ESCONDITE
ESCONDITE
Juego infantil* de práctica universal, tanto por niños como por niñas, en cualquier época del año. Consiste en esconderse todos los participantes menos uno, “el que la para” o “la lleva”, seleccionado por una de tantas tonadillas de sorteo*. En la mayor parte de los pueblos, basta con que éste grite el nombre del que cree haber visto, pero en otros debe regresar al sitio “de pararla” y tocar la pared o puerta, a la vez que grita el nombre del compañero que deberá sustituirle e incluso el sitio donde se esconde.
Varía de unos lugares a otros la denominación del juego, la actitud de los participantes, que pueden estar en silencio o gritarle “¡kuku!” u otras frases desde el escondite, así como la cantinela del pagador y su actitud tras el descubrimiento. El nombre más usual en la Navarra Media y Ribera es el de “esconderte” que hace alusión, al igual que las denominaciones vascas de “Kiriketa“* (Ulzama) y “Kukute“* ó “Kukus” (Baztán), a la acción de esconderse que predomina en el juego. En Améscoa y Orbaiceta se denomina por el grito que se lanza al comenzar el juego, “iluveo” y “llubi” respectivamente. En Obanos, la cantinela que grita el que “la para”, mientras se tapa los ojos con los brazos, apoyados en una puerta o pared, es: “l, 2, 3, 4, 5, … 18, 19, 20 y 21, el que no se ha escondido tiempo y lugar ha tenido y si no que hubiera corrido”. A partir de ese momento inicia la búsqueda de sus compañeros, quienes pueden “librarse” si, al ser descubiertos por quien la para, se anticipan a él y en el sitio de “pararla” tocan y gritan “¡Safo!”.