VESOLLA
Villa del valle de Ibargoiti, Merindad de Sangüesa.
Antiguo señorío eclesiástico. Su titular, Aznar López de Vesolla (“Bessoila”) la dio y confirmó (1093) al monasterio de Leire con su iglesia de Santa María, su término, su parte de la “selva” de Loiti, su “viña mayor” de Ezpelduya y la pecha (“galleta” y “delgata”) y las “labores” de sus hombres. Al parecer pasó después al señorío nobiliario por concesión del príncipe Carlos de Viana a Juan Martínez de Uriz (1453), convirtiéndose finalmente en marquesado con la concesión de dicho titulo a José Elío en 1702. Sus señores pretendieron separar el término del resto de Ibargoiti, pero en 1846 se reintegró definitivamente al valle.
Tuvo administración peculiar hasta los comienzos del siglo XIX por ser lugar de señorío, perteneciente entonces al marqués de su nombre, quien nombraba por eso el alcalde. El diccionario de 1802 le atribuye cinco casas con 34 almas. La pertenencia a Ibargoiti se da en lo eclesiástico; en lo civil se consideraba incluido en el valle de Elorz*. Y así continuó tras la reforma de la administración local en la primera mitad del siglo XIX. La inclusión en el municipio de Ibargoiti es posterior.
Arte
La iglesia de la Purificación está situada en término apartado de la población. Lo constituyen el templo y una casa para vivienda con su pequeña granja. El edificio religioso es un ejemplo de arquitectura románica tardía (ca. 1200) realizado en piedra sillar con decoración esculpida en capiteles y portada. Consta de nave única dividida en dos tramos más la cabecera semicircular. Adosada a la cabecera por el lado de la Epístola hay una pequeña sacristía de planta cuadrada, posterior a la iglesia. El ingreso se sitúa en el segundo tramo del muro de la Epístola con arco de medio punto y de capitel vallado con motivos vegetales y animales estilizados. Tiene tímpano con crismón central sostenido por ménsulas de rollos.
El interior se cubre con bóveda de cañón apuntado sobre fajones en la nave y con bóveda de horno en la cabecera. A destacar, el arco fajón que enlaza con la capilla mayor y apoya en medias columnas adosadas cuyos capiteles ofrecen una iconografía similar a la de la portada. El retablo mayor de estilo renacentista con detalles platerescos en su mazonería, es obra del siglo XVI. Conserva pinturas sobre tabla originales en las calles laterales y en el coronamiento. En el primer piso están las figuras sedentes de Santa Bárbara y de Santa Quiteria y en el segundo las de los santos Blas y Antonio Abad. En el ático se encuentra el Calvario. Son obra de un maestro del Renacimiento navarro del segundo tercio del siglo XVI. En el centro del altar mayor, delante del retablo, hay una valla gótica (siglo XIV) de la Virgen con el Niño en posición sedente, modificada por la restauración efectuada en ella en época moderna.
Bibliografía
C. Fernández Labeaga, Imaginería medieval Mariana en Navarra . (Pamplona, 1988). p. 247-156.