UREDERRA, NACEDERO DEL
Situado en el municipio de Améscoa Baja, en las proximidades de Baquedano. Uno de los accesos se sitúa en la parte más alta de Baquedano. El camino continúa por la margen izquierda del río después de la bifurcación hasta el centro del gran circo rocoso. Tiene su origen al pie de un gran farallón rocoso, en el contacto entre las calizas dolomíticas, más o menos karstificadas, que constituyen los niveles basales de la sierra de Urbasa, y un nivel dolomítico masivo impermeable de varios metros de espesor del Paleoceno inferior. La salida se produce por dos puntos, separados entre sí por varias decenas de metros.
Constituye el drenaje más importante del acuífero de la sierra de Urbasa, cuya recarga procede de las precipitaciones (entre 1.200 mm y 1.400 mm de media anual). Dichas precipitaciones son absorbidas por los grandes campos de lapiaz (acanaladuras), dolinas y sumideros para dar lugar a una rápida circulación subterránea del agua, que es conducida por medio de conductos preferenciales hasta la surgencia referida (Urbasa, sierra de*).
El régimen de descarga del manantial es muy irregular; así, en época de lluvias puede suministrar caudales que sobrepasan los 50 m3/seg, mientras que en el estiaje descienden por debajo de los 0,30 m3/seg. El caudal medio anual es de unos 4,5 m3/seg. Las grandes crecidas que el manantial experimenta son una respuesta casi inmediata a las lluvias.
En el modelado del anfiteatro rocoso que cierra el valle, en cuya parte superior destaca a modo de espolón el “balcón de Pilatos”, ha tenido una importante influencia el tapamiento de la surgencia, que ha motivado la destrucción de la tábula calcárea y el activo retroceso de la cabecera del valle.
Reserva natural
El fondo del circo está cubierto de un espeso bosque dominado por hayas (Fagus sylvatica) entre las que se mezclan olmos de montaña (Ulmus glabra), fresnos (Fraxinus excelsior), tilos (Tilia platyphylos), serbales (Sorbus aria), arces (Acer campestris y Acer monspessulianus), avellanos (Corylus avellana), bojes (Buxus sempervirens) y otras especies, que se encaraman en el roquedo hasta las repisas más inverosímiles. En el bosque hay una variada y en los acantilados rocosos nidifican varias especies de aves rupícolas.
Esta zona (119 Ha de comunal del municipio) fue declarada reserva natural por la Ley Foral 6/1987, de 10 de abril de normas de urbanística regionales para protección y uso del territorio.