ENSALMADOR
ENSALMADOR
Clérigo o seglar que pretendía sanar dolencias espirituales o corporales, conjurar enfermedades contagiosas o plagas agrícolas por medio de oraciones, ensalmos y ritos cabalísticos. Proliferaron en Navarra durante los siglos XVI y XVII. Concejos vecinales e individuos requerían periódicamente la presencia de religiosos y clérigos especializados en este menester, sobre todo durante las epidemias, para que impetraran de Dios la salud y las buenas cosechas. Su actuación era una mezcla de lectura de evangelios y salmos, rezo de oraciones e imprecaciones, y ritual de bendiciones y aspersiones.
El de Mélida afirmaba que estaba en relación con Dios Padre y con el Espíritu Santo. Pretendía curar a sus pacientes administrándoles agua bendita al tiempo que recitaba: “Padre de amor y misericordia. En vuestros brazos me entrego si soy merecedor de conseguir lo que os pido. Mi Ángel, mi guía, mi protector: cuanto más pronto mejor”. Otros recurrían a “echar vascuences”, como las viejas de la parte de Lesaca, que combatían las postillas haciendo comparecer a los pacientes en ayunas durante nueve días consecutivos, durante los cuales echaban sal en las postillas y los siguientes “vascuences”: “Gangallak dire hedezi, bedezitik zorzi, zorzitik zazpi, zazpitik seik, seitik borz, bortik lau, lautik iru, irutik bi, bitik bat, gangallak egiten ditu sun, ¡zirtz, zartz!”. Escrofula*. Zingirio*. Curanderos*.