MUSA IBN MUSA
MUSA IBN MUSA
(?-Tudela, 26.9.862). El más célebre de los miembros de la estirpe de los Banu Qasi. Hijo de Musa ibn Fortun y, según los autores árabes, hermano uterino del pamplonés Iñigo Arista, con cuya hija Assona se unió en matrimonio, como consta en las Genealogías de Roda*.
Hacia finales de la cuarta década del siglo IX empezó a dar muestras de descontento contra los mandatarios cordobeses de la Marca Superior. Declarado en franca rebeldía, sus fuerzas armadas fueron derrotadas junto a Borja y, ocupada esta plaza, su hijo Lubb ibn Musà cayó en manos de Harit ibn Bazi, enviado como valí por ´Abd al-Rahman II para pacificar la región de Zaragoza (verano del 842). Pero con la colaboración de sus parientes, los magnates vascones que señoraban las tierras de Pamplona, tendió una emboscada y capturó a Harit en Palma (San Adrián). El propio emir cordobés se puso al frente de la expedición de castigo que al año siguiente avanzó hasta Pamplona y la fortaleza de Sajrat Qays, liberando en su regreso a Harit tras un convenio que reconocía a Musà el dominio sobre Arnedo. En una nueva campana (844) ´Abd al-Rahman II arrolló a los pamploneses en un encuentro del que sólo a duras penas pudo escapar con vida el jefe de los Banu Qasi. Sin embargo, ante la amenaza normanda en la Bética, Musà cooperó activamente con el emir, que le había pedido ayuda invocando los vínculos de clientela contraídos por sus antepasados. Con todo, no tardó en alzarse nuevamente contra el soberano cordobés, a cuyas tropas siguió haciendo frente. Tras su brillante triunfo sobre los cristianos en Albelda (851) muerto ya ´Abd al Rahman II (852), Musà alcanzó tal prestigio que pudo ser calificado retóricamente como “Tercer rey de España”.
Dueño de Arnedo y Tudela, fue encargado del gobierno de Zaragoza por voluntad del nuevo emir Muhammad I, se apoderó de Huesca, se le entregó Toledo, que encomendó a su hijo Lubb, volvió sus armas contra los alaveses y contra el condado franco de Barcelona, capturó a los condes aquitanos Sancho y Emenón, y llegó a recibir presentes del monarca franco Carlos el Calvo. Su fortuna declinó a raíz de la derrota que le infligió el monarca ovetense Ordoño I en una segunda batalla de Albelda (859 ?). Al año siguiente era desposeído del valiato de Zaragoza con ocasión de la aceifa conducida por el emir contra tierras de Pamplona. Poco después halló la muerte a consecuencia de las heridas recibidas en una reyerta con un yerno suyo en Guadalajara. Dejó cuatro hijos, Lubb (Lope), Fortún, Mutarrif e Ismail, y una hija, Auria (Oria).