SALESIANOS
SALESIANOS
Congregación religiosa fundada por San Juan Bosco. Aparte de donaciones y presencias puntuales, en algunos actos, la instalación de estos religiosos en Navarra fue promovida por las actuaciones de Antonio Aróstegui, un natural de Arive que había emigrado a la Argentina, donde conoció la obra salesiana. A su regreso a España quiso iniciar la implantación de la orden, pero falleció repentinamente (Madrid, 1920). Sus herederos continuaron con el proyecto; adquirieron terrenos del ayuntamiento de Pamplona junto al río Arga y en 1922 se inició la construcción del colegio. La erección canónica de la casa se realizó en 1925. Juan Vila fue designado director y Juan de Dios y José Cajaravilla fueron los primeros miembros de la comunidad. Sucesivas donaciones del ayuntamiento y de la familia fundacional contribuyeron a completar las instalaciones. Las primeras clases de formación profesional se iniciaron en 1926, con 25 alumnos, 20 de ellos internos. Paralelamente se iniciaron actividades religiosas, como la publicación de la revista Institución Salesiana de Navarra, capillas de visitas domiciliaria con la imagen de María Auxiliadora y, ese mismo año de 1926, la instalación de una capilla con altar provisional.
El sistema de aprendizaje constaba de cinco cursos de dos semestres, los alumnos aventajados obtenían reducciones de pensión que podían llegar a la gratuidad completa, al objeto de favorecer los estudios de la gente modesta. En contrapartida, se observaba un régimen disciplinar riguroso.
Pronto se ampliaron las actividades; el Oratorio Festivo Salesiano, combinación de actos religiosos y sociales (galería salesiana de teatro), o el cinematógrafo, son algunas muestras. La implantación de los cooperadores permitió la integración más intensa de antiguos alumnos en la vida de la comunidad; en especial unión con ellos se encontraba la Asociación de Antiguos Alumnos.
En 1940 el colegio contaba ya con 140 aprendices de mecánica, 40 ebanistas, 30 impresores y 10 sastres. En 1947 se alcanzó un convenio con la Diputación Foral; ésta confiaba a la congregación la enseñanza profesional de la región, con el consiguiente aumento del alumnado y la financiación pública. Dos años después se contaban 180 alumnos elementales, 230 de enseñanza profesional y 50 nocturnos. En 1952 se hicieron cargo de la escuela profesional de IMENASA, aunque este centro gozaba de una autonomía especial, hasta su cierre en 1969.
El edificio central, constituido en Instituto Politécnico, contaba en 1988 con 1.500 alumnos, de los que unos 600 eran trabajadores de empresa acogidos a planes de reciclaje, y 65 profesores. Diez años antes se había inaugurado la iglesia de María Auxiliadora. La acción social se había complementado, además, con la Librería Salesiana, especializada en libros técnicos y ediciones de propaganda (calendarios, folletos, estampillas).
Los oratorios festivos de Estella, Corella y Cintruénigo o los centros Don Bosco y Santa Ana de Tudela son algunas muestras de la irradiación de la congregación por toda Navarra.
Entre las actividades de los Antiguos Alumnos cabe señalar la construcción de viviendas sociales (1955) a través del patronato Rinaldi o la creación del Trofeo Boscos* de Fútbol.