DOMINGO, LOS
DOMINGO, Los
Impresores pamploneses. Abre la dinastía Joaquín, yerno del también impresor Pascual Ibáñez*. “Impresor del Reino”, trabajó en la calle del Carmen entre 1777 y 1800, donde realizó sesenta y nueve obras. Estampó entre otras los Afectos y consideraciones devotas de F. Salazar (1775), el Manualis Mistiqusque Marianus (1777) y las Obras de Fray Luis de Granada (1784). Aunque sin poder dilucidar si se trata de la misma persona, en 1814, en los pies de la imprenta se dice Joaquín Domingo, mayor y menor, y en 1816 y 1817, Joaquín, padre e hijo. Estaban establecidos en la calle de Chapitela y ambos se intitulaban “Impresores de la sede vacante” o “Impresores de Cámara de S S I” En 1820 imprimieron el libro Pan y Toros de Jovellanos. Otro miembro de la familia, José, hijo de Joaquín, del que conocemos impresos desde 1814 a 1823, tenía su taller en la calle Pozoblanco. Comenzó su carrera tipográfica con el Formulario de Procesos Militares de C. de Larrátegui (1814) y la finalizó con la Orden del General Ballesteros al Gobernador de la Plaza de Pamplona (1823). José Fermín Domingo trabajaba en 1830 en la calle Zapatería, 17. En la calle Bolserías estaba instalado Ramón Domingo, del que se encuentran treinta y nueve libros impresos desde 1810 a 1842. Destacan: el Himno cantado en la proclamación de la Reina Nuestra Señora Doña Isabel II de Castilla de P. Ilarregui (1834) y el Prólogo sin libro sobre la Monarquía navarra de Yanguas y Miranda (1837). Ejerció su oficio en época revolucionaria, preciándose de ser miliciano nacional, y trabajó también en colaboración con Ramón Fadda en cuatro ocasiones por lo menos. En 1843 imprimió H. Domingo.