FALANGE ESPAÑOLA
FALANGE ESPAÑOLA
Movimiento español regeneracionista, de tipo fascista, institucionalizado bajo la forma de partido, por J.A. Primo de Rivera en 1933. Fusionado con las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica y con las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista de Onésimo Redondo y Ledesma Ramos en 1934, fue unificado por decreto, el 19 de abril de 1937, con monárquicos de diversas clases, pasando a denominarse Falange Española Tradicionalista y de las JONS, “movimiento militante inspirador y base del Estado español” durante las cuatro décadas regidas por el general Franco.
Los primeros antecedentes de este grupo político en Navarra datan de comienzos de 1932, momento en que un grupo de jóvenes estelleses de la clase media forman un núcleo filial de las JONS. Posteriormente otro de iguales características se creará en Pamplona. La iniciativa de introducir Falange Española en Navarra se debe al estellés Ruiz de Alda*, que llega a Pamplona al poco tiempo de celebrarse el mitin del teatro de la Comedia de Madrid (29 de octubre de 1933), en el que había intervenido él mismo. El grupo promotor, apenas una veintena de jóvenes, se reúne en el hotel La Perla, cuyo dueño, el comandante retirado de caballería José Moreno, pronto es designado por todos como primer jefe de la Falange en Navarra. Ya como Falange Española de las JONS, el nuevo partido inicia en 1934 su propaganda, no siempre fácil, por las tierras de la Ribera, donde con dificultad van naciendo células falangistas muy activas.
A partir de 1935, los militantes de Tudela, Peralta, San Adrián, Mendavia, Estella, Cáseda, además de Pamplona, habían constituido Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista adheridas al Movimiento de la Falange Española, como indicaban sus reglamentos, y gozaban de vida legal dentro de la República, al igual que cualquier otra asociación política. Los enfrentamientos entre falangistas e izquierdistas se hacen habituales en nuestra tierra desde el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936. La muerte violenta de un falangista de Mendavia en marzo de ese mismo año dio pie al gobernador para clausurar los Centros falangistas de toda la provincia. La concentración paramilitar de falangistas navarros en el bosque de Cábrega tiene lugar el día del Corpus de 1936, preanuncia la participación de su milicia en la conspiración militar de Mola. La Falange navarra de julio de 1936 cuenta en ese momento con 160 afiliados en Pamplona y 640 en toda Navarra.
El 19 de julio un grupo de falangistas asalta el local de Izquierda Republicana de Pamplona y lo convierte en sede de Falange; igualmente se apoderan del local y la maquinaria que editaba el periódico nacionalista “La Voz de Navarra”, que les servirá para lanzar a la calle el suyo propio con el nombre de “Arriba España*”.
En la campaña de represión que durante los primeros días de la Guerra Civil se desata contra los militantes de partidos y sindicatos de izquierda y el PNV, se les incautan los edificios y enseres de sus domicilios sociales en beneficio casi siempre del grupo de Falange local, que, recientemente organizada, carecía de oficinas propias. En estos lugares se organizan más adelante los comedores de Auxilio Social*.
El 25 de mayo de 1937 se realiza la fusión en Navarra de la Comunión Tradicionalista y de Falange Española de las JONS, para formar FET y de las JONS, si bien no existió durante la Guerra Civil una compenetración organizativa entre ambas entidades políticas. Presidió este organismo en Navarra la más alta autoridad carlista de la provincia y correspondió la secretaría a su homólogo de la Falange, Daniel Arraiza, otro hombre clave, como J. Moreno, de la Falange en Navarra. El tercero lo será el sacerdote Fermín Yzurdiaga*. Como aportaciones personales de la Falange navarra a la España nacional, cabe citar al periodista Ángel M.ª Pascual* y a los futuros ministros Fermín Sanz Orrio y José Luis Arrese*.
Acabada la guerra, se creó la correspondiente Jefatura Provincial del Movimiento. La función política de este organismo se realizó por medio de Servicios y Delegaciones. Destacan entre otros servicios el de la Jefatura Provincial, Inspección Provincial, Servicio Provincial de Información; y como Delegaciones las de Vieja Guardia, Sindicatos, Juventudes, SEU, Sección Femenina, Prensa, Propaganda y Radio y Guardia de Franco. Desaparecieron en tanto organizaciones falangistas de primera hora como Milicias y Flechas y Pelayos. Como órgano colegiado que, en teoría, dirigía y orientaba los diversos Servicios y Delegaciones, funcionó un Consejo Provincial del Movimiento. De él dependían igualmente el Patronato “Julio Ruiz de Alda”, para mejora de las viviendas rurales, y el Patronato “Francisco Franco”, creado en 1950, para construcción de viviendas de renta limitada o subvencionada.
En elecciones posteriores a 1975 Falange Española no ha obtenido ningún escaño parlamentario, ni puesto municipal.