SOLCHAGA
Categoría histórica: Lugar.
Categoría administrativa: Concejo del municipio de Olóriz.
Partido Judicial: Tafalla.
Merindad: Olite.
Comarca: Valdorba.
Población (1986): habitantes de hecho 37, de derecho 46.
Superficie: 3,33 km2
Distancia a Pamplona: 24 km.
Comunicaciones: Carretera local que enlaza poco después de Garínoain con la general N-121, Pamplona-Tudela.
Geografía
El término confina al N con Olóriz, al E con Artariáin, al S con Lepuzáin, y al O con Mendívil.
Está documentado ya a finales del siglo XI, cuando Sancha de Solchaga hizo donación de sus bienes en el término a favor de la catedral de Pamplona (1096). El “Libro del Rediezmo” de 1268 sólo cita a Eristáin, pero este último lugar cede primacía a Solchaga en los libros de fuegos y apeos de los siglos posteriores. Su población incluía en 1366 una mayoría de hidalgos, 8 entre 11 vecinos, contados los de Eristáin.
Hasta las reformas municipales de 1835-45 perteneció administrativamente a la Valdorba. Como tal, hasta esa fecha, gobernaba Solchaga -como los demás realengos* del valle- el alcalde del mercado de la ciudad de Pamplona. Tras ellas el lugar quedó en el ayuntamiento de Leoz*, aunque luego aparece incluido en el de Olóriz*. En cuanto a lo eclesiástico, al menos durante toda la primera mitad del siglo XIX, el derecho de presentación del párroco correspondía a los vecinos.
En 1802 se anota que “tiene una fuente cuyas aguas son de especial virtud para cocer las legumbres, y para curar algunas enfermedades del ganado mayor”. Cosechaba a la sazón unos 2.000 robos de trigo, 200 de cebada y 820 de avena. A mediados del s. XIX Solchaga tenía escuela, dotada con seiscientos reales al año. Funcionaba un molino de aceite.
Incluye en su término los caseríos de Eristáin* (antiguo palacio de cabo de armería*) y Arrazubi*.
Palacio
Aparece como de cabo de armería en la relación remitida a Madrid por la Cámara de Comptos en 1723, pero el solar era muy antiguo. Martín Périz de Solchaga era ya alcalde de la Real Corte en 1377, con Carlos II. En 1543 eran palacianos Miguel de Solchaga y Ana de Garro. Su hijo y heredero Pedro casó en 1587 con Magdalena Ximénez de Argüés. Otra hija, Jerónima, lo hizo con Alonso de Peralta; con tal motivo se reunieron en el palacio gentes de los más nobles linajes navarros. Sucedió a Pedro en el palacio su hijo Agustín de Solchaga, que casó dos veces: primero con Ana de Echálaz y después con María de Santa María. En 1635 era capitán de las gentes de armas del valle. Le sucedió su hijo Antonio, casado con Isabel de Peralta y Mauleón. En 1671 una sentencia del Consejo le desposeyó de la jurisdicción criminal del pueblo, que había obtenido en forma poco cara, obligándole a destruir la horca, picota, cepos y cárceles que había construido. Tras él heredó el palacio Francisco Pedro de Solchaga, que en 1684 casó con Felipa de Donamaría. En 1723 el poseedor era Juan Antonio de Solchaga y Álava. En 1801 solicitó rebate de cuarteles Manuel Ángel de Vidarte. Según el Libro de Armería, el escudo era de oro, con tres fajas onduladas de azur.
Arte
La parroquia de San Juan Bautista, responde a los planteamientos de la arquitectura protogótica de hacia 1200. Ofrece una alargada nave con cabecera recta, cubriéndose este espacio por cinco tramos de bóveda de cañón apuntado con potentes fajones que apean sobre ménsulas de rollo; por delante de la cabecera se asocian dos capillas laterales que forman una especie de crucero. Con el transcurso de los siglos se arreglaron las estructuras originales y, según consta documentalmente, en 1650 el cantero Pedro de Urrutia reconstruyó las cubiertas. Posteriormente, en torno a 1800, el arquitecto de la Academia de San Fernando José de Armendáriz dio proyecto para renovar por completo el edificio, empresa que se comprometió a realizar el cantero Pedro de Yerabide, si bien tan ambicioso plan debió reducirse a una remodelación de las estructuras antiguas.
Los exteriores presentan muros de vieja sillería medieval, aunque recrecidos en alguna de las reformas de la iglesia, con contrafuertes de refuerzo. En el muro correspondiente al lado de la Epístola todavía puede verse la primitiva portada de medio punto abocinada en dos arquivoltas. Queda resguardada bajo un pórtico adintelado con dos pilares de sección poligonal perteneciente a obras de siglo XVI. Avanzada esta centuria sé construyó la torre existente a los pies, que se concibe como una estructura prismática de mampostería y sillar, abierta en medios puntos a la altura del cuerpo de campañas.
El interior del templo guarda un retablo mayor neoclásico realizado por Juan José Vélez a comienzos del siglo XIX, al mismo tiempo que la reforma del edificio antes comentada. Tiene cuerpo único con columnas compuestas y frontón curvo, rematado en arco con casetones y rosetas, todo ello policromado a imitación de mármoles. Contemporáneas de él son las tallas de San Juan, San José y San Francisco Javier. Las capillas laterales albergan sendos retablos barrocos del siglo XVIII dedicados a la Virgen del Rosario y Santa Lucía, cerrándose la primera con una reja del siglo XVI de rico remate que incluye los escudos de los Solchaga. Dentro del tesoro parroquial sobresalen una campanilla de bronce del siglo XVI y un cáliz de plata, fechado en 1776, que pertenece al grupo de “Patriarcas de Indias” por ser donación del Cardenal de la Cerda y, San Carlos.
En el término de Solchaga también se encuentra la ermita de Santa Cruz, emplazada como un Calvario en la cima de una peña. Su fábrica, fechada en 1580, es una construcción rectangular de mampostería, cubierta a dos aguas. Dentro de ella se venera un Crucifijo, de la misma época.
Arquitectura civil
Destaca en el caserío de esta población el Palacio de Solchaga. Edificado a comienzos del siglo XVI, se resuelve como un compacto bloque de mampostería y sillar, que muestra fachada de marcada horizontalidad con amplio portalón apuntado en su centro. Sobre él hay una típica ventana de la época con bolas de estilo Reyes Católicos. Dentro del edificio se conserva un patio, aunque muy rehecho, con dos cuerpos adintelados sobre pilares de sección poligonal, los del segundo rematado por zapatas de madera.
Esparcimiento
Las fiestas patronales se celebran el 29 de agosto.