CONDESTABLE
CONDESTABLE
Con este nombre empezó a designarse hacia 1430 el antiguo título honorífico de alfériz o alférez del Reino, que en el siglo XVI pasaría por entronque del linaje de Beaumont a la casa ducal de Alba.
Después de la incorporación de Navarra a la corona de Castilla, las atribuciones inherentes a la condestablía -aparte del título en sí- eran difíciles de precisar. Un informe de la Cámara de Comptos, dirigido al rey Carlos IV (VII) en 1797, decía que era algo aéreo.
La prerrogativa más señalada, por no decir la única, que disfrutaba era la de presidir el brazo militar o de los caballeros, en las Cortes de Navarra*.
En 1379, Carlos II Evreux nombró alfériz a su sobrino Carlos de Beaumont*.
En 1433, le sucedió en la condestablía su hijo Luis de Beaumont*, primer conde de Lerín por su matrimonio con Juana de Navarra, hija natural de Carlos III. Fue cabeza del bando de los leales al Príncipe de Viana, en las guerras civiles de tiempo de Juan II, que por ello tomaron el nombre de beaumonteses.
Le sucedió en 1464, como condestable y segundo conde de Lerín, su hijo Luis de Beaumont* el joven, y a éste, y como tercer conde de Lerín (1508) otro Luis de Beaumont*, su hijo, que ayudó a Fernando el Católico en la conquista del Reino. Por ello le fueron restituidos por este rey sus antiguos estados y posesiones, y en 1513, la dignidad de condestable de Navarra.
Le heredó (1530) como cuarto conde de Lerín condestable y canciller mayor, otro Luis de Beaumont, que murió en 1565. Su hija Brianda de Beaumont, quinta condesa de Lerín casó en 1564 con Diego de Toledo, hijo segundo del duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo, con cuyo motivo, al año siguiente, Felipe II despachó en favor de dicho Diego el título de Condestable. En 1585 falleció sin sucesión el duque de Alba Fadrique, pasando el título ducal a su hermano Diego, condestable de Navarra. A pesar de lo acordado anteriormente en las capitulaciones matrimoniales, al fin se decidió unificar los dos títulos y casas de Alba y de Lerín en el hijo de Diego y Brianda, Antonio Álvarez de Toledo y Beaumont, que a partir de 1598 sería sexto conde de Lerín, quinto duque de Alba, y condestable de Navarra, título que poseía desde 1584. El antiguo y honorífico título de condestable del Reino quedaba así vinculado en la casa ducal de Alba.
En el siglo XVIII ostentaba la condestablía, junto con el título del duque de Huéscar, el primogénito del duque de Alba. Todavía en 1829 se le otorgó al duque una real merced de acostamiento de 150.000 maravedís anuales, y otra del mismo importe casi simultáneamente, en atención a esa dignidad. Y aún reclamó a la Diputación Foral, hacia 1840, para que se le abonasen aquellas rentas con cargo a los fondos provinciales; la petición se desestimó.