ALFONSO DE ROUVRAY
ALFONSO DE ROUVRAY
(“Rovorevo” y “Rovoreto” en las formas latinizadas). Alto funcionario francés que en repetidas ocasiones fue designado por los monarcas capetos para desempeñar en Navarra el cargo de gobernador* o el de inquisidor y reformador*. Después de haber servido como senescal en Beaucaire y Nimes (1292-1295), representó a Felipe I (IV) como gobernador del reino navarro entre 1296 y 1306.
Tras un intervalo en que rigió la senescalía de Carcasona y Beziers, la corte de París lo envió de nuevo a Navarra en 1314, primero en calidad de inquisidor o reformador junto con otros tres altos funcionarios franceses, y permaneció luego como gobernador de nuevo hasta fines de 1316. Convertido en verdadero experto de la política navarra, Carlos I el Calvo le asignó un nuevo mandato (1322), otra vez como inquisidor y reformador, ahora con dos colegas y enseguida como gobernador hasta 1326.
Se desconoce si le unía algún parentesco con Reinaldo de Rouvray. Se sabe, en cambio, que su hijo Juan de Rouvray fue alcaide del Castillo de Asa* (1328-1347), merino de Estella (1349), de la Ribera (1351-1361) y de Sangüesa (1364-1368). Otro Reinaldo de Rouvray fue alcaide de Milagro (1332-47) y Monjardín (1333). Finalmente, un Eneco de Robray, avecindado en la Navarrería de Pamplona, fue declarado (1366) exento de la “ayuda” o contribución extraordinaria por su condición de “non podient”, pobre.