MENDIRY Y CORERA, TORCUATO
MENDIRY Y CORERA, Torcuato
(Allo, 1813-Tudela, 1881). General carlista. Era sargento del ejército cuando, en octubre de 1833, se presentó en el campo carlista; tomó parte en la expedición de Guergué a Cataluña (1835) y en la de Zaratiegui a Castilla (1837), y al firmarse el convenio de Vergara emigró a Francia, donde ejerció el oficio de impresor. En 1843 se acogió a indulto y reingresó en el ejército como comandante. Herido en lucha con los revolucionarios (Zaragoza, 1854), ascendió a teniente coronel, si bien por la gravedad de sus lesiones quedó en situación de reemplazo hasta el 1 de noviembre de 1856 en que fue designado comandante militar de Tudela; en agosto de 1857 fue destinado a Alfaro. En 1859 se le dio el mando del batallón provincial Pamplona n.º 53. Ascendido a brigadier en 1867, estuvo en situación de cuartel en Vitoria, y era comandante militar de Ronda cuando estalló la revolución de septiembre de 1868. Tuvo que trasladarse de nuevo a Vitoria y después a La Coruña, donde residió hasta 1872. En esta plaza solicitó la baja en el ejército y se incorporó seguidamente al campo carlista con el grado de brigadier que ostentaba desde 1867. Fue nombrado jefe de EM de la división de Álava y ascendió a mariscal de campo en la acción de Santa Bárbara de Mañeru* (6 octubre 1873).
Se distinguió también en la batalla de Montejurra* (7, 8 y 9 noviembre 1873) y mandó la expedición a Santander (enero 1874); volvió a destacarse en Somorrostro y en la batalla de Abárzuza*. En agosto del mismo año perdió la plaza de Oteiza de la Solana y en septiembre rechazó a Moriones, que pretendía apoderarse de Biurrun. El 30 de noviembre fue nombrado comandante general de Navarra y Provincias Vascongadas, con cuyo carácter levantó el sitio de Pamplona y se retiró a la posición clave del Carrascal, no obstante lo cual obtuvo la victoria de Lácar (3 febrero 1875) donde estuvo a punto de caer prisionero Alfonso XII. El pretendiente Carlos (VII) le ascendió a teniente general, pero cesó poco después y quedó en situación de cuartel en Santesteban. Desprestigiado por las derrotas de Oteiza y el abandono del Carrascal, temió por su vida y emigró a Francia sin permiso. Sometido a sumario, no sólo se negó a responder a los cargos, sino que el 23 de octubre renunció al empleo de teniente general y al título de conde de Abárzuza que le había concedido don Carlos, y reconoció a Alfonso XII. (Pamplona, asedios de*).