ZUAZNÁVAR FRANCIA, JOSÉ MARÍA
ZUAZNÁVAR FRANCIA, José María
(San Sebastián, 18.12.1764-7.7.1840). Magistrado, académico y escritor. Ejerció su profesión en Canarias y Navarra. Académico numerario de la de la Historia y honorario (1821) y supernumerario de la Española (1831). Entre sus obras cabe citar Invasión de la isla de Tenerife por los ingleses en 1797, Catálogo de los pueblos del distrito de la Real Audiencia de Canarias (Las Palmas de Canarias, 1803), Noticias histórico-legales de la Real Audiencia de Canarias desde la conquista de aquéllas hasta el año de 1755 (Madrid, 1815), Compendio de la Historia de Canarias (Madrid, 1816), Ilustración apologética de un Real Decreto (Madrid, 1816), Los vascongados en las Canarias (Pamplona, 1820). Entre sus obras autobiográficas, Memorias para la vida de D. José María de Zuaznávar y Francia (San Sebastián, 1833); (2.ª Bayona, 1834), con la descripción de los viajes a Canarias; Mis ocios o ratos ociosos en Bayona (Bayona, 1835); Noticias para literatos acerca de los archivos públicos de la hoy extinguida Sala de señores Alcaldes de Casa y Cortez (San Sebastián, 1834); y dejó inédito un Diario de mis ocupaciones durante mi mandato en Telde a fines del año de 1805 y principios de 1806, que publicó íntegro A. Millares Carlo en Ensayo de bio-bibliografía de las islas Canarias (1932, p. 625-663).
Sobre Navarra escribió Estados de la cuestión del comercio interior de granos en el Reyno de Navarra (Pamplona, 1817), Discurso sobre el comercio exterior de granos del Reyno de Navarra (Pamplona, 1818) y sobre todo Ensayo histórico-crítico sobre la legislación de Navarra (Pamplona, 1820; San Sebastián, 1827-1829, las dos en dos tomos, así como la edición de Pamplona 1966). Zuaznávar era favorable a la liquidación de las instituciones navarras, propósito en el que pensaba coincidir con absolutistas y con constitucionales, por motivos diferentes: porque el fuero parecía herir la unidad monárquica o porque el fuero navarro no coincidía con otros; porque el fuero parecía un privilegio o porque el fuero era expresión de una libertad. Esa intención de fondo le hizo desdecirse en 1827 de lo que, impreso en 1820, no podía contentar al nuevo gobierno absolutista. Tal calculada ambigüedad dio a J. Yanguas y Miranda*, que le contestó con La contragerigonza o refutación jocoseria (Panzacola, 1833), superioridad holgada para denunciar los errores históricos y las interpretaciones de Zuaznávar, con sarcasmos no leves, que afectaban a la persona del magistrado. Zuaznávar se resolvió con insultante grosería. En Mis ocios llama a J. Yanguas “escribano falsario, masón con título formal que tuvo que escaparse de Navarra y aquí en Bayona nos plantó una tienda de relojería”, además de recordarle que “en San Sebastián se metió a chalán o negociante de toros”.
Zuaznávar escribió también un poema en tres cantos, Las costumbres (Tolosa, 1814). Nicolás de Soraluce resumió su biografía con el juicio de que “su criterio no estuvo a la altura de su laboriosidad”.