OVEJA
En Navarra se distinguen dos razas ovinas, cuyo censo en 1987 era de 178.410 ejemplares de ordeño y 357.695 de carne.
Lacha
Representa el 32% del censo. Se acomoda en el área húmeda de Navarra. Luce pigmentaciones rojas o negras en cara y extremidades, formas angulosas y estiradas, lana larga y basta, con mechón muy abierto y en la espalda raya central que peina al animal. Es la única raza adaptada a la pluviometría y a la orografía de la zona y vive al aire libre casi todo el año. Su producción se valora en un 59% de leche, 38% de cordero y 3% de lana. Su Libro Genealógico se abrió en 1967 y viven sometidos a comprobación 20 rebaños: 1.114 ovejas han demostrado un rendimiento de 195,5 kg de leche en 181 días y hay rebaños cuya producción media rebasa los 250 kg, aunque en todos ellos hay ovejas que superan los 350 Kg de leche anuales. La mejora genética va dando buenos resultados. Le afecta la adenomatosis pulmonar ovina, enfermedad frecuente, grave -porque diezma los rebaños- por ahora incurable. (Ganadería*).
Rasa
Representa el 68% del censo. Se localiza al sur de una línea que discurre por Améscoa, Irurzun, Ulzama, Anué, Erro y Orbaiceta. En el mapa, el rayado corresponde a la oveja rasa navarra.
La oveja rasa es armónica -mucha oreja, vientre ancho, extremidades recias, y de poca caña-, fecunda -rara es la que queda vacía-, prolífica -los partos dobles montan en año normal el 10% y el 30% cuando abunda la comida-; muy estimada como productora de carne y de lana entrefina. Es la oveja de las Bardenas y del queso roncalés artesanal, cuyas muideras viven hace tiempo una acusada regresión. Es animal “con mucha sangre”, de temperamento nervioso y gran capacidad de adaptación. Su alimentación bardenera -a veces todo el año- consistente en hierba de rastrojos y eriales, más plantas esteparias le permite mantener un buen estado de carnes y la crianza del cordero.