CALAGURRIS
CALAGURRIS
Ciudad enclavada actualmente en La Rioja. Debió de existir antes de la llegada de los romanos, habitado probablemente por gentes de tradición indoeuropea y. según mencionan autores posteriores, enclavada en territorio vascón. Citada por Posidonio (135-50 a. C) y Salustio (83-34 a. C) con ocasión de las guerras sertorianas, es calificada por Estrabón (60 a. C) como ciudad perteneciente a los vascones. Entre los siglos I a. C y II d. C, es mencionada sucesivamente por Tito Livio, Plinio, Valerio Maximo, Suetonio, Ptolomeo, etc., que se refieren bien a las guerras sertorianas o a los avances de la conquista romana. Aparece citada en el Itinerario de Antonino como una mansio en la vía de Caesaraugusta a Verovesca. Los restos epigráficos referentes al lugar son abundantes, tanto los aparecidos en la ciudad como aquellos encontrados fuera de ella y que hacen referencia a sus gentes, su estatus, etc.
En cuanto a los restos numismáticos, la antigua ceca ibérica de calagoricos*, tuvo continuidad en la del municipium de Calagurris Iulia conocida también a veces por el sobrenombre de Nassica. Acuñó moneda en época imperial romana de la que existen numerosos hallazgos. Los especialistas señalan que la abundancia de sus emisiones se debe atribuir a los favores que los príncipes dispensaron a la ciudad, primero Cesar que la reconstruyó, luego Augusto que entre otros beneficios le otorgó la facultad de acuñación de moneda, además de renovarle la categoría de municipium. Se suceden desde entonces las acuñaciones sin interrupción hasta el año 37 d. C, en que, con la muerte de Tiberio, dejan de producirse las piezas. La inactividad de la ceca a partir del emperador Calígula obedeció seguramente a las orientaciones de la política económica que llevaron a una mayor centralización imperial de las emisiones.
En Calagurris se acuñaron ases, semises y algunos cuadrantes; debieron de comenzar hacia el año 36 ó 34 a. C. para terminar, como se ha dicho, en el 37 d. C. Las emisiones más frecuentes fueron las de ases, seguidas por las cuatro de semises, que corresponden a las etapas cronológicas establecidas por razones tipológicas y las sucesivas titulaciones de Augusto y Tiberio:
Monedas de Augusto anteriores al 27 a. C.
Monedas de Augusto del 27 a. C al 2 a. C.
Monedas de Augusto del 2 a. C. al 14 d. C.
Monedas de Tiberio del 14 d. C al año 37.
En los anversos de todas las emisiones aparece siempre el retrato del emperador, con o sin corona de laurel, mirando a la derecha y la leyenda delante, detrás, o en el contorno. Las cabezas de Octavio aparecen en un primer momento desnudas y sin leyenda para completarse después, tanto la cabeza desnuda como la laureada, con los sucesivos títulos del príncipe. La efigie de Tiberio aparece siempre laureada y ofrece gran uniformidad en todas las emisiones.
La primera y segunda época se distinguen respectivamente por la ausencia o la presencia en los letreros del apelativo Augustus, mientras que en la tercera, a la titulatura anterior se añade la de Pater Patriae; la cuarta lleva el nombre de Tiberio seguida de la fórmula Divi Avgvsti f(ilivs).
En los reversos de los ases aparece un toro parado o marchando hacia la derecha, y el nombre de los magistrados en la parte superior o inferior; el reverso de los semises ostenta una cabeza de toro visto de frente, y los nombres a su alrededor.
Estas emisiones son una fuente importante para el conocimiento de las magistraturas del municipio calagurritano; se han registrado hasta el momento los nombres de 27 duoviros y 4 ediles.
Bibliografía
M.ª J. Perex Agorreta, Los Vascones, (Pamplona, 1986. C. Jusué Simonena, E. Ramírez Vaquero, La Moneda en Navarra, (Pamplona, 1987).