generalizado el trabajar con layas, muchas tierras que antes se cultivaban con el arado, se nota gran ventaja en los productos”. A comienzos del siglo XX tenía posada y servicio diario de coche-correo a Pamplona.
Es patria del carlista Ángel Larumbe*.
Arte
La Iglesia de San Martín presenta una traza de nave única con crucero marcado al exterior y cubierto por cúpula que voltea sobre pechinas. La cabecera es recta y el coro se sitúa a los pies, en alto. Las ventanas son medios puntos alargados. A sus pies se alza la torre, de sección cuadrangular, constituida por tres cuerpos escalonados de alturas desiguales. En el último se alojan las campanas. La puerta de ingreso se abre en el lado de la epístola y parece construida en el siglo XVIII, si bien, ha sido reformada posteriormente. Se trata de una construcción moderna cuyos orígenes sin duda se remontan a la Edad Media, a juzgar por el rico tesoro pictórico que guarda.
Dentro del recinto eclesial, junto al muro norte de la casa parroquial, se halla un conjunto de pinturas que probablemente decoraban el ábside rectangular de una iglesia anterior a la actual, de fines del XII o principios del XIII. Éstas ocupaban la zona inferior del muro, el espacio semicircular, que rodea la ventana -de traza románica- a manera de tímpano: pero sólo han perdurado las de la parte izquierda. El estado de conservación es muy malo.
La composición se dispone en dos registros horizontales separados por una línea recta. En el centro del registro inferior se sitúa la Virgen, destacada por su mayor tamaño. Corresponde a una iconografía bizantina, con toca en torno al rostro y aureola: lleva asimismo un amplio manto. Esta entronizada como “Sedes Sapientiae” y en posición orante. A la izquierda de Nuestra Señora, también sentado, aparecen una serie de personajes, el primero de los cuales es San Pedro. Las otras figuras, así como las que se sitúan a la derecha de la Virgen, son de difícil identificación. En su conjunto la iconografía ofrece un tema mariano que no puede precisarse, pero que parece el Rendimiento de culto a la Virgen. El registro superior está más deteriorado y es de lectura más difícil. Los personajes son enmarcados por unas arquerías trilobuladas. La figura principal es de nuevo la Virgen que lleva al Niño en su regazo. A la derecha tres figuras, algo borrosas, que bien pudieran ser los Reyes Magos en la escena de la Epifanía. Son unas pinturas de estilo marcadamente lineal. El color resulta un mero acompañamiento del dibujo. La gama cromática no es muy amplia: tonos ocres, amarillos, castaños, oros, blancos y azules. Los fondos son lisos, de color rojo oscuro y ocre. Las figuras, marcadas con trazos oscuros, se recortan sobre ellos. Túnicas y mantos se pliegan con artificio. La indumentaria hace fechar el conjunto en el siglo XIII ya avanzado. Esto, unido a algunos rasgos como el linealismo y la frontalidad, sitúan el conjunto de Auza en el ciclo de pinturas góticas de transición y cercanas a los conjuntos murales de Artaiz, Artajona y sobre todo Olite.
El interior de la iglesia esta presidido por un retablo rearmado con piezas de distintas épocas, entre las que destacan dos tablas de estilo romanista que recogen temas franciscanos. El titular es una bella imagen de San Martín de la que ya se tienen noticias documentales en 1540.
El núcleo mayor de la arquitectura civil se alinea a orillas del arroyuelo que lo cruza. Lo componen casa de regular tamaño, algunas de las cuales tuvieron galerías de madera exteriores con tejado propio. Como en otros pueblos del valle se da el tipo de casa con muro lateral sobresaliente para proteger a la fachada de algún viento fuerte.
Esparcimiento
Las fiestas patronales se celebran del 9 al 11 de octubre.