SUBIZA, AGUAS DE
SUBIZA, Aguas de
Sistema de abastecimiento de agua a Pamplona, anterior al aprovechamiento del manantial de Arteta. Consistía en la captación de los manantiales de Subiza y su traída hasta Pamplona.
Las obras dieron comienzo en abril de 1779, de acuerdo con el proyecto redactado por el Ingeniero hidráulico francés Francisco Gency en 1777, reformado a su vez del elaborado por el mismo Ingeniero en 1774, para adecuarlo al informe emitido por la Real Academia Matritense de San Fernando, que sugirió sustituir las tuberías inclinadas del trayecto, por el clásico procedimiento de los acueductos con agua rodada.
Se acometió en primer lugar la construcción del “reservatorio” o depósito de aguas cercano a la puerta de San Nicolás, haciendo acopio de materiales a lo largo del trazado de la conducción y encargando el plomo, estaño y linaza necesarios para la realización de las juntas de las tuberías.
Al año siguiente, una vez terminadas las obras del depósito, se observaron grandes defectos en el mismo; además las nivelaciones y cálculos de Gency no parecían ofrecer ya confianza, las obras se suspendieron. Ese mismo año fue llamado a Pamplona el arquitecto Ventura Rodríguez* para hacerse cargo de la empresa; el nuevo proyecto fue aprobado en el año 1782.
La segunda fase de las obras, realizadas de acuerdo con el proyecto de Ventura Rodríguez, bajo la dirección de los maestros de obras Santos Ángel de Ochadátegui y Franciso Alexo de Aranguren, comenzaron en la primavera de 1783 y concluyeron oficialmente el día de San Pedro de 1790, aunque pendientes todavía de realizar obras complementarias. Como detalles constructivos de la traída de aguas pueden citarse que se emplearon 60.000 tubos de barro cocido fabricados en Pamplona por obreros especialistas venidos de Valencia; hubieron de perforarse 1.800 metros de túneles en roca o marga dura ventilados por numerosos pozos verticales. Es notable el acueducto de Noain, que salva la vaguada existente mediante 97 arcos de piedra y ladrillo en una longitud de 1.245 metros. Uno de los extremos de esta estructura se ha visto afectada por la construcción de la autopista de Navarra.
En 1934 el Ayuntamiento de Pamplona cedió las aguas de Subiza a la Diputación de Navarra, a cambio de los solares del antiguo Hospital. Pamplona se abastecía desde finales del siglo XIX de las aguas del manantial de Arteta, por lo que la traída de Subiza ya no le era de utilidad, mientras que la Diputación precisaba dotar de un abastecimiento adecuado al Hospital de Barañain y al Sanatorio Antituberculoso de Echavacoiz. Para traer el agua hasta estos establecimientos benéficos hubo que construir una nueva conducción desde Subiza, según proyecto del Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Miguel Erice, aprobado en 1935. Comprendían estas obras el tendido de más de 13.000 metros de tubería de fundición de hierro de diámetros comprendidos entre 100 y 200 mm; un depósito regulador de 1.000 metros cúbicos de capacidad; arquetas para válvulas, un cruce bajo la vía del ferrocarril, etc. Las obras fueron ejecutadas por el contratista Fermín Salanueva y la tubería suministrada y colocada por la SA Aurrerá de Bilbao; el costo total fue de 350.000 pesetas.
En 1949 el caudal de agua procedente de Subiza resultaba ya insuficiente para el abastecimiento de los centros hospitalarios, y un año después se hizo cargo del suministro el Servicio Municipal de Aguas. El agua procedente de Subiza se distribuyó entonces entre varios pueblos situados próximos a la conducción, aunque la propiedad y titularidad sigue perteneciendo a la Diputación Foral de Navarra.