LIZARRAGA Y ESQUÍROZ, ANTONIO
LIZARRAGA Y ESQUÍROZ, Antonio
(Pamplona, 1817-Roma, 1877). General carlista. Se presentó voluntario a Zumalacárregui el 27 de diciembre de 1833 e intervino en el desarme de los liberales del valle de Aézcoa, en la toma de Orbaiceta, donde ascendió a cabo 2° y en la acción de Gulina, en la que recibió los galones de cabo 1°, ascendiendo a sargento el 13 de enero de 1834 y a subteniente el 2 de septiembre de 1835. Figuró en la expedición de don Carlos a Madrid, ganó el empleo de teniente en la batalla de Huesca y al terminar la guerra se acogió al convenio de Vergara, por lo que le fue reconocido su empleo.
Siguió en el ejército desempeñando diversas comisiones, participó en Tarragona en el pronunciamiento contra Espartero y ascendió a capitán, con destino en Madrid. En 1847 y 1848 operó contra los carlistas de Cataluña y el Maestrazgo y en abril de 1854 pasó a Sevilla en situación de reemplazo. Tomó parte en la guerra de Marruecos y ascendió en 1861 a comandante y en 1866 a teniente coronel, pasando destinado a Murcia. En 1867 marchó a Cataluña a operar contra los sublevados de Lérida y Tarragona, y cuando la revolución de septiembre escoltó al capitán general de Cataluña, conde de Cheste, en su retirada a Francia, no obstante lo cual el gobierno le concedió el ascenso a coronel.
Entonces se ofreció a don Carlos, tomó parte en el alzamiento de la primavera de 1872, perteneció después a la junta militar carlista de Bayona y el 6 de enero de 1873 volvió a entrar en España con el empleo de brigadier y el cargo de comandante militar de Guipúzcoa.
Contribuyó a las victorias de Eraúl, Azpeitia y Lecumberri y escoltó a don Carlos cuando pasó la frontera, acompañándole en el ataque a Ibero. Por su campaña en Guipúzcoa fue ascendido a mariscal de campo, y a principios de 1874 fue nombrado comandante general de Aragón, participando con el batallón de Almogávares del Pilar en las batallas de Somorrostro. A mediados de junio de dicho año fue jefe de Estado Mayor de Guerra del ejército del Centro y a mediados de 1875 dirigió la defensa de la Seo de Urgel, plaza que debido a la inferioridad de elementos tuvo que rendir al general Martínez Campos el 26 de agosto. Hecho prisionero y canjeado después, se presentó de nuevo a don Carlos en Navarra, encomendándosele la defensa de Estella y siendo premiados sus servicios con el ascenso a teniente general y el título de marqués de Zugarramurdi.