BROCAR, ARNALDO GUILLÉN DE
BROCAR, Arnaldo Guillén de
San Bartolomé de Lupiana, Guadalajara, 1523). Impresor. De origen incierto -unos autores le atribuyen procedencia alemana, mientras que otros ubican el lugar de nacimiento en Broc o Le Brocar, en la comarca de Orthez, al oeste de Pau (Francia)-, lo que parece seguro es que su aprendizaje lo realizó en Alemania, como lo prueban los caracteres empleados en sus libros. Para una gran parte de los bibliógrafos se constituyó en el príncipe del arte de la imprenta en España, y en su tiempo el más hábil y mejor tipógrafo.
Su presencia en Pamplona coincidió con un momento de paz en las relaciones entre los estados de Foix y Navarra. Capitulado el matrimonio de Catalina con Juan de Albret (14.6.1484) y firmadas las paces de Valencia con los Reyes Católicos (1488), los estados de Béarne, Foix, Bigorre y Nébouzan juraron fidelidad a los monarcas navarros (15.10.1491). Pudieron ser estos reyes los que mandaron llamar a Brocar, o por lo menos aceptaron muy complacidos su estancia en Pamplona, otorgándole su protección para instalar sus prensas in regali civitate Pampilonensi (1490). Mientras permaneció en la capital del reino, fue financiado por el italiano Tomás Favario de Lumelo. Casó con María Zozaya, de la que tuvo dos hijos, Juan y Pedro, y una hija, María, que contrajo matrimonio con el impresor estellés Miguel de Eguía* hacia 1503.
En Pamplona trabajó hasta 1501, año en que se trasladó a Logroño. La marca de Brocar fue debida al escaso ambiente cultural que se respiraba en Navarra en aquellos momentos. Tras su ausencia, no se reanudaron las impresiones en la capital hasta 1568, aunque varios años antes Eguía ya se encontraba afincado en Estella como tipógrafo y poco después surgieron las primeras obras en Tudela. En 1510 fue llamado por el Cardenal Cisneros a Alcalá de Henares para imprimir la Biblia Políglota, editada entre 1514 y 1517 con caracteres hebreos, caldeos y griegos, y compuesta por seis tomos en folio. También trabajó en Valladolid, Toledo y Burgos, y más tarde de nuevo en Alcalá. Puesto que no pudo ver terminada la obra Erudita in Davidicos salmos Expositio (1524), se puede suponer que murió en 1523.
Los libros que imprimió Brocar manifiestan un gusto y técnica exquisitos. Utilizó caracteres góticos, sustituyendo los más antiguos por tipos lioneses o parisinos, éstos de 81 mm hacia 1496, y desde 1499 de 93 mm. Empleó “marca geométrica en distintos tamaños, con la cruz sobre el círculo, partido diametralmente y en su interior, el brazo horizontal, indicación de un solo impresor; las iniciales entrelazadas en la parte inferior del círculo AG y la D y la B en los extremos del brazo, que indicaban un solo impresor”. Por otra parte, mas decorar los grabados en madera con orlas de distintos largos y anchos, con ornamentación variadísima, entre la que predominan los temas vegetales, sirenas u otros motivos antropomorfos.
El primer incunable impreso en Pamplona es el Manuale secundum consuetudinem ecclesie Pampilonensis (1490), al que seguirán las Regulae de E. de Masparrauta (1492), el Epílogo en medicina y cirugía de J. de Kethan (1495), Commentum seu Scriptum super libros politicorum Aristotelis (1496), Commentum seu Scriptum super libros yconomice (1496) y las Formalitates breves (ca. 1496) de P. de Castrovol, y la Dieta Salutis de San Buenaventura (1497). El año 1499 es sin duda el de mayor producción. Figuran los Libros menores, el Tractatus sacerdotalis de Sacramentis de que dignis officiis de N. de Blony, el Enseñamiento de religiosos de G. de Peralta y el Título virginal de nuestra señora en romance de A. de Fuentedueña. El Tractatus vel si mauis expositio in simbolum quincumque vult de P. de Castrovol, el Confessionale de A. Hispanus, las Interrogationes confessorum y el Tractatus qui stella clericorum inscribitur aparecen encuadernados en un volumen e impresos con los mismos tipos y en las misma fecha, al igual que el Breviarum secundum consuetudinem ecclesie et diocesis Pampilonensis renovatum in regulis. Los últimos incunables conocidos son: las Institutiones de moribus de B. Magno (ca. 1500), el Missale Pampilonense (ca. 1500), la Crónica Troyana de G. de Columna (ca. 1500) y el Missale Tirasonense (1500). Por el contrario, las Constitutiones sinodiales diocesis Pampilonensis de J. de Monterde y las Constitutiones provinciales provincie Cesaraugustane de A. de Barbazán, ambas de 1501, pierden esta particularidad, poniéndose en duda en el caso del Missale Lascuriense (ca. 1496), del Ordinarium Mindoniense (ca. 1497) y de las Coplas en español sobre la elección del obispo de Calahorra de F. de Pradilla (ca. 1499).
Bibliografía
J. Catalina García, Ensayo de una tipografía complutense, (Madrid, 1889); J. M. Jimeno Jurío, La imprenta en Pamplona antes de 1600, en “La imprenta en Navarra”, (Pamplona, 1974); J. A. Mosquera Armendáriz, Un nuevo incunable de Arnaldo Guillén de Brocar, “P. de Y.”, 148-149, (1977); A. Pérez Goyena, Ensayo de Bibliografía navarra, desde la creación de la imprenta en Pamplona hasta el año 1910, I, (Pamplona, 1947).