BOSCOS, TROFEO FUTBOLÍSTICO
BOSCOS, trofeo futbolístico
En 1957 un grupo de antiguos alumnos salesianos, encabezados por Juan José Armendáriz, decidió organizar una “liguilla” de fútbol* aficionado en la que participaron ocho equipos. La organización deportiva Boscos nació con el objetivo de popularizar el fútbol y pretendía que todo el mundo lo practicara sin buscar la promoción de jugadores ni artistas del balón.
Así, en septiembre de 1957 se consiguió reunir a los ocho equipos pioneros, no sin ciertas dificultades para encontrar el octavo, que sería el Anaitasuna. Estos primeros equipos fueron: el Vulcano y el Norteño, ambos formados por internos de las Escuelas Profesionales Salesianas; Boscos, que existía ya con el nombre de Amaya en las secciones de Montañismo y Fútbol; Anaitasuna; la Peña Aldapa*; Amaikak-Bat; Redín y Udaberri. La final entre el Norteño y el Vulcano dio la victoria al primero, que inscribía así su nombre como primer campeón del Trofeo. Los encuentros se jugaban en el patio del colegio de los Salesianos, en jornada maratoniana durante toda la mañana, por falta de otras instalaciones. Ya en el II Trofeo se inscribieron catorce equipos que jugaron en los campos de la Chantrea, Errotazar, San Juán de Dios y Salesianos. La organización entonces era muy simple, al revés de lo que ocurriría más tarde, debido al gran número de equipos participantes. La Junta General está compuesta por un Comité de Organización, otro de Apelación, además de los Comités de Competición y Árbitros. Al frente de la Secretaría General figura Juan José Armendáriz. Los equipos participantes se encuentran representados en los comités por los vocales, quienes tienen derecho a voz y voto de los asuntos que les afectan. Por otra parte, existe un Comité Permanente que se encarga de estudiar los problemas que se derivan del funcionamiento general de la competición.
La temporada de competición es de septiembre a mayo, todos los fines de semana, en las dos modalidades de campo y pista. En la primera participan jugadores mayores de 18 años repartidos en 70 equipos (en la temporada 84-85). La de pista está destinada a futbolistas de 30 años en adelante y está representada por 39 conjuntos que arrojan un total de 2.100 fichas. Estos 109 equipos suponen un 20% más que en 1983-1984. El Colegio de Árbitros dispone de 20 personas para dirigir los encuentros de pista y 45 para los de campo. En esta última modalidad los tiempos son de 35 minutos, ya que la falta de instalaciones obliga a que en una misma mañana se celebren varios encuentros en un mismo campo. En estos partidos se pueden realizar hasta seis cambios, con objeto de que participen el mayor número posible de personas por equipo. Parecidas normas rigen el campeonato de pista, con la variante de ser nueve los jugadores por equipo en vez de once. El nivel de juego es superior en esta modalidad de pista, ya que los deportistas han pasado antes, la mayoría, por el fútbol federado. Durante la semana los jugadores no suelen entrenar y si lo hacen es, como dicen los organizadores, “de dos maneras: a base de meriendas, cenas y vinos, y practicando footing o cualquier otro deporte, según el gusto de cada cual”.
El Trofeo futbolístico Boscos ha sido, en cierta medida, promotor de equipos y futbolistas, así como receptor de aquellas personas que creían terminada su vida deportiva. Por su historia han pasado conjuntos que venían del fútbol federado y, al revés, equipos que se federaron más tarde. En el Trofeo han participado jugadores destacados como Pedro María Zabalza Inda, que jugó con el Gure Txokoa, Oberena*, Osasuna*, Barcelona, Athlético de Bilbao, Osasuna de nuevo, para terminar en el Chanclazo. Julio Santamaría Izquierdo, que empezó también en el Gure Txokoa y pasó después por el Oberena, Osasuna y Rochapea. José Lucrecio Luquin Sagasti, que formó con el Vulcano, Iruña, Osasuna, Gijón, Santander y, finalmente, con el Vulcano. Monge, que llegó a internacional en Canadá; Serapio Usandizaga, José M. Errandonea, Asurmendi, Delgado y tantos otros profesionales del fútbol.
Si bien la Sección deportiva Boscos debe su renombre al Trofeo de Fútbol, en la misma se practican además el montañismo* y el balonmano*. Uno de los problemas fundamentales del Trofeo Boscos es la carencia de instalaciones deportivas en Pamplona y su entorno, insuficientes para la gran demanda de partidos. También tienen que enfrentarse a las críticas provenientes del fútbol regional. Como organización ha funcionado siempre con autonomía respecto a la Federación Navarro-Riojana de Fútbol. Precisamente los momentos más críticos de su existencia los vivió en 1971, cuando la Federación Navarra de Fútbol obligó a todos los equipos del Trofeo a integrarse en su seno. En caso de que no lo hicieran, la historia de Boscos habría terminado. Este ultimátum cayó mal, tanto entre los organizadores, como jugadores, pero no tuvieron otro remedio que federarse. Así estuvieron hasta 1980, año en que la Mutualidad de la Federación de Fútbol subió las tarifas por jugador, por lo que se dieron de baja, pasando a la Mutua General Deportiva del Consejo Superior de Deportes.
En la organización deportiva Boscos siempre ha existido una gran preocupación por el tema de la medicina deportiva y el estudio de las lesiones. Para ello se ha creado un Gabinete Médico cuyos responsables son José Ignacio Iriarte y Santiago Baztán, y en el que también colabora como ATS Asunción Pascual Iriso. Ningún jugador puede participar en el Campeonato si no se ha reconocido previamente en el plazo de un año. En las revisiones no sólo se comprueba el estado físico de los deportista, sino que se les pregunta por sus costumbres, alimentación, etc. con el fin de prevenir futuras enfermedades.
La financiación del Trofeo ha corrido a cargo, durante un cuarto de siglo, de Orbaiceta-Super Ser, en colaboración con la Caja de Ahorros de Navarra. En la actualidad, al quebrar dicha firma comercial, lo patrocina la Caja de Ahorros de Navarra y diversas firmas comerciales; asimismo reciben ayudas de la Diputación Foral y del Ayuntamiento de Pamplona. El presupuesto anual de Boscos es de más de dos millones y medio de pesetas. Esta labor de “popularización” del fútbol ha sido reconocida y premiada en numerosas ocasiones. Esta organización deportiva posee el Diploma “Categoría Oro” de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes; Premios Radio Requeté de Navarra a la organización amateur más distinguida y el “Trofeo Bodas de Plata” de la Federación Navarro-Riojana de Fútbol. Juan José Armendáriz, su principal promotor y Secretario General, también ha visto reconocida su labor con la Medalla de Bronce del Consejo Superior de Deportes al Mérito Deportivo y la Insignia de Oro de la Federación Española de AA. AA. Salesianos. El Trofeo Futbolístico Boscos es una institución en Navarra que ha traspasado las fronteras regionales y cuyo ejemplo se extiende a otras provincias españolas.