BAILE DE LA ERA
BAILE DE LA ERA
El Baile de la Era fue muy popular en toda la Navarra Media y Cuenca de Pamplona, llegando hasta Ujué e incluso hasta Aoiz. Intervienen muchachos y muchachas. La música se interpreta con gaitas y tamboril. El de Estella es el más famoso porque son sus gaiteros Julián Romano “Pico de ángel”, su sobrino Anselmo Elízaga y los hijos de éste los que lo han conservado. La ordenación actual de las melodías se debe al también estellés y gran folklorista P. Hilario Olazarán.
Después de algunos años que no se interpretaba en Estella, con ocasión de la venida a esta ciudad del rey Alfonso XIII en 1903, un grupo de jóvenes bajo la dirección del gaitero Demetrio Romano lo recuperó. Desde la década de los 80 tiene en fiestas tal aceptación, que es un número obligado con muchos participantes no sólo en la ciudad del Ega sino en otras localidades como Sangüesa. Tudela, etc. Igualmente se interpreta con mucha frecuencia en los festivales de danzas. Su nombre se debe, en opinión de algunos, a que se bailan algunas melodías en forma de círculo, y según otros a que antiguamente el lugar escogido para interpretarlo solían ser las eras, espacios circulares para la trilla.
Desde el punto de vista folklórico es un Baile extraordinariamente rico en melodías, variedades tonales y rítmicas y de una gran belleza plástica. Consta de números distintos, cada uno de ellos con música y coreografía propia, que son: Cadena, Jota Vieja, Vals, Fandango, Boleras y Corrida. Los orígenes del primer número tal vez sean medievales, pues se trata de un Ingurutxo*, parecido a los que se bailan en otras partes de Navarra. A partir del siglo XIX, perdió algunas melodías y se enriqueció con otras nuevas que estaban de moda, como el vals, el fandango y las boleras; éstas, procedentes de Andalucía, debieron llegar a través de Valencia. Al iniciar la melodía el gaitero, los mozos ofrecen el pañuelo a su pareja, como invitación al baile, y cogidos en “cadena” todos los danzantes por los pañuelos recorren en sentido circular el espacio. La primera pareja se para y levanta el pañuelo formando un arco bajo el que pasan las demás parejas. La “Jota” es muy animada, el “Vals” gracioso por la simetría de las vueltas, el “Fandango” movido, y las “Boleras” saltarinas y de difícil ejecución, tanto que antiguamente su parte más complicada la dejaban de bailar exclamando todos a una: “Pal Gaitero”. Un “Correcalles” bullicioso y rápido pone fin a esta danza.
En toda la Cuenca de Pamplona fue una danza social y mixta muy popular. A principios de siglo se bailaba con acompañamiento de gaita o de txistu en la Plaza de Arriasko, barrio pamplonés de la Rochapea, con motivo de sus fiestas el día de San Lorenzo, 10 de agosto. Los mayordomos de fiestas, al igual que en otros lugares, eran los encargados de conseguir fondos para los festejos y de dirigir el baile. Llevaban boina azul adornada de multicolores cintas, símbolo de autoridad. Consta de siete números distintos.
La “Solea danza” es una invitación al baile y sirve para que se formen las parejas que bailan en círculo alrededor del músico. El “Zortziko” lo ejecutan únicamente los mayordomos y sin soltar el pañuelo que les une a la pareja. A continuación forman ambos un arco por el que pasan los demás bailarines, se trata de un rito selectivo. En la tercera parte, llamada “Pañuelo dantza”, las parejas unidas por pañuelos recorren toda la plaza y pasan bajo un arco, y en la “Danza circular” bailan en movimiento de traslación con los brazos en alto y haciendo oscilar el cuerpo levemente de derecha a izquierda. Le sigue el “Fandango”, llamado “Las Pamplonas”, denominación atribuida a Premín de Iruña, quien divulgó su melodía con letra a las fiestas de San Fermín y que se ejecuta con los brazos en alto haciendo castañetas con los dedos de la mano. Viene a continuación una “Contradantza” con ritmo de porrusalda, y para terminar una animada “Karrikadantza” con ritmo de biribilketa. Según Francisco Arrarás* estas melodías y formas coreográficas proceden del repertorio musical de Venancio Salanueva, dulzainero pamplonés de principios de siglo.