FÚTBOL
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El estellés Dr. Simón Blasco Salas, en 1900, durante su estancia en el Instituto de Enseñanza media de la capital navarra, entabla amistad con un estudiante apellidado Emparanza, de familia bilbaína, el cual inicia a sus compañeros en la práctica del fútbol deportivo. Utilizan el ruedo de la Plaza de Toros, la Media Luna y la Vuelta del Castillo, donde juegan con estudiantes de Magisterio. Hacia 1907 nace en Pamplona el denominado Pamplona Foot-Ball Club. Precisamente, en los carteles de los festejos Sanfermineros se puede leer: “Gran concurso de Foot-Ball Association y Fiestas Deportivas organizados por la Sociedad Pamplona Foot-Ball Club.” Esta entidad tiene su sede en la calle Curia n.º 17. En 1910, el fútbol ha arraigado en Pamplona y empiezan a formarse equipos por Navarra.
Se tiene constancia sobre 1916, de la fundación de diversos equipos, entre ellos el Puching, el Amaya, el Rayo, el Racing, el New Club, la Sportiva, la Deportiva, la Lucha, el Lagun Artea, en Pamplona, y otros en Estella, Alsasua, Tudela, Tafalla, etc. El fútbol navarro ya numeroso, se integra en la Federación Guipuzcoana de Fútbol, por lo que se crea en Pamplona una Delegación.
En 1920 destacan los equipos de “La Sportiva”, la Deportiva y el equipo del Regimiento de la Constitución con quien se alinean algunos jugadores catalanes de cierta fama como Lampré (portero), Nogués (defensa), Ferrer y Alcolea (delanteros) y después Patricio Caicedo, que militó en Osasuna* y que jugó en el Español de Barcelona del que fue su entrenador. El Club La Sportiva, uno de los mejores equipos, lo formaban Rasero y Cilveti como guardametas; Néstor, Guelbenzu, Pí y Navaz como defensas; Goñi, Ayala, Cogeces, Abad, Gamarra y Meaurio como medios; Idoate, Azagra, Seminario, Moreno, Gortari, Altadill y Sigueiro como delanteros. Este fue el fútbol precursor de Navarra. Posteriormente habrá que citar los nombres de Sheve Goiburu y Jaime Lazcano, como destacados representantes del fútbol navarro en la Selección Española. Ellos formaron la famosa ala derecha del ataque español que logró el primer triunfo contra Inglaterra en el año 1929, donde Sheve Goiburu obtuvo el 101 de la victoria. También es preciso mencionar a los Vergara, Elicegui, Luis Aranaz, Juanito Arza, los hermanos Areta, los hermanos Glaría*, los Marañón, Félix Ruiz, Satrústegui, Gordejuela, Recalde; Celayeta y Baquero de Vera de Bidasoa y Goizueta, que han militado en la Real Sociedad; así como Sola y De Andrés en el Athletic de Bilbao. Otros jugadores que, sin ser navarros, estuvieron plenamente integrados en la historia del fútbol local fueron Bienzobas, Juanín, Urquizu, Sabino y Manolo González. Por último, en cuanto a jugadores destacados y contemporáneos, las tres zetas del fútbol navarro, Zoco, Zabalza y Zaldúa.
Como equipo representativo del Viejo Reino, ha sido y es Osasuna* el Club que ha tenido una mayo; proyección provincial y nacional.
En 1928 se cumple la deseada aspiración de desvincular al fútbol navarro de la Federación Guipuzcoana. La Federación Navarra de Fútbol queda constituida el 25 de julio, integrada de la siguiente manera: Pablo Archanco (Osasuna) como Presidente; Alberto Lezáuri (Acero de Olite) como Vicepresidente; Nicolás Velasco (La Navarra) como Secretario; Ignacio Fernández (Aurora) como tesorero; Salvador Puig (Izarra) como contador; Martín Echeverría (Barasoain), Representante del Indarra, representante del Luchana, como vocales y Benigno Arbea como secretario-contador.
En 1978, se conmemoraron las Bodas de Oro de la Federación, fecha en que se contabilizaron más de cinco mil fichas en sus diferentes categorías. Su domicilio se ubica en al calle Arrieta n.º 3-2º de Pamplona. En 1984 se hallaban afiliados más de ciento veinte equipos en la Federación Navarra, de los cuales más de treinta se encuentran en el área metropolitana de Pamplona y más de ochenta y cinco en el resto de Navarra. En 1984 se contabilizan un total de seis mil fichas aproximadamente.
El Comité Regional de Árbitros de Navarra tiene como máximo exponente de su historia a Daniel María Zariquiegui Izco, convertido en una auténtica institución en el arbitraje. Se inicia en los Campeonatos organizados por Oberena y en 1945 pasa a categoría regional, donde permanece tres temporadas. Asciende a tercera división y tras un año da el salto a segunda división, sólo una temporada y pasa a la División de Honor como árbitro en un Málaga-Lérida. Un año después consiguió la internacionalidad, que la mantiene diecinueve temporadas más. Treinta años en el arbitraje y sin que su puesto se haya logrado cubrir por ningún otro navarro. Tras él, han brillado, Luis María Juango, Condón Úriz y De Luis Quel.