GARCÍA ASARTA, INOCENCIO
GARCÍA ASARTA, Inocencio
(Gastiáin, 1861-Bilbao, 1921). Pintor especializado en el retrato. Realizó sus primeros estudios en Vitoria. A los veinte años, marchó a Roma donde trabajó haciendo copias de Miguel Ángel y Caravaggio para sobrevivir. De regreso a Pamplona, la Diputación Foral le denegó una pensión por él solicitada, que debió avalar con un óleo, hoy en el Museo de Navarra, titulado “Gitana con guitarra”. En 1890 consumó su aprendizaje en París, en la Academie des Beaux-Arts, con pintores academicistas como Jules Lefebvre y Bougereau, y en la Academie Julian, con Robert-Fleury, que sin duda le proyectaron hacia géneros tales como el retrato, la pintura de costumbres o de historia. Expuso en esta capital en los Salones de 1895-96 y en Galerías Sylberberg con notable éxito, tras de lo cual dedicó un año (1896) a estudiar en el Museo del Prado a los grandes maestros Velázquez dejaría huella en sus retratos.
En 1900 estableció su residencia en Bilbao, donde se disputó en esta época los retratos oficiales con otro navarro, Nicolás Esparza*. En 1912 realizó los retratos de “Máximo Aguirre” y de “Pablo García Ogara” para el vestíbulo de la Sociedad Bilbaína y cinco años más tarde presentó una exposición individual en la Asociación de Artistas Vascos. Acudió constantemente a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes (Madrid). Lo hizo en 1897, 1899, 1904, 1901 y 1909. En la primera ocasión obtuvo Mención Honorífica por sus obras “Un rincón de la Sierra de Urbasa”, “Retrato”, “Retrato de mi prima Petra”, “Una aldeana de las Améscoas”, “Paisaje de Estella” “Los llanos de Estella”, “Noticias de Cuba” y “Apunte de la plaza de Oriente”. Y en la de 1906 volvió a obtener otra Mención, esta vez por cuatro lienzos titulados “Sardineras vascongadas”, “Costas de Ondarroa”, “Retrato del Sr. Gandarias” y “Retrato del Sr. Meñaca”.
Cultivó géneros diversos. Además de los citados, pintó escenas de interior, temas mitológicos (“Ulises atraído por las sirenas”), paisajes pirenaicos o cantábricos y rozó aspectos sociales, como atestigua el óleo “Vuelta del trabajo”, propiedad de la Diputación Foral. Pero el género donde más destacó fue el retrato, mostrándose concienzudo, realista, seguro y suelto en la técnica, características que asimilará su hija, la también pintora y retratista Asunción García Asarta. Son dignos de mención los retratos de “Sabino Arana” y “Estanislao de Aranzadi”. La Diputación Foral posee un retrato de la Reina Regente María Cristina de Habsburgo y el Ayuntamiento de Pamplona un cuadro de la vieja historia de Navarra, el “Alzado sobre el pavés de Iñigo Arista”.
Destacan entre sus cualidades plásticas el dominio de los grises, de las perspectivas y de los claroscuros, heredados de la más perfecta escuela española.
Bibliografía
M. Llano Gorostiza, Pintura vasca. (Bilbao, 1980) A. G. Grijelmo, (2ª ed); L. Madariaga, Pintores vascos (San Sebastián 1971), Auñamendi, vol II; J. Suescun, Inocencio García Asarta. Una trayectoria que comienza en Roma y París, “Pintores navarros, 1”, (Pamplona, CAMP, 1981).