AZANZA NAVARLAZ, MIGUEL JOSÉ
AZANZA NAVARLAZ, Miguel José
(Aoiz, 1746 – Burdeos, 1826). Uno de los hombres más importantes de gobierno del reinado de José I Bonaparte. De familia paterna oriunda de Burguete, pasó muy joven a América, al servicio de un familiar, y fue nombrado secretario de la Inspección general de Nueva España en 1768, luego secretario del Capitán General de Cuba, marqués de la Torre, a quien siguió cuando éste fue designado embajador de Carlos III (VI de Navarra) en Rusia. De regreso en la península, fue nombrado intendente corregidor de Salamanca en 1788; intendente del reino de Valencia al año siguiente; en 1793, intendente del ejército del Rosellón durante la Guerra contra la Convención* y en el mismo año ministro de la Guerra.
Entre 1798 y 1800 ocupó el puesto de virrey de Nueva España, en sustitución del cuñado de Godoy, marqués de Branciforte, que había ostentado el cargo entre 1794 y 1798. Azanza ya se había alineado entonces en el partido contrario al válido, partido que en los años siguientes fue cerrando filas en torno al príncipe Fernando, futuro Fernando VII (III de Navarra). Y eso hizo que el navarro desapareciese de la primera fila de la política nacional hasta 1808, en que, derrocado Godoy y entronizado Fernando VII (III) a raíz del motín de Aranjuez, el nuevo monarca lo nombró ministro de hacienda y, como tal, miembro de la Junta de Gobierno que quedó al viajar el rey a Bayona.
En junio de 1808 Azanza marchó a Bayona llamado por Napoleón para que presidiera la Junta de Notables* que allí se reunió y que aprobó la primera Constitución liberal española, a cuya elaboración el propio Azanza contribuyo de manera importante. Era ya para entonces uno de los políticos más relevantes del nuevo Estado y hombre en quien el propio Napoleón -seguramente por los informes recibidos del embajador de Francia en Madrid, la Forest- tenía gran confianza.
La Junta de Bayona se clausuró en julio de 1808, con la jura de la Constitución por José I y el nombramiento de su primer gobierno, en el que Azanza figuró como secretario de Indias. Se esforzó en conseguir que algunos españoles destacados con quienes tenía amistad -así Jovellanos o el general Cuesta- acatasen a José Bonaparte, sin conseguirlo; envió emisarios a América con la misma pretensión. En distintas reorganizaciones ocupó sucesivamente las carteras de Justicia y Asuntos Exteriores.
En las postrimerías del verano de 1808, fue comisionado por el rey José, con el también ministro Urquijo, para que se entrevistara con Napoleón en París, a fin de conseguir autorización para negociar con las Juntas patriotas la paz y lograr un empréstito del Imperio. Pero el encargo, más importante se le hizo en abril de 1810, como consecuencia de la decisión unilateral de Napoleón de segregar de España los territorios situados al norte del Ebro, incluida casi toda Navarra; José I lo designo su embajador extraordinario en París, al tiempo que le otorgaba el título de duque de Santa Fe*. Azanza permaneció en Francia hasta octubre pero no logró que el emperador transigiera. En abril de 1811, sería el propio rey José quien se decidió a marchar a París, a entrevistarse con su hermano, y dejó España con un Consejo de ministros presidido por el ministro navarro.
La derrota francesa le llevo al exilio, en el que murió. Antes, escribió con el también afrancesado O´Farril una “Memoria sobre los hechos que justifican su conducta política desde marzo de 1808 hasta abril de 1814”.
Bibliografía
Eulogio Zudaire Huarte, Miguel José de Azanza, virrey de México y duque de Santa Fe (Pamplona s. d.) “Temas de Cultura popular”, 375.