LACHA
LACHA
Raza ovina de Navarra caracterizada por la condición basta de su lana. Presenta pigmentaciones negras o rojas en cara y extremidades; formas angulosas y lana larga con mechón abierto y raya en el dorso como si marcara las dos vertientes de un tejado, motivo por el cual soporta bien la lluvia y mal el frío. Su peso medio varía con la alimentación (35-45 kg., peso vivo de las hembras y 55-70 kg. de los machos). Las hembras tienen mamas desarrolladas y esponjosas con pezones que permiten el ordeño a mano y a maquina. Su constitución hormonal está polarizada unilateralmente hacia la producción de leche.
Su situación geográfica corresponde al ángulo NO, zona húmeda de la región, al norte de una línea imaginaria que pasa por las Améscoas, Irúrzun, valles de Ulzama, Anué y Ero hasta la localidad de Orbaiceta en el Pirineo navarro. Fuera de su medio natural, geografía difícil y elevada pluviometría (1.000-1.300 mm al año) su explotación ha fracasado.
El total de ovino lacho en España se estimaba a mediados de los años 80 en unas 300.000 cabezas (el 2,5% del censo ovino) y sólo en Navarra sumaban unas 140.000 cabezas (el 47% del total de raza lacha).
La paridera se sitúa en los meses de noviembre-diciembre-enero (32,5; 62 y 5,5 por ciento, respectivamente). Las fechas de cubrición están condicionadas por al alimentación, luminosidad y clima. Los partos tienen lugar sobre praderas así como la primera parte de la lactación y más adelante pasan a los pastos de altura (comunales) como Velate, Otxondo, Andía, Aralar, Sorogain, etc.
La gemelaridad, que oscila entre el 15 y el 30 por ciento, ha mejorado en los últimos años y guarda relación directa con la cuantía de la producción lechera en la temporada anterior y, por tanto, con la alimentación. Coincidiendo con el aumento del peso vivo de la raza, el de los corderos ha aumentado, respecto a 1967, en estos porcentajes: 7 al nacimiento; 10 a los 30 días. Destaca en la oveja lacha el gran peso de los corderos al nacimiento, superior, en 1 kg., a los de la oveja rasa: (5,5 kg. los machos, 5 las hembras y 4,6 los gemelos). A los 30 días: 15 kg. Los machos, 13 las hembras y 12,9 kg. los gemelos. Esto representa una ganancia media diaria del nacimiento a los 30 días de 2,98 gramos para los dos sexos, 330 en machos y 285 en hembras.
El peso medio del vellón (sucio) en hembras adultas, obtenido sobre 547 determinaciones, fue de 1,9 kg. con valores extremos de 1,3 a 2,9 kg. Los análisis efectuados dieron estos resultados:
Diámetro de la fibra observada en sentido longitudinal: 32 micras; longitud media de la fibra: 29; rendimiento al lavado a fondo (%): 72,8.
La leche constituye la fuente de ingresos más importante que esta oveja proporciona. La distribución en porcentaje de los ingresos, para todo el efectivo lacho de Navarra, sería: leche, 62; cordero lechal, 36; y lana, 2. Un programa de mejora genética de esta raza autóctona fue aprobado por la Diputación Foral de Navarra en 1967, año en que fue abierto el Registro Genealógico, y que comprende: la eliminación temprana de las hembras de baja producción; la elección de futuros reproductores procedentes de madres con producciones superiores a la media del rebaño; la utilización de moruecos testados por la prueba de la descendencia.
Los resultados de los controles lecheros en los últimos 18 años permiten afirmar que la oveja lacha es una de la mejores lecheras del mundo, muy próxima a la Awassi de Israel y a la Milchschaff de la R.F.A. El número de ovejas en control lechero se eleva a 5.000 distribuidas en 22 rebaños de los valles del Baztán, Ulzama, Imoz y Anué, así como en la Barranca.
La producción lechera ha pasado de 119 kg. en 1967 a 211,5 kg. en 1984 habiéndose registrado producciones individuales máximas de 319 y 581, respectivamente. Otro dato que demuestra el progreso genético logrado: en 1969 el 4,02 por ciento de las hembras controladas superaba los 255 kg., mientras que en 1984 representaba el 24,55 por ciento. Asimismo el período de lactación pasó en ese lapso de tiempo de 153 a 183 días.
La oveja lacha presenta deficiente conformación carnicera y no alcanza el grado de marmorizado (grasa intramuscular) de otras razas, como la rasa de Navarra. Sin embargo, los lechazos, sacrificados a los 25-30 días, son solicitados porque dan carne tierna y suculenta.
Con la leche de esta oveja se elaboran los quesos de Urbasa, Aralar, etc. y en la actualidad, también el queso Roncal.