BOCHORNO
BOCHORNO
Nombre con el que se conocen los vientos templados, de pequeña velocidad y de procedencia meridional. De forma más concreta dicho término hace referencia a los de dirección E-SE que proceden del Mediterráneo y alcanzan Navarra a través del Valle del Ebro.
La situación barométrica más significativa suele corresponder a un anticiclón extendido sobre Europa occidental o, incluso, sobre el Mediterráneo, y una baja presión en la parte centro-oeste de la península. Ambos centros crean un débil gradiente de presión a lo largo de la cuenca del Ebro, que desplaza aguas arriba masas de aire mediterráneas. Su velocidad apenas rebasa los 13 km/h y su frecuencia anual oscila alrededor del 16%. Su rumbo viene en parte marcado por la topografía del Valle del Ebro, que lo canaliza desde esta dirección, con mayor persistencia durante las horas nocturnas, al contribuir a su desplazamiento el fenómeno de la brisa. Algunas veces, el flujo de aire tiene una procedencia sahariana, debido a la inducción que ejerce el anticiclón mediterráneo junto con la posible baja térmica peninsular durante el verano. En estos casos genera temperaturas todavía más elevadas, a la vez que un acusado descenso de la humedad que puede alcanzar valores incluso inferiores al 20%. En pleno verano las condiciones térmicas llegan a ser agobiantes y en invierno suponen un agradable aumento de la temperatura, frente a los rigores propios de esta época. Alcanza con facilidad la Ribera y la Navarra Media, pero hacia las Cuencas Prepirenaicas y la vertiente cantábrica llega muy desnaturalizado, especialmente más seco, debido al efecto foehn que se produce al atravesar las sierras que cierran las cuencas por el sur y las que forman la divisoria atlántico-mediterránea. La época mas propicia para la formación de bochorno corresponde a los meses equinociales de abril-mayo y octubre. La situación se interrumpe con frecuencia, debido al escaso gradiente de presión que se crea y da lugar a períodos o días de calma. (Clima*).