PABLO Y ANTÓN, JOAQUÍN ROMUALDO DE
PABLO Y ANTÓN, Joaquín Romualdo de
(Lodosa, 26.7.1784 – Valcarlos, 20.10.1830). Guerrillero y militar, conocido con el sobrenombre de Chapalangarra. Participó activamente en la guerra de la Independencia y acreditó en numerosas acciones valor y dotes de mando, como atestiguan los correspondientes partes de guerra. Ello explica que de simple soldado en 1809 llegase al grado de coronel en enero de 1813, así como el encargo que le hizo Espoz y Mina (1812) de formar un nuevo Batallón (6.º de la División de Navarra y 1.º de Aragoneses), al que tuvo bajo su mando, prácticamente, hasta el final de la guerra.
Cuando Espoz y Mina se sublevó (septiembre de 1814), Chapalangarra fue el primero en salir en su persecución, antes de que la Diputación proclamase las directrices en su bando de primero de octubre, en que animaba a los militares a permanecer fieles al rey sin seguir la causa de Espoz. Este hecho acrecentó entre Espoz y Mina y Chapalangarra las desavenencias personales mantenidas hasta la muerte de De Pablo.
Finalizada la guerra, se le destinó como agregado al Regimiento de Infantería de España y fijó la residencia en la plaza de Bilbao, desde donde se desplazó con frecuencia a Madrid y a los Baños de Fitero, cuyas aguas aliviaban su ya resentida salud.
Inmediatamente después del levantamiento de Riego, Chapalangarra, en Bilbao hizo jurar la Constitución a la tropa formada y a partir de ese momento volvió al campo de batalla en defensa de las ideas liberales. Participó en acciones como la toma del fuerte de Irati o la de Fitero, en la que hizo 85 prisioneros.
Según Rodríguez Solís, fue gobernador militar de Alicante (1823), aunque poco tiempo pudo desempeñar ese cometido: en julio estaba con sus tropas en la Ribera navarra y en noviembre tuvo que pasarse a Gibraltar, al no poder hacer frente al bloqueo al que sometió la plaza del vizconde Toullon de Dogne. Fue uno de los últimos jefes liberales en abandonar España, pasando de Gibraltar pasó a Inglaterra.
Durante su estancia en Londres, aunque no habían desaparecido las diferencias personales, mantuvo frecuentes contactos con Espoz y Mina y otros compañeros (Valdés, Méndez Vigo, Mendizábal), preparando siempre el regreso a España para restablecer el régimen liberal. Después de la revolución de julio de 1830 en Francia, los emigrados españoles en Londres se trasladaron a la frontera franco-española. Chapalangarra organizó sus tropas en Cambó para entrar en España por Valcarlos. Frente al escaso número de entusiastas que le siguieron, entre los que se encontraba el poeta José de Espronceda* se alinearon el Regimiento de Infantería 6.º de Ligeros, el Batallón de Voluntarios Realistas n.º 10 y una Compañía de Voluntarios de Navarra. En la acción de Valcarlos, al amanecer, acabó la intentona y perdió la vida Chapalangarra.