ANDIÓN
Sucesora de la ciudad romana de Andelos*, se mantuvo como villa de señorío cuya iglesia pertenecía a Santa María de Pamplona ya en el siglo XI. En el XIII los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén adquirieron en su término diversas heredades. El monasterio de Iranzu poseía, en 1315, 45 collazos. Su molino, al que acudían también los vecinos de Artajona, pertenecía a la Corona desde mediados del siglo XIV.
En 1330 contaba con 64 fuegos, 42 de ellos pobres y pegullareros. Veinte años después se habían reducido a 19 y en 1366 parece que se había despoblado. Probablemente intervinieron en el abandono del lugar la peste de 1348 y la desproporción entre los recursos económicos del lugar y su concentración demográfica. En su término, incorporado al de Mendigorría, se repobló con tres casas, en 1534, el vecino lugar de Muruzábal. La iglesia estaba probablemente dedicada a Santa María, como la ermita que se ha conservado hasta la actualidad.
El culto en la ermita de la Virgen de Andión se restableció entre 1650 y 1660. En 1661 se terminaron las obras de adecuación financiadas por la villa de Mendigorría. En adelante hubo un ermitaño con su familia, cuyas obligaciones eran en 1849 las de cuidar el santuario a cambio de las limosnas y del usufructo de unas huertas cercanas. El hallazgo de las ruinas romanas de la antigua población comenzó a ser seriamente estimado en la primera mitad del XIX. (Andelos*).