VOLATÍN
VOLATÍN
Muñeco de madera, articulado y sujeto a un torno, por medio del cual es volteado. Protagoniza en Tudela la función de su nombre en la mañana de Sábado Santo, en la Plaza de los Fueros. Con él se trata de simbolizar el suicidio de Judas Iscariote. Según J. Mª Iribarren, el espectáculo data de principios del siglo XVI y hasta 1851 era una función sencilla, patrocinada por la Cofradía del Sacramento, que en la mañana de Sábado de Gloria colgaba el muñeco en uno de los balcones de la casa consistorial en la Plaza Vieja, en el que permanecía hasta el mediodía del Domingo de Pascua. Según Juan Antonio Fernández* y otros autores, los volatines del muñeco comenzaban con los tañidos de campanas del “Gloria” en el Sábado Santo. Hoy al monigote se le pone en la boca un puro de pólvora al que dan fuego y que acaba estallando. Las volteretas y golpes terminan por destrozar el vestido del muñeco, cuyos jirones y zapatos de disputan los chiquillos. Retiran el muñeco en cuanto termina el festejo, muy similar a otros de la zona, como el chapalangarra* y los sanjuamberingas*, y algunos que han desaparecido, como la quema de “judas” de Tafalla (suprimidas en 1883). La Orden del Volatín* suelta en Tudela durante el festejo globos y lanza caramelos y balones.