FERNÁNDEZ AMADOR DE LOS RÍOS, JUAN
FERNÁNDEZ AMADOR DE LOS RÍOS, Juan
Doctor en Derecho y en Filosofía y Letras, catedrático de Geografía e Historia en el Instituto de Pamplona y académico correspondiente de la de la Historia en Navarra. Publicó el primer tomo de Diccionario vasco -caldaico -castellano (Pamplona, 1909), que dedicó a su padre, Francisco Fernández y González*, cuyas teorías sobre el semitismo del euskera llevó a extremos disparatados. El diccionario va precedido de ocho capítulos de historia lingüística, en los que aventa etimologías insospechadas y encuentra raíces caldeas -“y por tanto ibéricas” dice- en los étimos vascos más indudables y aun en el castellano a través de las influencias vascas, como los apellidos en “z”. Como ejemplo, valga la voz “Navarra”, que significaría “tierra llana entre montañas”, derivada de “nava” (ma, am, leído av, ava, + el artículo “n” = llanura, campo) y “arra”, tierra en caldeo, asirio y medo. El autor pretende que “nava” es préstamo eusquérico al castellano y que escribir Nabarra es error etimológico, porque naba equivale a lugar alto. Algo parecido escribe respecto a “vasco”, para el que da el significado de “pueblo confederado o fuerte” (derivado de asko = asamblea o confederación), mientras que “bascón” es, según él, literalmente “un embustero”. Otra muestra de alambicamiento: de Samas o Sarrisho, el sol, deriva Sansoáin, topónimo al que da el significado de fuente del sol o el despoblado de Samsi, que encontró en el mapa de Coello, y que es Samasi.