FREZA
FREZA
Acción y efecto del desove de los peces. Es el proceso reproductor por el cual la hembra libera en el agua los óvulos para ser, a continuación, fecundados por el macho.
Respecto a las especies que viven en Navarra, la freza más espectacular es la de los Salmónidos (salmón y trucha). Básicamente el comportamiento reproductor se inicia con la localización por parte de la hembra de un fondo apropiado, gravas y cantos rodados de pequeño tamaño, en el cual excava un surco a base de golpear el fondo repetidamente con la cola; el macho acecha y vigila esta operación alejando a los posibles intrusos y, en su caso, luchando con otros machos que pretendan competir en el apareamiento. Llegado el momento, la hembra deposita los óvulos dentro del nido construido y el macho dominante efectúa sucesivas pasadas sobre la puesta, liberando su lecha que fecundará los óvulos.
Otras especies de la ictiofauna navarra, como la comilleja o la perca americana, tienen comportamientos reproductores semejantes al de los Salmónidos.
Los Ciprínidos de aguas vivas: barbos, madrillas, gobios y chipas entre otros, efectúan sus puestas en zonas de graveras. Para la freza se reúnen en grandes cardúmenes (Cardumen*) y emigran río arriba en busca de aguas frescas y limpias; las hembras depositan los huevos sobre las piedras, a las que quedan adheridos gracias a las sustancias pegajosas que los envuelven. Los machos recorren las zonas de puesta fecundando los huevos con su esperma.
Las especies propias de aguas más calmadas como la tenca, la carpa y el carpín, efectúan la puesta en zonas ricas en vegetación sumergida, a la que se fijan los huevos. Estas especies eligen zonas de aguas muy tranquilas, cuya temperatura sea elevada.
Platija, corcones y anguilas realizan la freza en el mar, siendo particularmente llamativo el proceso reproductor de esta última especie.
En general, con las consiguientes excepciones, puede decirse que las especies predadoras o carniceras son las que poseen ritos reproductores más llamativos y vistosos, caracterizados por migraciones, construcción de nidos, luchas de dominancia y defensa activa de la puesta y prole. Por su parte, las especies de vida más reposada tienen costumbres menos espectaculares en la freza.