MÉLIDA
Categoría histórica: Villa.
Categoría administrativa: Municipio.
Partido Judicial: Tudela.
Merindad: Tudela.
Comarca geográfica: Bajo Aragón.
Población (1986): 825 habitantes de hecho, 957 de derecho.
Superficie: 26,2 km2
Densidad: 31,5 km2
Altitud en el núcleo de viviendas: 349 m
Distancia a Pamplona: 66,5 km
Comunicaciones: Situado en la carretera local que se une en Caparroso a la general N-121, Pamplona-Tudela.
Gentilicio: Melidés y melidano.
Geografía
Limita la N con Santacara, al E con Carcastillo y las Bardenas Reales, al S con éstas y al O con Murillo el Cuende y Pitillas. Lo cambiante del trazado de los meandros que describe el Aragón explica que no sirva de muga dicho río con Santacara mas que excepcionalmente. Pueden diferenciarse dos unidades geomorfológicas en Mélida; la baja llanura aluvial, que sirve de soporte al regadío tradicional, fecundado con aguas derivadas del Aragón en término de Carcastillo, y cuya altitud media puede estimarse en unos 335 m, y el sistema escalonado de terrazas fluviales, en el reborde de una de las cuales está emplazado el pueblo (349 m), sistema que lleva hasta la alta terraza del Plano, a 420 m. Los nuevos regadíos derivados del Canal de las Bardenas se encuentran en esta segunda unidad geomorfológica.
El clima es de tipo mediterráneo-continental, caracterizado por la amplitud de las temperaturas, la escasez (400-500 mm anuales en unos 65 días) e irregularidad de las precipitaciones y la alta frecuencia de los vientos fuertes, sobre todo el cierzo; es lógico, por consiguiente, que la aridez sea grande (evapotranspiración potencial media anual, 725-750 mm).
Por eso mismo, fuera del Aragón, que es un río caudaloso (unos 80 m3/s), no hay más que barrancos y la vegetación es de naturaleza xerófila; aún quedan algunos rodales pequeños y espontáneos de Pinus halepensis (pino carrasco) y algunas franjas de alamedas ripícolas (54 Ha), pero por lo general el paisaje vegetal está fuertemente degradado hacia el matorral y la xeroestepa.
El sector agropecuario ocupa el 75% de la población activa empleada en el municipio. Un 39% de la superficie cultivada es de regadío. Los terrenos comunales suman 978 Ha (37,6% de la superficie censada), de las que 211 son de secano, 718 de regadío intensivo, 13 de viña y 36 de pastos. El regadío comunal tiene una gran importancia socioeconómica. En 1976 se llevó a cabo la concentración parcelaria en parte del regadío: afectó a 211 Ha pertenecientes a 232 propietarios y distribuidas en 682 parcelas, que quedaron reducidas a 325.
Maíz y alfalfa son los cultivos más importantes del regadío; siguen a continuación los cereales de invierno y primavera y las hortalizas, entre las que destacan el tomate y el pimiento. No hay plantaciones regulares de frutales de importancia, sino árboles diseminados por el regadío (melocotonero, manzano, peral, ciruelo) y secano (almendro). De las casi 200 Ha que ocupaba la vid antes de la filoxera, no quedan hoy más que 25, casi todas en secano. Nunca tuvo Mélida más que unos pocos olivares de regadío (hoy nada). La tierra de labor de secano pasó, con la roturación de 1900-1920, de 381 Ha en 1891 a 978 en 1906 y 1.707 en 1920. En las Bardenas Reales, de las que son un pueblo congozante, 214 vecinos de Mélida cultivan 2.876 Ha. El 9 de junio de 1965 se creó una cooperativa agropecuaria, disuelta el 27 de junio de 1975, y el 6 de enero de 1946 la Bodega Cooperativa San Miguel.
Disminución del ganado de labor y aumento general del de granjería son las dos notas más destacadas de la riqueza pecuaria: en 1920 había 307 cabezas de ganado mular, 68 de caballar y 185 de asnal, y en 1982, respectivamente, 8, 39 y 3; el incremento del ganado de granjería se debe, sobre todo, al ganado bovino estabulado, que pasó de 15 cabezas en 1920 a 23 en 1935, 48 en 1950, 186 en 1961 y 324 en 1982 (vacuno de leche y engorde de terneros); también aumentó el número total de ovejas (2.800) y cerdos (2.804), estos últimos de cría industrial (3 granjas) así como las aves (21.000 broilers).
El sector secundario ocupa (1984) solamente a 22 trabajadores en 9 establecimientos. Los servicios emplean a 41 personas en 20 centros de trabajo.
La población activa de Mélida es de 309 personas, de las cuales 43 se hallan en situación de desempleo y 43 tienen su puesto de trabajo en otros municipios.
Desempleo registrado (31.3. 1987): 52 personas.
Presupuesto municipal (1987): 57.448.000 ptas.
Heráldica municipal
Trae de gules y un castillo de oro almenado, donjonado de tres torres, la de en medio más alta que las laterales, almenado de tres almenas y adjurado en azur. Hay error en el que figura en las vidrieras de la Diputación, un castillo sin torres.
Casa Consistorial
Fue construida a comienzos del siglo y consta de planta baja más dos elevadas. Su estilo es de tipo popular similar al de otras construcciones de la zona. El ayuntamiento está formado por alcalde y seis concejales.
En su término se localiza una serie de yacimientos arqueológicos de diversas épocas repartidos en las terrazas del Aragón y en la Bardena Blanca: Bajada de las Yeguas*, Gullizo*, Paso de Cebedeo*, Morro de la Barca*, Huesera*, Cueva Quemada*, Barranco de las Cuevas* I, II y III, Ermita de la Santa Cruz*, El Carrizo* y Cabezo Prabosero*.
Su primitiva iglesia quizá pueda identificarse con la de “Villazuruc”, dada por el rey Sancho Ramírez a la abadía de Montearagón (1093); en todo caso, después de largos pleitos fue incorporada por el papa aviñonés Clemente VII (1385) al obispado de Pamplona. Entre las localidades navarras próximas a las Bardenas que en 1204 se coaligaron con las limítrofes de Aragón para combatir a los malhechores consta todavía Villazuruc y falta el nombre Mélida. Villa se señorío realengo, Teobaldo II unificó (1266) las cargas y prestaciones de sus “labradores”, cifrándose en una pecha anual 200 sueldos y 200 cahíces de trigo. Sin embargo, la corona se reservó ciertas heredades, como las que habían pertenecido a Jimeno de Aibar, más el viñedo del soto, que en 1280 producían una renta anual de 227 sueldos, 43 cahíces y medio de trigo, 9 de cebada y 27 nietros de vino; estos bienes pueden relacionarse con la donación del soto entregado posteriormente (1468) a Martín de Peralta. La pecha conjunta de la villa había sido otorgada (1309) a Oger de Mauleón, el cual a su vez la dio (1337) al monasterio de la Oliva, incluido el señorío jurisdiccional. El lugar, muy afectado ya por las pestes de 1348 y 1362, fue arrasado durante la posterior guerra con Castilla (1378) de suerte que habían vuelto a habitarlo entonces 4 ó 5 vecinos.
Mélida subsistió como villa abacial tras la conquista de Navarra por Fernando el Católico (1512) hasta las desvinculaciones y reformas municipales de los años treinta del siglo XIX. Hasta entonces, por ello, era el abad del monasterio de La Oliva quien nombraba su alcalde. Tras las citadas reformas, quedó como ayuntamiento de régimen común.
En 1802 se le calculan 2.490 robadas de regadío. En 1847 tenía escuela dotada con 1.468 reales al año, y el vicario de la parroquia había pasado a ser de provisión del obispo, en tanto que el beneficio eclesiástico, que también había en su iglesia, era de presentación del rey o del obispo de Barbastro según el mes en que vacara. Contaba con un camino que conducía a Carcastillo, otro a Arguedas por las Bardenas y otro a Caparroso; los tres se encontraban en buen estado. Había un molino de aceite y otro de harina y tres fábricas de aguardiente. Durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX creció de manera notable, como otros antiguos señoríos de la Navarra meridional. En los años veinte de nuestra centuria había una gran bodega y varias menores, subsistían los dos molinos y una fábrica de aguardiente. Contó con un hospital sostenido por numerosas donaciones. (Bardenas*)
Castillo
En el siglo XIII existía un castillo en la localidad porque en 1266, fecha en que Teobaldo II dio a tributo a los labradores de Mélida los bienes y derechos que allí tenía el rey, se reservó expresamente el castillo, exceptuándolo de la cesión. Tal vez el castillo o torre defensiva habría sido derruido en 1378, cuando la villa fue atacada y tomada por las huestes castellanas de Pedro Manrique.
Arte
La parroquia de La Asunción que preside el apretado caserío debió plantearse en estilo protogótico con influencias del Císter en torno a 1200. De esta construcción primitiva quedan en pie parte de los muros de la nave con abundantes marcas de cantero así como dos arcos apuntados -el de ingreso a los pies y un segundo abierto en el muro del Evangelio- y la dependencia tras la capilla mayor cubierta por una bóveda de cañón apuntado. Las primitivas cubiertas fueron sustituidas en la primera mitad del siglo XVI por bóvedas estrelladas góticas, al tiempo que se construían el crucero y la cabecera, todo lo cual se concluyó para el año 1549. La torre, de estilo herreriano, data de los primeros años del siglo XVII y el coro es moderno.
Al ensamblador de Olite, Pedro de Arceiz, se atribuye el retablo mayor, de estilo romanista, que policromaron antes del año 1616 los maestros Juan Frías y su yerno Francisco Adán. A la misma época y estilo pertenecen los colaterales de la Virgen del Rosario, repintado, y del Santo Cristo, éste con pinturas tenebristas. Son barrocos de hacia 1689 los retablos de la Inmaculada y de las Ánimas donde se alberga el lienzo de San Francisco Javier bautizando, firmado por el pintor Vicente Berdusán en el año 1682.
Templo protogótico de comienzos del siglo XIII, semejante a la primitiva parroquia de Carcastillo, es la ermita de Santa Cruz cuya alargada nave de cinco tramos se cubre con bóveda de cañón apuntado entre potentes arcos fajones.
En el caserío se conserva el trazado urbanístico medieval con estrechas calles cortadas en ángulo recto y algunos fragmentos de la antigua muralla englobados en construcciones posteriores. Dominan las casas del siglo XVI hechas de sillar como el granero de los Diezmos, que mantiene en su clave un pequeño escudo de la época. Asimismo hay algunos palacios barrocos con escudos de los siglos XVII y XVIII entre los que se reconocen las armas de los Munárriz y los Jaso.
Bibliografía
T. Biurrun y Sotil: La escultura religiosa y bellas artes en Navarra durante la época del Renacimiento (Pamplona, 1935) p. 349, y Para el inventario de la riqueza artística de la Diócesis de Pamplona. BOE (Pamplona, 1929), p. 199 y M. García Gaínza, M. C. Heredia Moreno, J. Rivas Carmona y M. Orbe Sivatte, Catálogo Monumental de Navarra I. Merindad de Tudela (Pamplona, 1980), p. 211-217.
Esparcimiento
Las fiestas patronales se celebran del 19 al 25 de agosto.
Toponimia menor
los Abejares, término y camino; las Angas, balsa; Balsa, camino; la Balsa de Tudela, camino; Carrera de la, camino; Carrizo, camino; el Carrizo, término; Corraliza de Isidro, término; Corral de Cándido, camino; Corral de la Villa, camino; Corral de Pelucas, camino; Corral nuevo, término; la Cruceta, camino; Cura, canal; el Estrecho, camino; Facería, término; Julio, balsa; Lalandas, río; el Lentiscar, término y camino; el Mamantón, camino; Mitad, camino; Muga de Isidro, camino; Munárriz, alto; el Prado, término; la Quemada, término; el Raso, término; el Rincón, término; Río Lavanda, acequia; Santa Agueda, término; Saracay, término; el Soto Arenal, término; Soto Bajo, camino; el Soto, camino; la Tejería, camino; Tudela, camino y balsa; Val de Nava del Rey, barranco; Viejo, corral; Villa, corral: las Viñas, camino.