FELIPE II DE NAVARRA Y V DE FRANCIA
FELIPE II DE NAVARRA Y V DE FRANCIA
(?, 1292-Longchamp 1322). Hijo de Felipe IV de Francia y Juana I de Navarra (1292-Longchamp, 1322), apodado “el Largo” Fue conde de Poitiers. Al morir su hermano y estar la reina embarazada, se le nombró regente por 18 años del futuro rey (5.6.1316). La muerte del recién nacido, Juan I (20.11.1316), le convirtió en rey de Francia y de Navarra, siendo coronado el 9 de enero de 1317. La preterición de los derechos al trono de su sobrina, la futura Juana II de Navarra, fue el pretexto que sirvió a un grupo de la alta nobleza para enfrentarse con el rey. Éste tuvo que reunir unos Estados Generales (9 febrero) que aprobaron su coronación y declararon que las mujeres no tenían derecho a la sucesión en el trono de Francia. Llegó a un acuerdo con el duque de Borgoña., tutor de Juana, para que ésta renunciara a la corona de Francia (27.3.1318) y meses después la casó con un primo suyo, Felipe de Evreux (18.6.1318).
Ante la imposibilidad de trasladarse a Navarra ordenó (octubre 1317) que se reunieran las Cortes para designar una comisión que se trasladara a París para efectuar el juramento real de respeto a los fueros y de fidelidad al rey. La repugnancia con que se recibió la carta explica que la reunión tardara casi dos años en celebrarse. Por fin una comisión de 42 notables se desplazó a París y efectuó el juramento (30.9.1319).
Fue uno de los reyes capetos más laboriosos y estuvo dotado de genio organizador. Promulgó numerosas ordenanzas, previamente consultadas con los Estados Generales, que reorganizaron gran parte de la administración francesa. El aumento de los impuestos y las consiguientes dificultades de la población le hicieron impopular.
En Navarra el hecho esencial de su corto reinado fue el definitivo acuerdo con la Iglesia (septiembre 1319): el obispo y el cabildo renunciaron al señorío sobre Pamplona y a otros bienes temporales, a cambio de una cuantiosa renta y de la cesión de varias parroquias de patronato real. Se ejecutó en abril de 1321. Se acordó también la reconstrucción de la Navarrería, aunque no se efectuó hasta el siguiente reinado. Era el último paso tendente a olvidar la sublevación y la guerra de 1276, propiciado por la dócil actitud de la Iglesia navarra ante la monarquía capeta desde principios de siglo. A quienes no se perdonó fue a algunos cabecillas nobiliarios. La política exterior, por lo que respecta al ámbito navarro, carece de interés. Tan sólo deben reseñarse los constantes ataques de malhechores guipuzcoanos, amparados por el bando oñacino. Una considerable operación de castigo fue aplastada por los guipuzcoanos, que la derrotaron en el barranco de Beotíbar*. (1321).
Casó en 1307 con Juana de Borgoña* (heredera del conde Otón IV), de la que tuvo cuatro hijas: Juana, Margarita, Isabel y Blanca.
Bibilografía
Ch. V. Langlois, Saint Louis, Philippe le Bel, les derniers Capetiens directs (1226-1328), 2.ª ed., París, 1978.