ZABALA, LOS
ZABALA, Los
Impresores pamploneses de la segunda mitad del siglo XVII. El primero de este apellido, Diego, se intitulaba “Impresor del Reino”. Casado con Isabel de Labayen, aparecía en un principio trabajando con su cuñado Martín de Labayen* en la impresión de dieciséis obras. Elevaron un memorial a las Cortes en el que solicitaban ayuda económica y la exclusiva de impresión.
Entre otras obras, publicaron el Quaderno de las Leyes y Ordenanzas (1646) y las Leyes de Navarra de los años 1652, 1653 y 1654 (1654). A partir de 1654 su nombre figura en solitario en el pie de imprenta de los trabajos: De que la Devoción a Nuestra Señora es señal de predestinación de I. de Lodosa (1654), Brevis Notitia de J. A. Panormitano y el Sermón de el Patrocinio de la Virgen (1655). A su muerte, en marzo de 1656, le sucedió su hijo Martín Gregorio. En un primer momento se estableció en la calle Pellejerías, en el taller de su padre; en 1684 se trasladó a la calle Mayor. El 17 de noviembre de 1667 la Diputación le nombró “Impresor del Reino”, con el salario acostumbrado de doscientos reales anuales; aunque, por acuerdo del 9 de febrero de 1675 debió repartir la mitad de su sueldo con Gaspar Martínez*, a quien también concedió la Diputación el título de “Impresor del Reino”.
Con su propio nombre, Martín Gregorio imprimió treinta y ocho obras. Destacan: los Principios de los Cinco Sujetos Principales de M. Pérez (1672) y la Historia de los Vandos de los Zegríes y Abencerrajes de G. Pérez de Hita (ca. 1700). Estuvo asociado con su tío Martín de Labayen en la estampación de nueve obras, como Consuelos de Enfermos y Atribulados de L. de la Fuente (1668) y Privilegios Reales de Nuestra Señora de la Merced (1673), aunque con anterioridad trabajó con Martín de Labayen y su hermano en la publicación del Repertorio de todas las leyes promulgadas en Reyno de Navarra… hasta las de 1662 de S de Irurzun (1666). A su muerte, María de Álava, su viuda, pidió (5 de mayo de 1700) a la Diputación que se le mantuviese con el título de impresor que tenía su marido, lo que no fue admitido. Se designó impresor a Francisco Antonio de Neyra*, aunque con la obligación de otorgarle tres ducados de los veinticinco que recibía anualmente.